Luego de hacer todo me preparé y tomé un baño fresco, aunque algo cálido, mientras pensaba que ponerme, estaba nerviosa, como si fuera nuestra primera cita hasta que me dije
Andrea: -sonrojada- aún no tenemos nuestra primera cita -se mira al espejo y se pregunta a si misma que hacer-
Lili quien buscaba a Andrea para ver si necesitaba ayuda escucho sus dudas y dijo: si sales del baño te puedo ayudar.
De el susto de oír la voz de Lili casi me caigo de trasero y mientras me calmaba salí y le expliqué mis dudas a Lili, como si fuera gracioso solo pudo reír y mientras me ayudaba a secar el cabello logro calmarme, la vez que vino Marcela había traído más ropa mía, aunque sabía que yo lavaba mi propia ropa y hacia lo demás, pero aún así insistió en traerme más ropa.
Liliana acomodo mi cabello y le hizo unas lindas ondas, tuve que pedirle ayuda en el maquillaje, ya que yo nunca era de mucho maqu
Tendré que ponerlo en 2 partes, en este capítulo Elías se culpa por dejarla sola debido a su erección y pensar que sería descarado de su parte dormir con Andrea, pero ella aun estaba preocupada por el sueño, solo que las caricias y el calor estimularon a ambos a crear un lazo más fuerte.
El me miró calmado y se fue moviendo lento, pero como el dedo gana lo hundió poco a poco, mientras me decía que le encanta estar dentro de mi. Eso me hizo sonrojar y le di permiso de meterla toda, lo abrase con mis piernas mientras nos besamos se movió con cuidado pero con deseo, siempre estaba atento de mi, y yo estaba pendiente de el, incluso mientras se movía me hablaba y me volvía pedir disculpas, mientras se volvía a confesar. Yo lo abrace y le hablaba también, agradecí por conocerlo y por siempre estar allí para mi, le aclaré sus dudas y siguió moviéndose, luego me dijo que llegaría y sacó su pene para terminar en mi cintura, lo vi disculparse y apenado busco un paño para limpiarme, me lavo la cintura con ternura y luego volvió a la cama. Nos despertamos en la mañana y como si sus tíos fueran adivinos nos preguntaron si habías dormido bien o muy bien, lógicamente era una trampa dijeras una u otra, a
Teníamos todo listo para ir de acampada y escalada, Kindi se había recuperado en tiempo récord, aunque las veces que Andrea tenía pesadilla me iba a su cuarto y me quedaba con ella hasta que lograra dormir, sabía que eso la calmaba y más si los besos iban seguidos de deseo, ambos nos cuidamos aunque ya habíamos hablado en caso de romperse en condón o querer hacerlo sin protección. Que fuera precavida me era genial, a veces me ponía como un niño y dejaba que durmiera con ella tocando sus pechos, admito que en la mañana despertaba con una gran erección y ella animada por ver eso, mientras sonreía decía Andrea: eres un novio muy calentón. Elías: -apenado- discúlpame. Y aunque yo dijera discúlpame ya ella se metía bajo las sábanas y me daba placer oral, admito que para mí Andrea era una mujer muy fogosa y más cuando ella tomaba ventaja de mis erecciones, aunque admito que ella me encantaba a
Siempre que tenía pesadillas le copiaba a Elías o en su defecto iba a su recámara y me acurrucaba a su lado, el prefería siempre que fuéramos a mi cuarto, ya que era vecino de cuarto de Kindi, eso aunque me hacía sonreír aceptaba, admito que a veces tenerlo tan cerca me causaba deseo sexual y le decía que tenía ganas de el. No sé quién asombra más a quien, si Elías a mí con sus mañanas animadas o yo porque verlo así me daba deseo de sentirlo y hacerle el amor, admito que algunas mañanas cuando se acomodaba me excitaba, así que al estar despierto, bajaba hasta su caderas y le daba placer oral, ver cómo de manera tímida tapaba su boca para no dar gemidos muy audibles. Me volví amante de sus “deseo estar dentro de ti” le gustaba el movimiento y la variación, y siempre er
Al fin habíamos llegado y aunque pudiéramos dar un paseo estaba pensativo, no solo me preocupaba por la gran recuperación de Kindi, también de si hacíamos bien en dar todas estas vueltas, es cierto que en pleno campo y sin nada de WiFi no me daba muy buena espina, pero decirle eso Andrea sería preocuparla de más y eso no quería ni de chiste. Al llegar nuestros cuartos no eran tan separados, Andrea sería mi vecina de al lado, el sensei estaría en el miedo y los cuatros frente a nosotros serían el de Kindi y Liliana, aún no entendía esa distribución pero me era válida, admito que podríamos cubrir un campo de la vista gracias al balcón. Como hacía calor dejé la ventana abierta, pero quería entrenar, conociendo Andrea de seguro hacia una leve meditación para estar preparada para mañana, siempre me decían que era bueno calentar al cuerpo antes de hacer cualquier tipo de ejercicio. Luego de estar una hora sentí qu
Medité en la noche ya que en la mañana no podría, y más si debíamos levantarnos y estar más que listos antes de las 7:00 am, luego de eso decidí bromear un rato con Elías, pero apenas dijo Elías: no hice ejercicio porque ambos tuvimos ejercicio de cardio -pícaro-. Mi cara se tornó rosada y solo pude reír y dejar por ahora la plática, vale admito que con el sentía muchas mezclas, entre ellas ella seducción y deseo, nada más con algunos besos y roces ya mi cuerpo lo quería sentir mejor y bueno claramente de un paso a otro se llega a cardio. Sonreí mientras apagaba la luz del cuarto, no pude alarma porque igual estaría atenta, sabía cómo organizar mi cuerpo con las horas de sueño, así que luego de quitarme un leve sudor me fui a la cama; la mañana fue tranquila y con el sonar de la alarma de Elías me desperté y hice mis estiramientos aún en la cama y luego fuera de la cama. Me asee un poco
Hacer el trote no fue difícil, al menos no para mi, si vi muchos cansados, Andrea de por sí estaba distraída, admiraba que Andrea intuyera muchas cosas, conmigo tanteaba todas las posibles causas con la mirada, comprendía mi preocupación y eso en parte a veces me incomodaba, claramente quería decirlo yo mismo, pero no quería decirle que me preocupaba en si para no asustarla. Al llegar allí mire a Andrea, sus ojos brillaban como una niña cuando va al acuario por primera vez, yo ya lo había visto antes y había escalado antes en lugares de entrenamiento, sabia la historia de la madre roca y era increíble, cuando nos llamaron también llamaron a subir una pareja recién casada, la mire atenta y admito que le dije *esos seremos tu y yo en unos años*.La vi sonreír y subir a mi ritmo, me era increíble como tanteaba las piedras y subía de manera firme, muy poco miraba abajo, pero la voz de la chica llamo su atención y hizo una seña para bajar, a veces
7:00 am del día Jueves de 2001, una mujer sencilla pero muy hermosa mira el reloj cada 3 segundos mientras se pregunta *Porque tarda*, mientras de vueltas de un lado a otro y se alza un poco de puntas para ver si logra notar a la persona que espera. Luego de 5 minutos logra notar como un joven de 23 años de edad, alto de 1.78, piel bronceada claro y cabello marrón rojizo claro y de cuerpo atlético sale de las puertas mirando a los lados, mientras ella agita su mano para que logré verla, al verlo más cerca dice Ming Hong: Elías por aquí. Elías: tía Ming, es bueno verte de nuevo. Luego de un cálido abrazo este le indica que el podía ir sólo a la casa de ella, su tía le explico que no tenía problema ya que hoy lo tenía libre y podía ir lo a recoger con calma, este sólo ríe y la pone al tanto de los detalles. Luego de llegar a una modesta casa, su tío Frank lo reci
Andrea es la hermana menor de la familia, a pesar no haber conocido mucho a sus padres, siempre los admiro y respeto, su padre era maestro de Artes marciales, y su madre llegó a ser una gran violinista, los tíos paternos acogieron a ambas niñas y las educaron como si fueran sus hijas, nunca les llegó a faltar nada, Marcela aún así cuidaba mucho de su hermana y aunque no le gustará aprendió artes marciales con su tío, estudio y se graduó como profesora de universidad en la rama de Poesía y literatura. Andrea quien miraba a su hermana agotada le explicaba no necesitaba esforzarse mucho, ya que ella también la ayudaría, a lo que Marcela enojada le dijo Marcela: ah no, eso si que no… mantendré la promesa de nuestro padre y tu vas a seguir tus estudios, se que nuestros tíos están bien, pero tampoco me gusta la idea de depender de ellos como parásitos. Andrea sólo pudo suspirar y decir: captó tu idea hermana