Cuando su hermana se levantó, Egan se llevó la palma de su mano a la cara y su profesor, la miró con gesto confundido debido a su arrebato. –Oh… Disculpe profesor Cooper –se disculpó la joven torpemente al ver que todos la observaban –Es sólo que me he frustrado, ¿Podría explicar nuevamente la fórmula? –El profesor Cooper la observó por unos instantes antes de acceder, no sin antes advertirle que debía controlar su frustración.“¿Qué diablos te pasa?” –preguntó Egan cuando su hermana volvió a sentarse y el profesor Cooper comenzó a repetir su explicación“Te lo explicaré en casa”“Me lo explicas ahora, después de semejante ridículo no me vas a dejar así” “Bien, te lo contaré después de la clase” –accedió Elizabeth“No, no voy a dejar a Anna sola con la psicópata esa acosándola”“No la vamos a dejar sola, Adeline y Connor estarán con ella, además, creo que ya va siendo hora de que le digas lo que sientes, no pierdes nada con hacerlo” –lo aconsejó su hermana“Sabes que no puedo Eliza
Connor observó lo que la pantalla del celular mostraba, una sonrisa traviesa se dibujó en su rostro antes de apresurarse a la zona que estaba designada a los equipos de sonido. Al ver que su amigo encendía una de las bocinas, Anna comenzó a hacer profundas inhalaciones, esta era una de las actividades que más le gustaban, pero también, era una de las que más nerviosa la ponían, pues todas las miradas, se centraban en ella.“Operación Ragnarok” era un código que usaban en clase para interrumpir lo que otro estudiante estaba haciendo, lo cual, estaba permitido por el profesor, pues esto le permitía observar de mejor manera el avance de sus estudiantes, ya que podía hacerse con instrumentos o con pistas para apoyar la voz, tal y cómo ella lo iba a hacer.Anna estaba decidida a no darle el gusto a Antonella de pensar que ella también se dejaría intimidar, así que, decidida, se dirigió a la zona donde estaba un juego de tres micrófonos, tomó uno y lo encendió, apenas la música inició, ella
Extrañada por la pregunta, Anna dirigió su mirada hacia dónde Egan apuntaba. En las escaleras del pórtico de su casa, había dos hombres, uno de ellos, era su padre, Luka Rizzo, quien observaba la camioneta con curiosidad, mientras que el segundo, no dudó en ponerse de pie al tiempo que metía sus manos en los bolsillos de su pantalón. –No, nunca lo había visto –dijo con voz queda al mismo tiempo que clavaba su mirada en el hombre que estaba de pie. Era cierto, nunca lo había visto, pero, algo en él, le parecía muy familiar–Bueno, eso es normal, el líder Moretti no suele dejarse ver fuera de su propiedad –dijo Dante, quien tenía la mirada clavada en ella a través del espejo retrovisor –Ayúdala por favor, iré a saludarlo –le indicó a Lysander quien asintióPresuroso, el joven abrió la puerta para Anna y la ayudó a bajar, después, ambos se dirigieron al maletero de la camioneta donde ella tomó su mochila y se apresuró a dirigirse a dónde su padre se encontraba.Para ella, era una imagen
Sin saber que hacer, Anna observó la mano que Alastor le tendía, después, dirigió su mirada hacia su padre, Luka, quien le sonrió tiernamente y asintió lentamente indicándole que debía confiar en el hombre frente a ella.Cuando al fin se decidió a hacerlo, Anna sintió cómo el hombre apretaba su mano con suavidad para disimular el temblor en ella, por lo que, cuando Anna se levantó, ambos observaron sus manos unidas, lo que provocó que Alastor sonriera ampliamente antes de guiarla fuera de la cocina.Mientras caminaban, Anna seguía con la mirada fija en sus manos, el calor de la mano de ese hombre, de su padre, era un calor agradable, uno que, de hecho, le gustaba, por lo que una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro, sin embargo, tan pronto llegaron al salón, esta desapareció.Al dirigir su mirada al salón, vio a los mellizos sentados juntos con Lysander de pie detrás de ellos, al verlos entrar, Egan intentó ponerse de pie, pero Lysander lo obligó a sentarse de nuevo. Por su parte, D
Al escuchar las palabras del hombre, Anna se estremeció. Había intentado ser fuerte, pero la información que estaba recibiendo, no la estaba ayudando en absoluto. No había mentido cuando había dicho que podía entender que, de hecho, él era su verdadero padre, incluso, había comenzado a lidiar con la idea de que no sólo era el hombre más poderoso de Wolfsong, si no que, también, era un hombre lobo y un alfa. Después de todo ¿Cómo dudar de eso? ¡Había visto a su consejera escolar transformarse frente a sus propios ojos! Sin embargo, ya no estaba tan convencida de querer saber los motivos tras su abandono, le dolía la cabeza, y sabía de sobra que sería un tema difícil, pues tanto Alastor como Dante, habían mencionado una guerra, y eso, en ningún mundo, podía ser algo bueno. En silencio, Anna observó como Alastor volvía al salón, y tras echarle un rápido vistazo a la chimenea, el hombre se inclinó sobre ella para encenderla. –¿Estás bien? –le preguntó una ronca, pero suave voz a sus e
Con el humor renovado, Alastor volvió a su lugar y tras tomar otro sorbo de agua, intentó seguir relatando su historia, sin embargo, los jóvenes continuaron con sus preguntas, lo cual no le sorprendió en absoluto, ellos eran así por naturaleza, mientras que los adultos, sólo se limitaban a escucharlo.–Señor, si me permite preguntar, ¿Por qué se refugió en el pueblo de Wolfsong? Quiero decir, esta ciudad, siempre ha estado rodeada por cuatro manadas –preguntó Lysander con curiosidad tras haberse sonado la nariz ruidosamente–Eso deberías saberlo bien, joven beta –dijo Alastor sonriéndole –Basil siempre ha sido precavido, además, es un hombre que sabe sacar provecho de las oportunidades que se le presentan –dijo riendo –Terminé en Wolfsong porque él estaba en negociaciones con el antiguo alfa Adriano Moretti, así
Tras citar las palabras de David, Alastor sintió como la bilis comenzaba a subir por su garganta, recordaba esa noche a tal grado que aún podía sentir como la ira, el miedo y la impotencia le destrozaban el alma.–Sus palabras me enfurecieron, así que maté a David con mis propias manos apenas y terminó de hablar –dijo Alastor sentándose nuevamente en el sillón –Me sentía un fracaso, y sin duda, terriblemente culpable, la gente que había confiado en mí había muerto, y, si yo no volvía, mucha más gente inocente moriría, la manada estaba en un estado tan terrible que no soportaría otro ataque de los hombres de mi tío, mucho menos, si había logrado convencer a salvajes, pero, cuando estaba a punto de renunciar a todo, el alfa Basil acudió nuevamente a mi rescate –dijo sonriendo ligeramente antes de clavar sus ojos en Dante &n
Extrañado por la pregunta del joven alfa, Alastor lo observó con curiosidad, al parecer, algo había cambiado nuevamente en él, y podía notarlo porque conocía a Dante desde que era cachorro, incluso, en ocasiones, él solía llamarlo tío Siempre había sido un niño muy curioso, risueño y amable con todos los miembros de ambas manadas, pues desde muy pequeño, Basil lo llevaba de aquí para allá como el orgulloso padre que era. Cuando Damon despertó a los dieciséis años, Dante cambió de actitud, se mostraba apático y su actitud curiosa había desaparecido casi por completo. Con el pasar del tiempo, habían descubierto que eso era porque el lobo sólo estaba interesado en dos cosas, en ser un buen alfa y en encontrar a su compañera, de ahí en más, apenas y sentía interés en otras cosas. Sin embargo, ahí estaba nuevamente, mostrándose curioso por algo que no tenía nada que ver con sus objetivos. –Es una historia complicada… –dijo Alastor pasando una de sus manos por su cabello –¿Le importaría