Laura. — Ya basta, no deseo ir a ningún lado, ¿Que sucede?— Le pregunto deteniendome a mitad del camino. —Vamos, hay una plaza cerca, podremos sentarnos y hablar más tranquilos Laura —dice. Hago una negación y me devuelvo. No deseo estar mucho tiempo junto a él. Su cercanía me lastima. Tenerlo cerca y no recibir de él más que desprecio y no poderlo abrazar como muchas veces soñé es un martirio para mí. — Vamos, no seas terca—dice siguiéndome. —No quiero estar junto a ti Julián me hace daño solo verte— digo mirándolo con tristeza. —¿ Crees que para mí en divertido? Sino fuera tan importante creeme que te ahorraría el disgusto— respiro hondo y decido continuar para ver qué otra cosa tiene que decirme. Llegamos y como él me indica me siento en una de las banquetas y lo miro absorta.—¿Por qué Laura? Cuando amanecimos en aquel hotel aquella primera vez parecías tan buena, inocente. Tenía problemas con Britney y creía que estar contigo sería un nuevo comienzo. Parecias la ideal.— Pe
Mientras todos están consternados preguntándose que ha sucedido y Julián pone a todos a correr de aquí para allá tratando de detenerme y frustrar mi huida, yo estoy a bordo del auto de Michael a cientos de kilómetros. Mi respiración está muy agitada al igual que la de Michael. Puedo ver las gotas de sudor resbalando por su frente a través del retrovisor. Los latidos de mi corazón se aceleran al compás de las ruedas del auto mientras nos alejamos rápidamente del lugar. Respiro con fuerza buscando aliento debido a la adrenalina del escape. Aún no lo puedo creer. No sé cómo debo sentirme y el arrepentimiento comienza a invadir mi pecho. Tal vez será peor ahora. Veo como Michael me mira un instante. —¿ Estás bien?—pregunta con voz preocupada mientras la velocidad del auto me hace tomarme con precaución del asiento. Asiento sintiendo un nudo en la garganta. —Gracias por salvarme, Michael. No sé cómo agradecerte—susurro sintiendo una mezcla de miedo y alivio. Él continúa conduciendo
—¿ A dónde vas Laura?—Michael… debo salir y…—No puedes sencillamente andar sola por ahí. No sabes de lo que es capaz tu esposo si te encuentra— dice interrumpiendo con inquietud, al ver que estoy arreglada para salir. Suelto aire y miro mi reloj. —No seguiré escondiendome Michael. Se lo que debo hacer, volveré a mi casa. Cuídare a papá, tengo que volver a mi vida, además, me voy a preparar para enfrentarlo. No le tengo miedo— Él me mira serio. Entonces suspira. Mira su reloj y hace una llamada frente a mi. « Llegaré más tarde, tengo algo que hacer ahora»—dice. Lo miro incrédula. — No dejaré que andes sola por ahí. Te llevaré a tu casa y luego iré a trabajar. — No hace falta. No deseo molestarte más. — Sabes que no me molesta Laura. — Lo sé, Pero necesito hacer esto sola. Además, ya pedí un taxi. Vete a trabajar tranquilo. — Pero, no seas terca, yo puedo llevarte. Voy por el mismo lugar. —Gracias, de verdad no sé qué hubiera hecho sin ti, seguramente aún estuviera en esa ca
P.o.vJulián. —¿Qué haces aquí Graham? ¿Dónde dejaste a tu esposa? Ah, claro ¿Te dignaste a traerla a ver a su padre? Porque supongo que Laura está enterada de que su padre está delicado de salud ¿No?— El idiota de Michael se acerca con esa retahíla de estupideces. Verlo aquí me hace sospechar de que estoy en lo cierto y Laura si está escondida en este lugar. Mis escoltas están preparados para actuar si es posible a la fuerza y sacarla de aquí. Sonrío con gesto confiado. —¿Qué haces tú aquí? Que no se te olvide que esa mujer es mi esposa y tengo derecho a venir por ella. —Yo vine a preguntar si sabían algo de Laura, como cada día desde que tú te la llevaste, pero que bueno que te veo porque puedo preguntartelo directamente, ¿Dónde rayos está?—Es curioso que lo preguntes , tú dimelo— respondo fríamente y él frunce su entrecejo. —¿Qué quieres decir? ¿Acaso quieres fingir que no sabes dónde está tu esposa Graham? Tú te la llevaste de la clínica sin importarte nada, estaban Franck
Julián. « ¿Dónde estás lucrecia? ¿ Estás en tu casa?» pregunto al teléfono mientras conduzco. Oigo música a todo volumen del otro lado del teléfono. «¿Como? ¿Qué dices Julián?»«¡Mándame tu ubicación, me urge hablar contigo!»grito. «¡¿Que te mande mi ubicación?! ¡¿Cómo para qué?!... Ah, ¡¿Vendrás también a pasarla bien aquí con mis amigos?! »pregunta y oigo risas . Entonces cuelgo y le mando un texto. «Mándame tu ubicación ahora»escribo y envío. Al poco rato me llega su ubicación. Voy hasta allá de inmediato. Al llegar percibo que es una discoteca, debí suponerlo.Tengo que entrar aunque no estoy de humor. La explosión de luces parpadeantes y la música atronadora que retumba en mis oídos logra causarme mucho estrés. Entro y es peor adentro. El aire está impregnado de una mezcla embriagadora de sudor y perfume, mientras la multitud se contonea al ritmo frenético de la música. Tuve que persuadir al vigilante para que me dejara pasar, ya que no contaba con entradas. Me hace senti
Cuando estoy a punto de salir a enfrentar a Julián veo que por alguna razón se marcha con sus escoltas. Hago una negación cuando veo que Michael corre hasta acá y salgo a recibirlo. —¿ Que fue eso Michael?— El sonríe y toma mi mano. —Fui más astuto que el. ¿ Recuerdas que gané el puesto de Romeo en la secundaria por mis dotes actorales?— abrí mi boca impresionada. Entonces sonrío. —Pude engañarlo por esta vez, Pero debes aún así cuidarte. No se quedará tranquilo tan fácilmente. —De verdad, no sabes cuánto te agradezco. Eres un amigo muy bueno conmigo— Mis ojos se cristalizan y él aprieta mi mejilla con una sonrisa comprensiva. — Pasaré a ver a tu padre. Y Laura, ese hombre está decidido a llevarte con él de nuevo. Debes ser muy vigilante. Te sugiero que contrates un personal que vigile y no lo deje entrar—dice y asiento. —lo haré — Él va a ver a papá y más tarde lo despido en el jardín. Aprovecho y le cuento de Dayanna. Dice que podría ir conmigo a buscarla al aeropuerto. …Al
—Tranquila, Laura, estamos contigo—Me susurra mi abogado, Robert Morris, tratando de infundir confianza en mí , mientras me siento de nuevo a su lado. Sus palabras son un bálsamo en medio de la tormenta que se desata a mi alrededor. Le sonrío agradecida y suspiro. Entonces me fijo en Leonor que acaba de entrar, al mírame me dedica un beso cariñoso a lo lejos, entonces pienso en la razón por la que ha venido sola. Recorro la sala con mi vista y triste me doy cuenta que mi esposo no vino. Aunque tal vez es lo mejor que me pueda pasar, pero la ausencia de Julián en la sala me llena de un dolor y una decepción inevitable. Eso solo confirma mis temores de que él todavía me considera culpable. Por alguna razón me hace sentir abandonada en medio de la tormenta que se desata en el juicio a mi alrededor.Leonor, aprovecha que aún no empieza y se acerca rápidamente tomando mi mano. Me muestra su apoyo incondicionalmente. —No te preocupes, mi niña. La verdad saldrá a la luz— me aseguró co
«No puedes hacer eso Laura , tu no puedes simplemente irte y abandonar tu matrimonio y…»«Puedo y claro que lo haré. No seas descarado, tu no me amas, solo deseas salvaguardar tu ego. Déjame en paz, no te necesito »«Tienes que entender, estaba cegado, abatido, todos nos equivocamos alguna vez Laura. Mira, calmémonos ¿Si?... Te veo mañana en el juicio, tenemos que hablar» dice. Respiro hondo y cuelgo. Cierro los ojos con impotencia. Siento que no merece que lo oiga. ¿Cómo puede creerse con derechos sobre mí luego de tanto daño que me hizo? Entonces recibo otra llamada que me saca de mis pensamientos. Es Michael. Logró que algunos testigos se hicieran disponibles para ir a declarar mañana, espero tengan algo crucial que decir y me ayuden a salir de esta pesadilla, pero vuelvo a pensar en las palabras de Michael . Mi corazón está acelerado. Siento mucha rabia y deseos de huir de todo, de él y de todos los que me han lastimado. Trato de dormir un poco y estar despajada el día de mañana.