Jade McCain.Abro la puerta de la casa, Olivia entra cansada por el día de hoy, la había dejado en la costa con Blue y Alondra y al parecer se fueron a jugar a la playa ya que la veo algo quemada por el sol. Al cerrar la puerta veo a Oriel sentado en el sofá con las manos en su rostro, Olivia ve esto y me mira, le hago señas de que vaya y lo hace rápido yéndose a su cuarto.Me acerco a él con mi saco en el brazo y lo miro fijamente, noto que se quita las manos del rostro desordenando su cabello que para nada lo arreglaron en la entrevista y me mira, sus ojos claros se han oscurecido un poco, me mira de una manera extraña, como si no me hubiera visto en años.— ¿Te encuentras bien? — pregunto preocupada por su cambio de humor, me acerco a tocarle la frente y termino por tropezarme cuando él mueve la cabeza para que no lo toque, me sostengo del respaldar del sofá y lo miro a la cara con una rodilla entre sus piernas — ¿Sucedió algo? — frunzo el ceño.Dejo el saco y intento levantarme, p
Oriel Moreau.La miré molesto mientras la tomaba de los brazos, me miraba a los ojos, parecía que en cualquier momento iba a estallar molesta, aunque nos encontrábamos en una suite, no creí que llegaríamos a hablar de esto hoy mismo cuando por fin me decidí por hablar.— ¿Me dejaste porque te embarazarte de alguien más?, Dime… ¿De quién es hija Olivia, Jade? — pregunto con desesperación, me mira cansada.— Es tu hija… — responde en un susurro que hace que la suelte y me levante del sofá en que estamos sentados— No te deje porque me embarace de alguien más, idiota, tú te metiste con otra mujer cuando estabas de viaje a Londres — se levanta y me apunta con su dedo en mi pecho acercándose a mi rostro — Tú eres el culpable de la ruptura de nuestro matrimonio — se voltea alejándose de mí caminando hacia el balcón a tomar aire.— Pero… yo nunca te fui infiel — digo confundido, porque ambos estamos confundidos — ¿Me estás diciendo que yo te fui infiel? — se voltea.— Si, vi fotos de ti con o
Jade McCain.Observo que Beck entra a la oficina, y no es porque me parezca raro que se la pasen tanto juntos ya que son mejores amigos, pero siento que algo esconden ambos que yo no sé. Hasta podría jurar que Beck sabe mucho de mí por como fue de entrometido a ir a mi cuarto y encontrar mi caja. Pero ahora me encuentro más relajada al saber que todo salió bien, incluso que Oriel y yo nos arreglamos un poco, pero eso no significa que regresare con él.Y el miedo que me cargaba al pensar que podría quitarme a Olivia por habérsela ocultado por 8 años y que ahora la trate como la trata desde la conoció y eso no incomoda para nada, no creí que íbamos a vivir bajo el mismo techo. Aun así, hay algo que esta pasando, ya que es raro que Oriel se haya tomado todo con calma cuando descubrió que era yo y que tenemos una hija en común.A la hora lo veo salir, me mira y me guiña un ojo antes de irse al elevador, solo puedo decir que Beck es alguien raro.— ¡Esperanza! — me levanto y entro a la ofi
Oriel Moreau.Todo había pasado demasiado rápido, desde el momento en que la besé en la playa y vi que no sentía ya lo mismo hasta el momento en que llega su madre de San Francisco y yo tengo que meterme en un papel que no me molesta para nada entrar.— Entonces, ¿No dirás nada? — niega porque tengo razón, más conociendo a su madre — Espero que estés cómoda durmiendo conmigo, por lo que deduzco, tu madre dormirá en tu cuarto, ¿no? — se ríe con sarcasmo.— Dormiré con mi hija, no necesito dormir contigo — excusa a punto de irse, detengo la puerta y se voltea a mirarme.— La mentira no sería creíble, Jade — entrecierra sus ojos molesta ya abre por fin la puerta para irse, salgo del despacho también y veo a su madre bajar cuando Jade se ha ido a la cocina — Espero que se siente cómoda, suegra — me sonríe alegre.— Ay querido, claro que me siento cómoda, hacia años que no te veía — ríe para luego mirarme bien — ¿Se piensan volver a casar? — pregunta y trago saliva, se suponía que hoy Beck
Jade McCain.Me levanto de la banca y lo vuelvo a mirar a los ojos.— ¿Casada? — asiente con demasiada seriedad en su rostro, en verdad que no era ninguna clase de broma de mal gusto lo que estaba contándome — Imposible, yo vi claramente el papel de divorcio, lo firme con esta mano, no es posible que sigamos casados — se levanta tratando de calmarme sentándome otra vez en la banca.— Lo sé, yo también quedé igual cuando me enteré, no sabía cómo decírtelo, la verdad estaba debatiendo toda la semana en cómo decirte esto que descubrí, pero veamos el lado bueno, ninguno tendríamos que pasar por esta sorpresa si alguna vez nos decidimos por casarnos con alguien más, pero veamos el lado malo, no podemos divorciarnos — lo miro confundida por lo que me esta diciendo en este momento.No estaba en mis planes volver a estar casada, claro que no sabía que nunca me había divorciado.— ¿Cómo que no nos podemos divorciar? — pregunto molesta.— Pues, verás… — está por darme una respuesta clara, pero
Oriel Moreau.Jade no se quita el cinturón después de ver la casa en la que una vez vivimos, comenzaba a sentirme culpable por todo lo que tuvo que pasar en mi ausencia y ceguera. La miro como está vestida, había elegido un vestido decente azul oscuro y pegado al cuerpo tanto manga larga como de cuello de tortuga, en cuanto a mí, solo una camisa azul junto a unos pantalones gris, total, era una cena en casa de mis padres.— Vamos a bajarnos — me mira y niega, suspiro, tomo su mano del volante — Sé que debe de traerte malos recuerdos estar aquí, pero solo te diré una cosa, no te detenga para que te humillen, solo ataca sin dudar — me bajo primero, veo que termina por bajarse, al parecer la motive un poco.— Espero que no te arrepientas luego — cierra la puerta del carro y camina a mi lado — ¿Cuánto va a durar tu mentira? — pregunta acomodándome la corbata y los lentes.— Tranquila, que antes de que termine el año, todos caerán — me toma del brazo y sonríe, creo que estamos bien, como s
Jade McCain.Una cajita de terciopelo rojo sobre el escritorio, miro a Oriel esperando el contexto de esa cajita ya que para algo me llamó y supongo que tiene que ver con la pequeña caja.— Ahora somos un matrimonio otra vez, aunque nunca nos divorciamos — habla, algo que ya había procesado y lo aceptaba — Deberíamos tener nuestros anillos para serlo más real — me siento sin creerlo.— O sea, que tenemos un matrimonio por convención cuando en realidad nos habíamos casado por amor, ¿no? — su cara cambia por completo — No deberíamos de hablar esto en el trabajo, solo te voy diciendo que, aunque sigamos casados, mis sentimientos no son los mismos… — tomo la cajita y me pongo el anillo — Pero gracias por el anillo, ya que hay que mantener las apariencias hasta que nos divorciemos — me levanto de la silla y salgo de la oficina para seguir con mi trabajo.Después de unas horas en la que no vi a Oriel, me levanto del escritorio y entro a la pequeña cocina con sala, me preparo un café y comie
Oriel Moreau.Olivia y su equipo había logra llegar a las nacionales de karate infantil, no sabía que estaba en un deporte y es buena, demasiado buena como para no poder dejar de grabar y creo que ya comenzaran los rumores sobre mí, aunque pronto aclarare todo en el lanzamiento del mes que viene, por lo tanto, puedo dar pequeñas pistas.— Hemos llegado y alguien se ha dormido en el transcurso — se ríe, miro por el retrovisor y veo a Olivia dormida, sonrío bajándome, abro la puerta de atrás y la cargo hacia su habitación, Jade nos sigue con un bolso grande que llevó al campeonato, ya dentro subo las escaleras y la dejo en su habitación,Salgo del cuarto y entro al de nosotros, me tomo un baño caliente, el otoño de este año está más frío que el del año pasado, escucho la puerta de la habitación abrirse y salgo poniéndome una toalla en la cintura, al salir la veo sentada en la cama, me mira y sonríe levantándose para entrar al baño, entro al closet buscando mi ropa para dormir que termin