"¿Soy incapaz?".

Harvey se echó a reír.

“¿Intentaste ir en mi contra por tu cuenta, Señorita Miyamoto? ¡¿Cómo sabrías eso?!".

"¡¿No sabes que los hombres como yo somos incapaces de ser incapaces?!".

Harvey chasqueó los dedos.

Sakura se rio con frialdad.

"Al juzgar por cómo te ves, ni siquiera necesito intentar luchar contra ti para saber que eres incapaz, Señor York". Dijo Sakura, con claro desdén en su rostro.

"¿Eso crees?".

Harvey volvió a reírse y golpeó suavemente la mesa.

Siguiendo sus movimientos, un dado se convirtió en polvo sin el menor ruido.

Y luego, el segundo...

Luego, el tercero...

La multitud quedó estupefacta. El rostro de Sakura estaba completamente congelado.

Ante esto, la multitud estalló en murmullos emocionados.

“Cuatro…”.

“Cinco…”.

“Seis…”.

“¡Quince en total! ¡Grande!".

Todos los invitados quedaron impactados. Aquellos que habían ridiculizado a Harvey antes se congelaron, sintiendo como si de repente les hubieran dado una bofetada en la cara.

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