Mientras caminaba hacia su hogar, Evelyn se sumergió en un mar de pensamientos. Su relación con Asher flotaba en la superficie, como una llama que se apagaba lentamente. Recordó los días en que Asher la había envuelto en un abrazo cálido, pero ahora ese abrazo se sentía como una cadena que la aprisionaba.

Nunca había dicho sí, nunca había confirmado que estaban unidos. Pero Asher había asumido que sí, y con el tiempo, había comenzado a actuar como si fuera el dueño de su corazón.

Evelyn se sintió atrapada en un laberinto de dudas y temores. ¿Por qué no se había dado cuenta antes? ¿Por qué no había roto las cadenas que la ataban a Asher?

La noche comenzaba a caer, y con ella, la promesa de una nueva aventura. La cita con Lucas brillaba en el horizonte como una estrella que iluminaba el camino.

Llegó a su puerta, abrió y entró. La soledad de su hogar la envolvió, pero su mente ya estaba en la cita de esa noche, preguntándose qué la esperaba.

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Evelyn se preparaba para su cita con Luc