A pesar de que Garry Duncan estaba sorprendido, aún era el Campeón de Artes Marciales Mixtas. En esas circunstancias, no había forma de que no fuera sensible a su reputación.

Se cubrió la cara y se puso de pie, luego miró a Aiden Bauer con enojo.

“¿Quién crees que eres, Aiden?”.

"¡Deberías saber que ni siquiera tendrías una oportunidad si peleo contra ti, ni aunque fueran diez tú!".

¡Paf!

Aiden no perdió el tiempo hablando y abofeteó a Garry en la cara, haciéndolo tropezar hacia atrás.

“Campeón de artes marciales mixtas, ¿verdad?”.

“¡¿Eres tan bueno?!”.

"Si realmente eres tan bueno como dicen, ¡entonces muéstramelo!".

Aiden ya se había reconocido a sí mismo como el lacayo de Harvey York. Ya que existía la posibilidad de mostrar su destreza ante su maestro, naturalmente haría lo mejor que pudiera.

“Tú…”.

Garry se cubrió la cara una vez más. Nunca pensó que Aiden le faltaría al respeto de esta manera.

Los otros reunidos alrededor quedaron estupefactos cuando vieron la vista.