Harvey sonrió indiferentemente. “Para mí, solo hay personas que quiero matar, y no hay personas que no pueda matar”.

“Incluso Dios no podría salvar a quien yo quiera matar”.

En ese momento, una voz sonó desde el tercer piso de la villa. "¡Joven, no tienes derecho a hablar de esa manera!".

Roy se sorprendió. Luego dijo con emoción: “¡Hermano Mark! ¡Finalmente estás aquí!”.

Apareció un hombre de unos veintisiete o veintiocho años. Era muy alto y tenía puesto un traje. Tenía una mirada de extrema arrogancia, como si no le importara nada en este mundo.

¡Era el líder de los Tres Santos del taekwondo, Mark Duane!

También era el primer discípulo de Wallace Park, así como el superior de Roy.

Mark le lanzó a Harvey una mirada llena de frialdad. “Déjalo ir y deja atrás a la mujer. Ustedes dos se cortarán una mano y un pie justo después. Solo entonces los dejaré ir ilesos”.

Harvey se rio. "¿Ustedes? ¡Incluso si tu maestro estuviera aquí, no se atrevería a decir todo eso!”.

Mark espetó fu