Koen agitó su mano, indicándoles a sus subordinados que cerraran la puerta.

Entonces dio un paso adelante y fulminó a Harvey con la mirada.

“Que yo sepa, no hace ni unas semanas que conoces a Amber y a los demás”.

“Estoy bastante seguro de que la relación entre ustedes no es tan estrecha como la pintan”.

“¿Estás aquí para vengarte de mí por ellos? ¡Qué chiste!”.

“¡En estos tiempos, cada hombre lucha por sí mismo! ¿De verdad crees que me creería tus estúpidas mentiras?”.

“¡Sé exactamente por qué estás aquí ahora mismo!”.

“Mientras ignores el incidente de Amber y olvides lo que pasó hoy...”.

“Mientras no digas una sola palabra sobre esto...”.

“Tengo un cheque por valor de ciento cincuenta millones de dólares para ti. ¡Considéralo un regalo por nuestra amistad!”.

Koen sacó cuidadosamente un cheque.

Se lo habían dado los Indios...

Sin embargo, tuvo que sacarlo antes de que pudiera asentarse en su bolsillo, lo que le enfureció por completo.

Dicho esto, no tenía otra opción.

Si