capitulo 40
Me encuentro sentada en el suelo al lado de la cunita de mi bebé, mientras tomo en mis manos la ropita de mi Samuel... mi pequeño Samuel. Ya van dos días desde que nos enteramos de tu secuestro y aún no sabemos nada. Pego a mi pecho su trajecito mientras varias lágrimas empiezan a correr.

- ¿Dónde estás, mi pequeño? - sollozo con fuerza, sintiendo como todo dentro de mí se rompe en mil pedazos. Me pego de su cobijita, de sus medias, de todo lo que me recuerde a él y ahí es cuando más empiezo a sentir el vacío. La puerta se abre y al levantar la vista veo a Federico, quien me mira con preocupación. Él se agacha hacia donde estoy y acaricia mi mejilla.

- ¿Dime que ya saben algo? - digo implorando, pero él se queda callado.

- Dime algo, Federico - me desespera que no me diga nada, así que me paro y corro hacia él, tomándolo del traje con fuerza mientras varias lágrimas caen de mis ojos.

- ¡Contesta! - me suelto a llorar como nunca lo había hecho, mientras varios gritos desgarradores brota
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo