UNA SEMANA DESPUÉS.

—Hija...¿Cómo me pides eso? —se negó una vez más, Arion a lo que ya hacía una semana Skarlett le pedía y Romina apoyaba.

—Padre, no quiero estudiar siempre con una maestra privada.

—Arion...escucha a nuestra hija, ella pie da en su futuro.

—Si padre, yo también apoyo esa idea, no siempre vamos a estudiar con una maestra privada, queremos conocer el mundo papá. —dijo por primera vez Taro, Romina lo miró sorprendida al escuchar esas palabras.

—Tu ni lo pienses. —respondió Romina a Taro.

—¿Por qué madre? ¿Acaso no soy digno de pensar en mi futuro? ¿Porque solo quieres deshacerte de mi hermana? —insinuó Taro mirándola fijamente.

—No...no quiero deshacerme de ella, no confundas las cosas cariño, es solo que tú eres diferente. —Romina trató de no ser tan evidente ante Arion, demostrando las ganas que tenía de deshacerse de Skarlett.

—¿Que tengo de diferente madre? El que no sea tan hábiles como mi hermana, no significa que sea diferente. ¿O para ti sí lo soy? —preguntó