Capítulo 237
—Bueno... —dijo Perla con calma. Sentía que el ambiente estaba raro, probablemente porque habían estado discutiendo de nuevo.

—Orión ya se fue a su cuarto a dormir. Ya pasaron las nueve, los niños no deben desvelarse.

—¡Ya mami voy en un momento! —Andi se escapó rápido de las manos de su tía, corrió por las escaleras y llegó al lado de su mamá. Tomó su mano y, mirando hacia arriba, dijo:

—Mami, ¿puedes dormir conmigo esta noche?

Andi estaba preocupado, temía que tan pronto como su mamá se fuera, su tía lo fuera a molestar.

—Claro amor. —No era común que Andi pidiera que lo acompañara a dormir, tal vez estaba teniendo problemas para acostumbrarse a su nuevo cuarto.

Madre e hijo desaparecieron por el pasillo del segundo piso.

Marina pensó que, al menos, se fue rápido.

Se giró y se recostó en el sofá, retomando la serie.

La puerta del cuarto de Andi se cerró desde dentro. La cama era grande, no como las camas infantiles en Puerto Mar, suficiente para que Perla y Andi durm
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