Erika se enderezó en la cama sosteniéndose su pulsante cabeza, tan mal que le daba mareo. La habitación estaba en penumbras a pesar de que afuera anunciaba que comenzaba a caer el atardecer. Buscó en su memoria que demonios había pasado y solo quedaba como último recuerdo la casa donde Silver y Falcon vivían, un apartamento lujoso pero a la vez acogedor. Después de eso de conciencia se había vuelto oscura. Se había desmayado.
Entonces solo podía llegar a la conclusión de que estaba en casa de ellos todavía. ¿no?
Había una constante feromona rondando dentro de aquel inmenso cuarto, que de alguna forma no hacía que se sintiera para nada mal. Más bien, era acogedora, protectora, la envolvían de forma posesiva. Era t
Erika no supo si fue lo mejor pero apagó el teléfono sin ni siquiera descolgarlo. No estaba muy interesada en lo que Nolan quisiera decirle, más bien, se preguntaba cómo era que tenía su número, su celular nuevo junto con la línea era algo que Zacarias le había comprado hacía tiempo. No se dio cuenta que fruncía el ceño hasta que sintió el dedo del alfa acariciando esta zona suavemente.-¿No vas a contestar?- vio curiosidad en su rostro- Acaso es un pretendiente-Erika lo miró con rostro de En serio y este se carcajeó. Si había algo que le molestaba de él era el poco tacto que podía tener para algunas cosas y su poca percepción para otras. Mira que decirle algo como eso cuando estaban los dos casi sin ropa
Falcon no pensó que el viaje al aeropuerto fuera tan incómodo como creía. Todavía recordaba cuando se había despertado junto a un delicioso olor y el cuerpo suave y delicioso de su omega a su lado. Una imagen tentadora que le había hecho perder la poca cordura que tenía después de un abrir los ojos. Sin pensarlo mucho se había inclinado y había agarrado los labios de su mujer entre los suyos con un hambre atroz que le apretaba los ojos.Había sentido a su omega removerse debajo de él al despertarse tras su ataque pero se había quedado quieta recibiendo lo que él tenía para ofrecerle hasta que la falta de oxígeno se hizo presente y él se separó pero no tenía intenciones de parar. Sus labios siguieron a lo largo de su cuello exigentes, marcando la piel todav&
Silver sabía que la en la cuenta bancaria, tanto de Falcon como de Zacarias, debían de haber al menos unos buenos millones, pero no se imaginaba que acostumbraban a gastarlos de aquella manera.El supuesto hotel que habían reservado era grande, muy grande, lujoso, muy lujoso y si había una palabra para definir todo el siempre con el MUY incluido. Ella había estado en hoteles debido a reuniones por el trabajo pero nunca se imaginó estar un uno que podía superar las cinco estrellas con facilidad. Apenas si podía cerrar la boca.Las personas que estaba a su alrededor tenían un aire de grandeza y la mayoría por supuesto que eran alfas con sus parejas, ya fueran omegas o betas y sus hijos. Siempre había algunos que estaban solos disfrutando en una mesa de una
Zacarias se removió ligeramente abrazando más contra su pecho la espalda de la pequeña omega junto a él mientras enterraba su nariz contra la descubierta nuca. Su olor hacía que dormir fuera más placentero. Ella por su parte respiraba pausadamente indicándole que estaba totalmente rendida. Su pierna entre las de ellas se enredaba por debajo de las delicadas sábanas de seda y no estaba para nada incómodo a pesar de no acostumbrar dormir con nadie, por largas horas.Pero debido a que la habitación tenía una sola cama, y que después de bañarse y comer algo se habían acostado, él al momento se había abrazado a ella simplemente para relajarse. La noche de acción la dejaría para después, no quedaría mal en el sexo solo por estar cansado, tenía
Era una mesa un poco extraña a la hora del almuerzo en el restaurante al aire libre, no por la naturaleza de las cuatro personas sentadas en ellas sino por sus rostros. Uno con rostro avergonzado, otro con rostro complacido, una pensativa y la otra feliz. Sus emociones ponían incluso nervioso al beta que les servía el almuerzo.-¿Cómo pasaron su primera noche?- soltó Zacarias sin ningún tacto tensando los hombros de la pareja delante de él.-Zacarias- Erika le murmuró con los ojos abiertos.-¿Qué chiquita? Si la pasaron como nosotros no deberían tener esos rostros horribles- le sonrió para dejarle un beso sobre la sien.Apenas si habían t
Zacarias bajó sus gafas de sol mirando el nombre de la pantalla descolgó su celular asegurándose que era el de él.-Espero que tengas una buena razón para llamarme cuando hace apenas unas horas que nos vimos. Vinimos juntos pero no revueltos y además que sea rápido. Erika está durmiendo- él bostezó al terminar. Ambos se habían quedado rendidos en la tumbona, ella sobre él y entre sus piernas. El alfa tenía una mano sobre su nalga posesivamente y cuidado aquel que osara echarle el ojo.-Zacarias- la respiración de otro lado del teléfono era algo alterada- Cállate de una puta vez-Zacarias pestañeó pues era extraño que Falcon le soltara una palabrota como a
Falcon cerró la puerta de su cuarto y pudo jurar que estaba temblando, de pies a cabeza. Apoyó la espalda hacia atrás y cerró por un momento los ojos dejándose embriagar por las deliciosas y fuertes feromonas. Esas que eran las feromonas de un omega en celo, su omega.Se relamió los labios en consecuencia. Ya comenzaba a reaccionar y la erección en sus pantalones era la evidencia de aquello. Siempre se decía que los omegas eran los más débiles y Falcon nunca había estado de acuerdo con eso, después de todo, ningún alfa podría resistirse a un olor tan plácido como aquel. Entonces quién era el más débilTampoco ayudaba la imagen delante de él. Silver estaba sentada con algo de trabajo sobre la cama con las m
Erika estaba sentada en el borde de la piscina. A pesar de que se había puesto el demasiado sexy bikini que Silver le había hecho comprar para usar en el interior, se había puesto un pareo de encaje sobre él que escondía la piel descubierta. Movía sus piernas dentro del agua suavemente haciendo ondas que la mantenían entretenida mientras estaba perdida en sus pensamientos.El celular a su lado sonó y ella lo agarró rápido frunciendo ligeramente el ceño. Otra vez ese número. Se le había olvidado apagarlo otra vez después de que su jefa la llamara para mandarle el plan de trabajo para cuando ella regresara. Colgó y lo apagó dejándolo nuevamente hacia un lado.-¿Por qué no respondes?- Zacarias se detuvo y se