Él pensó en eso. Después de terminar su trabajo del día, regresó a casa por la noche y, como siempre, preguntó sobre la búsqueda. Se sentó en el estudio hasta muy tarde, no tenía ni ganas de volver al cuarto. La habitación estaba llena del aroma de Lorena, y la cama grande estaba incompleta, solo quedaba él. … Cuatro meses después. En el otro extremo del planeta, al otro lado del océano, en Valle Motoso. Lorena y Marina estaban en el jardín de la mansión. El sol brillaba, y sobre la hierba había una mesa con té. Ambas disfrutaban de la merienda, muy aliviadas. En ese momento en Rumelia, después de cambiarse de ropa y crear la ilusión de que estaba durmiendo la siesta en la cama, Lorena se metió en el carrito de Marina. Después de salir del hotel, ambas se fueron en un helicóptero privado. Fue al aterrizar en Valle Motoso que Lorena se enteró de que, después de su partida, había ocurrido un terremoto en la zona del hotel. Al principio, solo quería escapar, pero accide
Celeste, con la nueva niñera, estaba revisando por última vez la bolsa de cosas para el hospital que debían llevar al día siguiente. Aún faltaba una parte por verificar cuando recibió una llamada de Marina, diciendo que Lorena tenía contracciones y parecía que había roto fuente. Rápidamente llamó a Álvaro y corrieron para llegar a ver a Lorena. —¡Rápido, lleva la bolsa al auto! —le ordenó Celeste a la niñera. Álvaro cargó a Lorena y la llevó al auto, mientras Marina y Celeste los seguían. Marina, antes de irse, no olvidó llevar la bolsa donde había escondido la comida.Álvaro manejaba desde el asiento del chofer, y Marina, al ver que Lorena sufría, no dejaba de presionarlo: —¡Conduce más rápido! —Ya vamos rápido —respondió Álvaro, mientras una caravana de varios autos negros avanzaba a toda velocidad por la carretera. El parto de Lorena se había adelantado para hoy, algo que nadie había esperado. Aunque todo fue un poco caótico, gracias a la preparación previa, y el segu
La habitación del hospital era bastante lujosa. Celeste, para asegurarse de que su hija mayor pudiera recuperarse bien después del parto, había desocupado todo un piso del hospital un mes de antelación, sin aceptar a otros pacientes. El piso estaba fuertemente vigilado por guardias. La habitación tenía un sistema de temperatura constante, manteniendo un ambiente cómodo. Después del parto, Lorena se bañó y se sintió fresca, recostándose en la cabecera de la cama, enternecida mientras miraba a sus dos bebés. Su cuerpo irradiaba una luz maternal, y ahora estaba muy agradecida de que los dos intentos de aborto hubieran fallado y que, al final, hubiera decidido quedarse con los niños. Aunque los dos pequeños tenían la cara roja y arrugada, a ella le parecían hermosos. Cuando se reconcilió con Celeste y le contó que estaba embarazada, había estado preocupada de que Celeste la regañara. Sin embargo, después de que Celeste supo todo lo que había pasado en Puerto Mar, no la culpó
Orión: No muestra su fuerza, pero su silencio lo dice todo. Ander: Semblante fuerte y leal, persistente, nunca se rinde. ... Grupo Financiero Runpex, sala de reuniones. César y Ricardo estaban sentados uno frente al otro, acompañados de sus respectivos equipos. Estaban discutiendo y confirmando los detalles de un plan para una colaboración en el sector médico en el extranjero. Los presidentes y herederos de ambos grupos lideraban personalmente las negociaciones, con la intención de abrir mercado en Valle Motoso para productos, chips médicos y medicamentos. Esta área tiene un gran potencial de desarrollo, especialmente en el campo de los chips médicos, que hasta ahora ha estado dominado principalmente por el capital extranjero. Con los avances tecnológicos que el Grupo López ha logrado, estaban decididos a hacerse un lugar en ese mercado. Después de una reunión de cuatro horas, cerraron los documentos y se prepararon para irse a casa. —No te preocupes por los fondos, ya
César y Ricardo entraron juntos al salón de la fiesta. Caminaron directo hacia don Torres para saludarlo: —Don Torres. Don Torres sonrió amablemente: —César, Ricardo, ya llegaron. Luego, se volteó hacia María y elogió: —Tu hijo es excepcional, en serio. A su edad, ya está al mando de una gran empresa, y sus logros son increíbles para muchos de su generación. No como mi hija, que después de tantos años estudiando en el extranjero, todavía no puede tomar mi lugar. —Papá, ¿por qué siempre me mencionas cuando hablas bien de alguien? —Yolanda, con un maquillaje impecable y un ligero rubor natural en las mejillas, tiró del abrigo de su padre y habló con un tono coqueto. Don Torres, como padre, entendía perfectamente las intenciones de su hija. En los negocios, la competencia era clave, y mientras César siguiera soltero, su hija todavía tenía una oportunidad. María y la esposa de don Torres estaban de pie a un lado, sonriendo. —Yolanda también tiene grandes habilidades labor
—¿No dijiste acaso que César no vendría? —preguntó Teresa, claramente molesta. Si hubiera sabido que César estaría allí, no habría venido con Saúl. Él hizo como si no le importara. —Mi secretaria dijo que no vendría, pero al final apareció. ¿Cómo yo iba a saberlo? … Después de saludar a todos los necesarios, César se sentía cada vez más vacío. La fiesta le parecía aburrida. Decidió alejarse de Yolanda y, junto con Ricardo, se preparaba para irse. Justo cuando se daba la vuelta, Teresa apareció de repente, bloqueando su camino. —César, ¿puedo hablar contigo a solas? —su tono era suave y débil, con un toque de súplica. Ricardo levantó una ceja con desprecio. —Heyy, ¿hay algo acaso que yo no pueda escuchar? —Yo solo… —Teresa se sintió atacada y no supo qué decir. Sus manos temblaban, parecía sentir que estaba en un problema grave. —Tan solo quiero explicar lo de esta noche. ¿Qué había que explicar? Solo había sido rechazada por César y ahora estaba con Saúl. De ve
¿Cómo es posible…? Cada vez que tragaba saliva le quemaba la garganta como si fuera aguardiente. El dolor, que salía desde lo más profundo de su corazón, empezaba a extenderse por todo su cuerpo.Estaba inclinado en el asiento de atrás, con una mano en el pecho. Cinco años después. César tenía una presencia aún más imponente y por así decirlo mucho más atractiva. Muchas jóvenes de la alta sociedad se habían enamorado de él y empezaron a buscarlo. Pero, él las rechazó a todas, una por una. En la empresa, corrían rumores de que el presidente no estaba soltero, que ya se había casado en secreto con Teresa. Teresa había pasado de ser una empleada del departamento de mercadeo a directora. Ahora se vestía con mucha más elegancia, y su estilo de vestir se parecía más al de Lorena. Incluso había hecho pequeños cambios en su cara para que se viera más como la de Lorena. Al principio, César la miraba y se sentía confundido. Una vez pensó que Lorena no había muerto y que había vu
—César… —Teresa se sintió rechazada y buscó la ayuda de César. Él actuó como si no entendiera y dijo: —No sé si los sabían, pero las mujeres manejan una onda vibracional algo diferente. Venir al cementerio no es bueno y mucho menos si quizás están durante el periodo. Le pediré a alguien que te lleve de regreso. Su tono no dejaba lugar a discusión, y rápidamente un guardaespaldas vestido de negro llevó a Teresa al carro. Ella se sentó atrás, mirando con rencor hacia el cementerio. ¡Lorena, tú, muerta, sigues molestando a César! La caravana de carros se dirigió desde el cementerio hacia la ciudad. El carro de César fue directamente al Conjunto Los Prados, sin mudarse. Además, cada año, en este día, él siempre se tomaba el día libre, cancelando todo el trabajo. Primero iba al cementerio a ver a Lorena, luego regresaba a su habitación, se encerraba y se quedaba allí hasta la noche. Al abrir la puerta, lo recibió Coco restregándose en sus tobillos. Coco era el lindo gatito de L