Harvey entrecerró los ojos mientras estudiaba brevemente el Salón de Kendo del Camino Shindan. Luego, se dio la vuelta.

Tarde o temprano, vendría y los desafiaría. Sin embargo, este no era el día.

Siguió a Xynthia hasta el Budokan de Longmen. La arquitectura antigua de Gangnam se podía ver por todo el lugar. Era una vista bastante elegante.

De todas las sucursales de Longmen, la sucursal de Mordu era una de las más fuertes.

Además del Grupo Kaizen, que era considerado como la gallina de los huevos de oro, había más de cien Budokan más que pertenecían a la sucursal Longmen de Mordu esparcidos por todo el país.

El que estaba frente a Harvey en ese momento era el Budokan de ellos.

Estos Budokan fueron utilizados a menudo por los discípulos de Longmen para refinar sus habilidades, al mismo tiempo actuaban como un centro de reclutamiento para las masas.

A los mujeriegos ricos y a las señoras ricas les encantaba tener sus nombres en estos Budokan. Muchos gastarían mil quinientos dólar