Después de la conversación y de acordar con Mery que iría con ella, aún sin estar segura de sí era lo correcto, la acompañó hasta la entrada de la mansión para despedirla. Ver la cantidad de guardias que la acompañan, le sorprende un poco la habilidad que tuvo, tanto en la historia como ahora para escapar.“Increíble” —tras recibir un beso en la mejilla y verla subir al carruaje, regresó ya que su familia la esperaba en el comedor para el almuerzo.Luego de la comida el duque Alfonzo se despidió de ambas y se dirigió al palacio, fue convocado por el emperador ya que debían finiquitar los detalles del gran evento. Elizabeth junto a Eleonor se dirigieron al jardín, igual no había mucho que hacer en ese lugar. De cierta manera era bueno para ella. Conversaron largo rato, se sintió un tanto inquieta por la forma en la que puede entablar una conversación con la duquesa. Recuerda que nunca antes pudo hablar con Mercedez de esa manera, ambas se odiaban, ella por obvias razones; pero el odi
Al paso de 2 días desde la llegada de Estefan, este se mantuvo en el palacio, no tomó en cuenta las palabras del emperador y prefirió no salir.Sus guardias ya habían encontrado a Elías pero solo esperaba el momento para ir por él, este no había salido en dos días de la mansión de su padre el Márquez Deloy.Las chicas en la ciudad que participarían del debut estaban ansiosas, algunas enviaron a modificar sus vestidos haciéndolos más despampanantes, querían tener una oportunidad de llamar la atención del joven Duque, por lo que debían lucir espectaculares.Elizabeth no estaba ansiosa por esta razón. La razón de estarlo era que esa mañana se preparaba para ir a la mansión de Mery.Ya había obtenido de sus padres el permiso para luego del mediodía visitar a su amiga, ellos no vieron problema y se lo permitieron.La mañana fue normal para ellos, comieron en familia y luego conversaron por largo rato. Confiaban en Elizabeth y a pesar de lo que sucedía con las jóvenes sentían que ella no ha
Luego de algunas horas a la entrada de la mansión de Mery llegaba un carruaje del ducado. De este se bajó el duque y la duquesa, luego de recibir la nota de su hija decidieron visitar aquella mansión.El Márquez los recibió ya que no estaba al tanto de eso. Mando a llamar a ambas chicas que estaban en la habitación esperando respuesta.—Yo no estaba al tanto de eso, disculpe —dijo el marqués al enterarse, haciendo una reverencia. —¿Quiere decir que su hija no se lo dijo antes?.El duque estaba inquieto con esta situación, quedarse fuera de casa justo antes del debut no era lo ideal. —Padre —escuchó a Elizabeth por lo que miró hacia la puerta, viéndola entrar.—¿Me explicas, el porqué te quedas? Sabes que no es correcto.—Padre, madre —hizo un reverencia —sabes que mi única amiga es Mery, yo estoy nerviosa y ella también por eso quise quedarme para apoyarnos mutuamente, Mery no tiene a una madre que le brinde esa calma —volteó a mirarla —creo que no podré acompañarte —volvió a mirar a
Elizabeth, quien nunca había hecho algo como eso, se sintió como la adolescente que jamás pudo ser, estaba haciendo una travesura en compañía de su amiga. Duele admitirlo pero le agrada Mery más de lo que quisiera, la miraba caminar delante de ella mientras reia, aunque prometió alejarlos a todos en su anterior vida, ahora no era necesario. La persona que le hacía daño ya no está.“Parezco una niña” al pensar en esto sonrió, se sentía traviesa por primera vez y no era desagradable.Caminaba por el túnel tocando las paredes de tierra con sus manos, no se sentía asqueada, muy al contrario era apacible.….Elías al ver hacia dónde se dirigía Estefan, sonrió ya que este es su territorio. Estefan se internó en el bosque fuera de la ciudad, quería una lucha mano a mano sin dejar salir a su lobo y esperaba que Elías fuera lo suficientemente capaz para hacer lo mismo.—Bien —Estefan se detuvo al ver que estaban lejos, se giró y lo miró fijo—demuestra que no eres un cobarde.—¿Temes que dest
POV Estefan.Puedo olerla y, aunque intentó resistirlo, es algo imposible. Ese dulce aroma me excita y me obliga a correr hacia él. Creía erróneamente que podía vivir sin ella, pero ahora entiendo que no podré.Me apresuro, ha su encuentro, sé claramente dónde encontrarla, no podrá escapar de mí.Desde la distancia veo a una doncella. ¿Me están jugando una broma? ¿Una sirvienta es mi luna? Me indigno, pero a mi lobo no parece importarle. Ella es mi mujer, es mía.La veo golpear a un lobo desde la distancia. No puedo evitar sentir un poco de satisfacción. ¡Es valiente! La veo girar y hay otro lobo; este ataca a otra persona, aunque eso no es importante para mí. Se va contra él y lo golpea varias veces.Escucho su gruñido. Puedo saber que es solo un imbécil. Lo puedo convertir en picadillo en un instante.Mi control hacia Arom termina al ver cómo ella es golpeada y cae al suelo. El gruñido de mi lobo y la sed de sangre que compartimos me llevaron a dejarlo dominar.La transformación es
Elizabeth regresó a la mansión de Mery llevándola casi a rastras, aquella chica quería lo que estaba por pasar no puso objeción alguna.Tomaron el mismo camino usado con anterioridad aunque está vez tuvieron que ocultarse un poco para no ser vistas por los guardias.Ya había oscurecido hace mucho, aún así lograron llegar a la habitación, fue mucho más difícil que escapar pero fue posible.Mando a salir a las doncellas que aún estaban en la habitación, en todo este tiempo Mery no habló, aun estaba perdida en los ojos de su lobo.—Mery ¿En serio pensabas entregarte a ese hombre y en ese lugar? —dijo al estar solas, Mery continuo a la cama donde se sentó, tenía la mirada perdida y una sonrisa en sus labios.—¡Está buenísimo! ¡Dijo que soy suya! —respondió emocionada, en su expresión era notable —lo encontré.—¿Acaso no me escuchaste? —mery la miró sin borrar su sonrisa.—Claro que te escuché —arqueo su ceja —¡Te vi!.—¿Qué dices? —Tu también lo encontraste —escuchar a Mery la llevó a re
A la mañana siguiente, tal y como prometieron los Duques, llegaron a la entrada de la mansión solo pasadas algunas horas del amanecer. Elizabeth recibió el aviso de esto y se preparó para volver, se encontraban en el comedor desayunando por lo que comió los últimos bocados con prisa.—Nos vemos en el palacio —dijo levantándose de la mesa.—Está bien, cuídate.—Tu igual —le dio una mirada cómplice antes de mirar al Márquez y hacer una reverencia —muchas gracias por todo.—No te preocupes, eres bienvenida. —Elizabeth les dio la espalda saliendo del lugar.Sus padres al verla salir de la mansión, la recibieron como de costumbre, con un abrazo, el primero en hacerlo fue el duque quien al separarse la beso en la frente. Luego fue el turno de la duquesa.—Buenos días, hija —dijo al abrazarla—Madre —se separaron.—¿Te sientes mejor? ¿Estás menos nerviosa?.Recordando un poco lo sucedido la noche anterior se sonrojo un poco y giró su rostro. La duquesa al verla le tocó la frente con su mano
Al sentir que se detuvo el carruaje Elizabeth supo que no había nada que hacer, estaban fuera del palacio.Sus padres bajaron primero, ella dio un fuerte respiro y salió para ser recibida por la mano de su padre para ayudarla a bajar.—Gracias —dijo un tono bajo, sentía un nudo en su garganta debido a los nervios, le agarró la mano.—No te preocupes, eres mi pequeña.Bajo del carruaje con ayuda de su padre donde ya todos esperaban, miraba el palacio con los nervios a flor de piel.Fue separada de su familia antes de lograr entrar al salón de banquetes, ella no sabía la razón aunque sus padres sí. La llevaron a otra estancia, en cuanto la puerta se abrió e ingresó en donde debía esperar se alivió un poco.—No seré el centro de atención.Estaba justo en el lugar donde estaban todas las jóvenes que debutarian, sus vestidos brillaban ya que tenían pequeñas piezas de diamantes en ellos, además de los pendientes y collares del mismo material. Miró su vestido para notar que aunque estaba es