Diana miro a Enzo durante un buen tiempo, sus palabras le dejaron mucho que pensar, quizás ya era el momento de quitarse ese sentimiento de enojo y resentimiento en contra de Enzo.—Enzo tal vez sea mejor para ambos...Pero antes de completar la frase, Diana fue interrumpida al escuchar que tocaban la puerta de su habitación de alguna manera muy apresurada.—Joven maestro, Su abuela está aquí —informo casi de inmediata Nora desde afuera.El rostro de Enzo se puso pálido, de alguna manera tenía una mirada preocupada y Diana pudo notarlo.Así que la razón de que Enzo se sienta ansioso y preocupado se debe a que su Abuela vino de visita.—Diana quédate aquí, no bajes por ningún motivo —le ordena con seriedad Enzo.Diana lo miro con los ligeramente sorprendidos, pero no dice nada al respecto, quizás sea mejor para ella no bajar después de todo a la familia de Enzo no le agrada Diana.—Está bien, no te preocupes, no bajaré, por ningún motivo.—Terminaremos está conversación después, estoy a
—Diana regresa a la habitación —nuevamente se lo pidió Enzo.Diana sin embargo se negaba a dejarlo en su condición actual, volteo a verlo y dijo preocupada —Estas herido, necesitamos tratar esa herida de inmediato.—Estare bien, tu regresa ahora a la habitación.El rostro de Diana palideció de inmediato y las lagrimas fueron inevitables —¿Cuando nos dejarán en paz?... siempre alguien tiene que perturbar en nuestras vidas, ya sea tu familia o otra persona nos nos dejan ser felices.Enzo no pudo evitar enfadarse con su abuela, había cruzado un límite respecto hasta donde podía hablar y mencionar sobre el aborto espontáneo de Diana fue el error más grave de su Abuela. Sin embargo, se las arregló para poner una mirada suave en su afligido rostro para no preocupar más a Diana —No te angusties tanto Diana, haré lo necesario para que haya paz en nuestras vidas.Poco después, Nora llevo a Diana a su habitación. Enzo no quiere que Diana siga escuchando las crueles palabras de sus Abuela.Enzo
Diana al volver a despertar tenía lágrimas en sus ojos, tal vez el hecho de haber perdido al bebé era aún un dolor muy presente en su corazón todavía.Soñar con un bebé es una alegría para ella, pero una pesadilla es nunca poder tocarlo.No es hasta las once de la noche que Diana vuelve a ver a Enzo, después de que su Abuela se fue, él regreso a verla pero debido a la herida en su cabeza la dejo durmiendo mientras un doctor revisaba la profundidad de la herida.Así que después de atender la herida fue nuevamente a ver a Diana.Somnolienta en la cama, Diana inmediatamente abre los ojos y dice —Te dije que debían atender la herida en tu cabeza... ¿Lo hiciste?—Si, ya está hecho no te preocupes.—Ya veo, es una alivio.Diana se levantó lentamente y se sentó, Enzo por otro lado con un pañuelo limpio su rostro.—Diana, teníamos una conversación pendiente, se que no es momento para hablar de ello, pero quiero escuchar tu respuesta.—¿Mi respuesta?—Si —afirma.Diana entonces abrazo a Enzo
Diana después de comer se levantó del comedor se sentía un poco mal como si estuviera mareada, no sabe por qué ahora se sentía de esa manera, así que para no preocupar a Enzo prefirió regresar a la habitación cuanto antes.No obstante esa sensación le era muy familiar.—Enzo, regresare a la habitación —dice ella con el rostro ligeramente pálido.En al escucharla, levanta el plato de Avena y después de verificar que ella comió todo la deja ir —Esta bien, ya llame al doctor, cuando llegue subiremos para que te revise.—Entonces esperaré arriba Enzo se levanta e hizo una llamada mientras Diana se dirigía de regreso a la habitación.Mientras Enzo conversaba con otra persona por el teléfono, fue entonces que escucho el grito angustiante de Nora en el segundo piso.—¡Joven Maestro... Joven maestro, la joven señora se ha desmayado venga rápido! —el grito desesperado de Nora dejo atónito a Enzo.Enzo en un momento de shock soltó el telefono al suelo y subió desesperado por las escaleras hasta
Diana, al darse cuenta de que podría tener una especie de enfermedad grave, se siente inquieta y asustada. Y fue en ese momento que una enfermera entro, así que le pregunto la razón de por qué la hospitalizaron, pero ella no supo qué decir. Diana ahora se siente angustiada. Agarra a Enzo de sus ropas y pregunta una y otra vez que sucede con ella. De alguna manera entonces ve que Enzo ha llorado. ¿Por qué ha llorado? Pero después de todo, es su propio cuerpo. Ella desea poder saber la verdad. No quiere que la engañen ni le oculten nada. No quiere vivir una vida sin conocer la razón, su muerte o quizás solo está exagerando. Sin embargo, cuando Enzo escucha las palabras de Diana y se da cuenta de su pensamiento, Enzo la abrazo y apoya su rostro en su hombro —Diana por favor cálmate no es nada de eso, solo que es difícil decirte algunas cosas. Enzo se siente aliviada al escuchar eso. Pero, ¿por qué Enzo duda tanto?… ¿Qué está pasando realmente? Diana abraza a Enzo y le pregunta
Algunos días después, Enzo regresaba del trabajo, se sentía tan ansioso de ver a Diana que regreso más temprano del trabajo. Y una vez que llegó lo primero que hizo fue preguntar por Diana. —¿Dónde está Diana? —Enzo pregunto tan pronto llegó del trabajo —La joven señora está en el jardín con su amiga, la señorita Karen —Nora respondió. —¿Vino sola?. —El prometido de la señorita Karen se quedó en el pequeño puerto, debió verlo cuando venía por ahí. —No, no vi nada, quizás estaba distraído en ese momento —explica Enzo sin interés. —¡Enzo!— La dulce voz de Diana provino desde el otro lado del pasillo, llamando la atención de Enzo. Enzo abrió los brazos y espero que Diana lo abrazara, Diana al ver tal acción se apresuró a darle un abrazo —¿Cómo te sientes hoy? —pregunta Enzo un poco preocupado. —Me siento bien, aunque las náuseas matutinas son un poco difíciles, puedo soportarlo por el bebé —explica Diana con una ligera sonrisa. Enzo sonrió y acarició la cabeza de Diana y curioso
Diana al final del día estaba sentada en la cama de la habitación sin ganas de hacer nada, después de escuchar la conversación que Enzo tuvo con el doctor, ella no tenía las fuerzas para levantarse, quizás cuidándose, podría cambiar las cosas. Poder vivir junto a Enzo y su bebé es lo que más anhela Diana. —¡Diana! —La llamo Enzo. Diana solo entonces reaccionó, lo que no sabía era que Enzo la había estado llamando durante un buen tiempo. —¿Qué te preocupa Diana?, has estado actuando raro desde que llegué. —No es nada Enzo, solo pensaba en algo, pero no es nada importante —explica Diana con una suave sonrisa —¿Estás segura?… cuéntame Diana que te tiene tan pensativa. Los dos se miraron durante un buen tiempo, Diana estaba decidida a ocultarle a Enzo lo que escucho, era preferible para ella no preocupar a Enzo. Además, últimamente todo ha estado tranquilo, quería seguir teniendo este tipo de paz, así que si Enzo descubría que ella escuchó todo, lo tendría angustiado todo el tiempo
Enzo que estába hablando con Nora y el cocinero sobre la barbacoa Coreana, vio a Diana parada en el marco de la puerta con una rostro un tanto preocupado.—Enzo, tengo algo que decirte, podemos hablar en la habitación.—Claro de que quieres hablar.—No puedo decírtelo aquí, podrían escuchar lo que te tengo decir Enzo.—Bien vamos a la habitaciónLlegaron a la habitación, Diana enganchada del brazo de Enzo cómo si sujetará para no caer y él pensando curioso sobre lo que Diana tenía que decirle—Enzo he estado pensando demasiado en esto, sé que sonara algo precipitado de mi parte, pero no puedo seguir pe es—Tengo miedo —Dijo Diana causando confusión en Enzo y más cuando las lágrimas inundaron los ojos de Diana.Enzo de alguna manera se sintió angustiado al escucharla decir tales cosas de la nada ¿Por qué Diana tiene miedo?—Sé que este embarazo debe ser lo que más alegraría nuestras vidas, pero se está tornando preocupante y doloroso— Diana dijo entre lágrimas, se abrazó a sí misma mien