Una vez que todo estaba preparado, Margie Cloude no se apresuró a llamar a Harvey York. Sabía que precipitarse no la llevaría a ninguna parte.

Cuando ya estaba próxima la hora -eran casi las diez-, llamó a Harvey.

"Sr. York, he conseguido el dinero; pero es todo en efectivo. Es bastante incómodo de llevar, de un lado a otro".

"Le daré la dirección de un club privado. Recuerde, debe traer la copia original del video y prometernos que no aparecerán más copias".

"Si no, ¡no le daré el dinero!".

Margie parecía no confiar en Harvey, pero era todo un acto. De esa manera, todo parecería más realista.

Harvey aceptó sus condiciones.

"Claro, espérame allí. Te veré en un rato".

Después de un momento, Margie le envió a Harvey la ubicación a través de su teléfono.

Al ser un club privado, Margie tuvo que reservar todo el lugar. Los cuatro estaban presentes.

Escoger un lugar como este para manejar sus negocios, era más conveniente para ellos; pues no tenían ninguna relación con el lugar.