Falcon llegó casi sin aliento al hospital y apenas la enfermera de guardia le había dicho dónde estaba Zacarias volvía a correr doblando la esquina y viéndolo sentado junto a una chica. Tenía los ojos cerrados y la cabeza recostada en la pared detrás de él. Su expresión era sombría.
Sabía por el lazo que los unía que su pareja no había muerto, o sino, él no estaría de pie pero dedujo que su estado no era nada bueno como para que su amigo estuviera así. Zacarías lo sintió y abrió los ojos frunciendo el ceño al verlo. Se levantó y caminó hasta ponerse delante de él. Sus feromonas alfas inundaron todo el lugar mostrando su rabia y las de Falcon respondieron en respuesta. Era un instinto natural de alfas rechazar a otro alfa aun si e
Falcon se detuvo al lado de la cama de Silver y tomó su mano suavemente, vacilando si era correcto tocarla. Uno de sus dedos rezó la herida de sus labios y no pudo evitar temblar. Sus ojos se llenaron de lágrimas y solo pudo cubrirse el rostro para intentar quitarlas pero fue inútil. Su pecho estaba tan apretado que apenas si podía decir algo. Si pudiera invertir los papeles estaría mucho más tranquilo.Erika observó como el amigo de su alfa se quedaba al lado de la cama donde su omega descansaba. La forma en que la miraba, como sufría por ella, la atmósfera entro los dos. A pesar de la situación sintió envidia. Si fuera ella la que estuviera en esa cama ¿Zacarias estaría a su lado? Lo más seguro es que no. Ella era una más de las omegas con las que él se revolcaba, en s
A pesar de haber dormido por algunas horas, Falcon no había descansado nada. Cómo podría hacerlo cuando su omega estaba en esa situación y su empresa no había recesado su trabajo, llegando a un punto clave del proyecto. Su cabeza quería colapsar pero por alguna razón no dolía como días anteriores. Algo se movía sobre ella, de forma deliciosa masajeándola.Abrió los ojos lentamente encontrándose con un par de orbes familiares y se incorporó tan rápido que se tambaleó en la silla.-Silver- pronunció su nombre exaltado pero cuando fue a tocar su mano para tomarla, apretarla, besarla se detuvo.No se sentía con el derecho de tocarla. Él esbozo una sonrisa lev
Falcon dejaba que la brisa que entraba por la ventanilla hiciera el intento de mitigar la rabia dentro de él, pero mientras más se acercaban a la dirección que les había enviado Leo por un mensaje, esta aumentaba más. Sintió que Zacarias estacionaba el auto y lo miró dubitativo.-¿Por qué te detienes?--¿No quieres hacer las cosas bien?- el alfa le mostró una sonrisa lobuna de esas que hacía cuando algo no muy bueno cruzaba su mente, después sacó el celular y marcaba unos números- Tú, eres demasiado inocente para ser alfa, te falta maldad, déjamelo todo a mí, haré que te diviertas de la más perversa manera con las personas que le hicieron eso a tu omega, además yo también estoy molesto
Natacha colgó el teléfono después de oír el discurso de su vecino del desastre de su empresa y de la bancarrota que le esperaba. Había tenido la osadía de pedirle el dinero que había pagado por Silver cuando era pequeña pero de dónde ella lo sacaría. Lo había gastado hacía mucho, así que había ignorado casi toda la conversación. Ahora estaba tan molesta que agarró el búcaro y lo tiró contra el espejo. El sonido de los cristales quebrándose invadió la sala seguido de un grito.-Maldita desagradecida, te mantuve todos estos años y así es como me pagas. Perra imbécil- se llevó las manos a la cabeza y rompió en llanto –Por qué me haces esto Silver. Por qué, primero el maldito de tu padre alfa que me
Zacarias sonreía. Eran pocas las veces que podía ver su amigo fuera de control, con todas sus feromonas descontroladas invadiendo todo el lugar agresivamente. Eso...era bueno para la salud. Falcon siempre había sido un alfa lo que se podía decir pasivo. No buscaba conflictos y aunque no se dejaba opacar por otro alfa buscaba los medios menos violentos para tratar con las cosas. Muy contrario a él.No entendía como ellos, teniendo personalidades tan diferentes pudieron llevarse relativamente bien, compartir cama y mujeres y tener una amistad que tendría algunos años. Quizás era por uno ser muy violento e impulsivo y el otro la llama que lo aplacara. Pero ahora, lo que tenía delante de él era un alfa en toda efervescencia porque nadie debía tocar el o la omega de un alfa. NADIE.
Falcon enterró su cabeza entre sus manos mientras Zacarias estaba dentro de la pequeña tienda de 24 horas comprando algunas cosas. Nunca en su vida había perdido el control de aquella bestial manera y se sentía tan extraño pero no repulsivo. Es que eso era lo era él. Un alfa. Se había reprimido tanto durante los últimos años que había explotado al haberle tocado a su omega.Los dedos heridos se apretaron sobre su cabello. Apenas recordaba lo que había hecho dentro del almacén. Sabía que había disfrutado golpeando al bastardo que osó tocar a su pareja pero la manera en que lo hizo era algo que en su mente no se proyectaba.Alzo la cabeza cuando el otro alfa volvió al auto y se sentó buscando algo dentro de la bolsa.
Erika se quedó en shock después de oír aquellas palabras proviniendo del mismo alfa que conocía hace tiempo. O ella estaba medio dormida todavía y estaba teniendo alucinaciones o a Zacarias realmente le ocurría algo.Agarró la crema corporal y se trepó en la cama acercándose a él. El cuerpo del alfa era realmente grande en comparación con el suyo y no solo por su altura. Su ancha e irregular espalda por los músculos desarrollados, que descendía en una estrecha cintura, unas nalgas redondeadas perfectas que rogaban ser agarradas con fuerza y unas largas y fibrosas piernas. Era el alfa que todo o toda omega quisiera como su pareja. Y allí desnudo entre sus sábanas era toda una deliciosa tentación, más ella no se hizo ilusiones.
Cuatro días después le dieron el alta a Silver del hospital para terminar su reposo en la casa. Falcon esa mañana había dejado todo listo en la empresa, la presentación del producto final del proyecto para llevar a producción sería al día siguiente y quería verificar que todo estuviera en perfecto estado. Si todo salía como lo había planificado pues la semana de más arriba el nombre de su empresa estaría en varios diarios del país. Leo se encargaría de lo demás, tener una mano derecha como él era lo mejor que podía pedir, el beta era demasiado eficiente y se quedaba corto con la frase.Aparcó el carro y después de pasar por la recepción se dirigió a la habitación de su omega. Deseaba verla, incluso más desde que la hab&iac