Brook.

Zero conduce a mi lado con una media sonrisa en los labios que no solo me cabrea más de lo que ya estoy también me distrae, verlo sonreír es algo poco común y el muy imbécil se ve hermoso cuando sonríe, ¡joder! He aceptado que me lleve a casa porque sé muy bien que el pesado este no iba a dejarme en paz, me seguiría hasta llegar a casa y la verdad no quería que regresa el solo para buscar el auto en el orfelinato.

Suspiro ruidosamente tratando de tranquilizarme e intentar tener una conversación civilizada con el idiota bipolar que está a mi lado. En cuanto me escucha ríe suavemente complicándome bastante la tarea de calmarme.

— ¿Estas riéndote de mí? — le espeto sin mirarlo lo que lo hace reír una vez mas

— Ya relájate, no tiene caso que sigas cabreada

— ¿Disculpa, acaso te das cuenta de lo que hiciste? — esta vez es el quien suspira

— El sujeto no me agrada, además quería besarte y tu ni cuenta te diste

— ¿Y qué te importa si otro tipo quiere besarme eh? — esa pregunta parece