En la Residencia Jardines.

Harvey York entró con cuidado, a punto de darse una ducha en el baño.

Con un clic resonante, toda la sala de estar que estaba muy oscura se iluminó.

Mandy Zimmer y Xynthia Zimmer vestían pijamas en el sofá, con los brazos entrelazados en sus pechos mientras miraban a Harvey.

El Amo York, quien acababa de lisiar a un líder de una sucursal de Longmen, sintió que se le entumecía la cabeza.

Tuvo que forzar una sonrisa y preguntar: "Mandy, Xynthia, ¿por qué todavía no están en la cama?".

“¿Qué estabas haciendo afuera? ¿Y por qué volviste tan tarde?”.

Mandy estaba frunciendo el ceño.

Harvey respondió: “No es nada. Simplemente fui a tener una charla con el padrino de Hugh”.

"¿Y entonces qué pasó?".

“Y entonces, el padre e hijo se dieron cuenta de sus propios errores. Prometieron no volver a poner un pie en Buckwood nunca más. Luego se tomaron de las manos y se fueron”, dijo Harvey, lleno de confianza.

Mandy y Xynthia se miraron con incredulidad, pero vier