En la noche, un Toyota Prado se dirigió justo en el Jardín de Caridad donde se realizaría el evento.

No había pruebas, pero a juzgar por las pistas y los aspectos de diversas condiciones, Harvey estaba seguro de que Jeff tenía a Mandy como rehén.

Si hubiera sido en cualquier otro momento, habría calculado los riesgos y reunido pruebas antes de actuar.

Sin embargo, no podía esperar más, ya que su mujer estaba implicada.

Según su información, Jeff era un hombre obstinado que haría lo que quisiera.

Comparado con el autoproclamado estratega, Joseph, que era bastante metódico en sus acciones...

Jeff no solo era más difícil de tratar, pero su forma de hacer las cosas era aún más loco.

Harvey no confiaba en garantizar que Mandy saldría ilesa de la situación.

Condujo el coche a la velocidad del rayo, saltándose semáforos en rojo y tomando atajos para llegar al Jardín de Caridad lo antes posible.

Al mismo tiempo, llamó a George para que hackeara el lugar y le enviara los planos del mis