Acariciaba aquella vieja fotografía con delicadeza, sus ojos teñidos de melancolía, recordando aquel pasado que aunque lejano, seguía doliendo con la misma intensidad.Todo era tan perfecto, pero precisamente por ser perfecto se terminó en un efímero segundo.Casandra lloró, sintiendo el peso de las emociones ahogandola, sintiendo que nuevamente su mundo se reducía a cenizas, al ver al hombre que amaba al lado de aquella que alguna vez, llamó mejor amiga.- Casandra, ¿Está bien?.- Idalia entró a la oficina de su jefa, socia y amiga, quien raras veces aparecía en el restaurante.La pelirroja no respondió, pero tampoco fue necesario: Idalia sabía perfectamente lo que pasaba, por eso prefirió ir a ver como estaba.- Deberías dejarlo ir ya. Él tomó su camino y eligió ser eternamente infeliz a su lado, a luchar por el amor que siempre se tuvieron.- Idalia cerró la puerta de la oficina y se posó junto a la mujer.- Lo sé, pero a pesar del tiempo, sigue doliendo como el infierno. Además, yo
- ¡Esa maldita zorra!. ¿Cómo consiguió ser la favorita del señor Lamprou?.- Aurora caminaba de un lado a otro desesperada, cómo león enjaulado.- Es su amante. ¡Sí, seguramente es su amante!. ¡Claro!, ¿Por qué no?. El viejo aún mantiene lo suyo y Alexein sería quien completara el trabajo que él no puedo, eso es.Aurora se encontra despotricando en el despacho de Fernando fuera de sí. Había regresado junto al hombre a España, pues después de ver que ahora la castaña contaba incluso con guardaespaldas privados y ya no dependía de la compañía de Dafne, se dieron cuenta que acercarse a ella era casi misión imposible.Estaba furiosa porque, ¿Qué tenía ella de especial que incluso el patriarca Lamprou y su querida nieta estaban dispuestos a todo con tal de protegerla?. Pero no era eso lo que más le dolía.Lo que más dolía en su corazón era ver que incluso Alexein estaba dispuesto a enfrentarse hasta las últimas consecuencias a Fernando con tal de protegerla. Ella lo tenía hechizado por com
Dorian miraba hacia todos lados con impaciencia, buscando entre aquella marea de cabelleras, a una flameante pelirroja, pero esta no apareció.Por lo visto ese día había decidido no ir a supervisar el restaurante.Suspiró decepcionado, dándole un largo sorbo a su café, cuyo aroma y sabor gritaba Casandra a todo pulmón.Miró la hora en su reloj: las 11:00 de la mañana. Ya se había retrasado 15 minutos y ya comenzaba a impacientarse. La impuntualidad nunca había sido algo tolerable en su entorno.Echó un último vistazo a todo el lugar con evidente fastidio y fue hasta entonces que notó al hombre que ya tan bien conocía ingresando al lugar.Alzó su mano para llamar la atención y este no tardó en encaminarse en su dirección.- Lamento la tardanza señor Lamprou.- El hombre dijo apenas llegó a este.- Pero descubrí información de última hora y no quería entregarle detalles inconclusos.Dorian asintió, mientras hacia señas a una camarera.- ¿Deseaba algo más señor?.- La joven preguntó amablem
Caliope se paró en medio del pasillo y miró la espalda rígida del hombre que se encontraba apoyado en la barandilla de aquel balcón.Si silueta elegante y porte sofisticado lo hacian parecer un ser que no era de este mundo y aquella postura sólo acentuaba el aire de misterio y peligro que siempre estaba a su alrededor.El sueño que nunca podría ser suyo... Eso era Dorian Lamprou.Dos personas obligadas a convivir desde la infancia. Dos amigos que compartieron sus juguetes y sus sueños, sus dulces y sus anhelos, pero que nunca compartieron los mismos sentimientos.Ella se enamoró de él perdidamente, pero él... Él ya le había entregado el corazón a aquella dulce y hermosa pelirroja.Creyó que podría recuperar su corazón con el tiempo, ¿Pero cómo podría recuperar algo que nunca fue suyo?.Porque sí. A pesar de sus mentiras, de todas las artimañas usadas para separarlos, el corazón de aquel hombre jamás latiria por ella.Sus manos se cerraron en puños, hasta que las uñas se clavaron en su
Aura observaba a través del cristal de la ventana de su oficina, sentada con su cuaderno en las manos, mientras sus ojos seguían el trayecto de las pocas nubes que adornaban el cielo, con sus manos trazando líneas sin cesar en el papel.Su mente era caótica, y sus emociones se desbordaban como un río sin cause, chocando como olas sin piedad contra su frágil cordura.Y los trazos en el papel, eran reflejo de el caos que reinaba en su interior. Los matices rojos, grises y negros, predominaban en cada diseño, mientras que las formas de cada creación, dejaba al descubierto aquel lado salvaje y vulnerable imposible de ver a primera vista.Un suspiro frustrado brotó de sus labios y los pensamientos intrusivos volvieron a adueñarse de su autocontrol: estaba al borde del abismo y la tentación de lanzarse era tan fuerte, que estaba viendo todos sus planes irse en picada.- ¡Quita esa cara larga mujer!, Las primeras sesiones siempre son las más difíciles.- La voz de Dafne resonó en el lugar.A
- No sé por qué pero desde que te enamoraste pareces alguien distinto.- Daniel miraba al hombre frente a él con una sonrisa pícara y burlesca.- Nunca creí que podrías sonreír tantas veces en un sólo día.- Tú siempre estás sonriendo como idiota cuándo estás cerca de Dafne y yo nunca te he dicho nada.- Alexein contraataco, mientras tecleaba en la computadora sin parar.- Yo siempre he sido una persona alegre y optimista, con una sonrisa siempre lista para ser obsequiada, a diferencia tuya que siempre parece que te has comido una caja de limones.- ¿Por qué carajos sigues aquí?. Tienes tu oficina, ¿No?.- Alexein miró al ojiazul con una ceja alzada, tratando de descifrar aquella mirada tan poco común que desde hacia algunos días acompañaba a Daniel a todas partes.- Es más divertido venir a fastidiarte.- Daniel sonrió inocentemente.- Además, si he venido es porque encontré algo que puede interesarte.El ojiazul puso una carpeta sobre el escritorio de Alexein, desviando la atención de est
- ¿Qué te preocupa tanto cariño?.- Alexein preguntó al ver a la chica con la mirada perdida en un punto inexistente, mientras mantenía la mano apretando el lápiz entre sus dedos.- Hay demasiado silencio.- Aura respondió en un susurro, sin desviar sus ojos de dónde miraba.- ¿A qué te refieres?.- El ojigris se removió en su asiento, inquieto ante el tono empleado por su novia.- Fernando ya me encontró... No entiendo porque aún no actua.- ¿En serio te preocupa que no te busque?.- Alexein la miró sin entender, mientras una punzada de celos azotaba su pecho con violencia.- No lo entiendes...- Aura susurró, dejando el lápiz sobre su libreta, dirigiendo su mirada hacia él.- Fernando sólo guarda silencio cuando los peores pensamientos e ideas sacuden su cabeza. Él... Él nunca se queda de brazos cruzados y cuando lo hace, es porque algo catastrófico está planeando.Alexein guardó silencio y la miró. La inquietud se reflejaba en su rostro y la incertidumbre ofuscaba su semblante.Quería d
Alexein se paseaba de un lado a otro presa de los nervios y la ansiedad.La ambulancia no había tardado en llegar y habían trasladado a Aura a uno de los mejores hospitales de la ciudad, el cual, era uno de los beneficiados por Grupo Lamprou.La habían atendido de emergencia, pero hacia ya más de tres horas que la habían ingresado al quirófano para extraer la bala y aún no tenían noticias.- ¡Alexein tranquilizate!.- Dafne se acercó hasta el ojigris y posó su mano en el hombro de este.- Va a estar bien, ya verás.Alexein no respondió.Lo creería si la castaña no se hubiese desmayado a medio camino debido a la pérdida de sangre.- ¡¿Dónde está mi sobrina?!.- Alexein se giró y una punzada de dolor le atravesó el alma, al ver a Casandra hecha un desastre.- Aún no hay noticias muchacha, pero estoy seguro que estará bien.- Bastian le sonrió, pero la mueca de preocupación en su rostro no desapareció.- ¿Y los niños nani?.- Ya están en casa mi niña.- Casandra respondió.- Les explique un po