Ante las palabras de su amiga, William se giró hacia ella y soltó una risita.―Déjame adivinar ―dijo el joven ―Aunque tú no quisiste contarle, Gino lo hizo, por lo que Dante decidió enviar a tus hombres a asegurarse de que todo estaba bien ―Como respuesta, Amara meneó la cola y asintió.―Vaya, sí que es precavido ―dijo William ―Bien, será como tu digas Annita ―Durante algunos segundos, Amara observó cómo William ataba los hombres antes de girarse y acercarse a Armin, quien rebuscaba en las bolsas que tenía en el maletero.―Aquí tienes ―dijo Armin colocándole una playera negra en el lomo ―Espero te sirva ―dijo sonriéndole ―Mientras te cambias, Will y yo nos encargaremos del neumático ―Tras asentir, Amara corrió al bosque, donde, tras cambiarse, Anna esperó a sus amigos.Al cabo de lo que fueron unos quince minutos, Anna salió del bosque siendo seguida de tres lobos, los cuales, tomaron su forma humana al estar frente a Armin y William.Se trataba de Jared, Leo y Ella, quien, tras sa
Apenas el auto de Armin arrancó, Dante tomó a Anna de la cintura y se inclinó sobre ella para unir sus labios con los de su compañera. Desde que Gino le había informado que Anna y los chicos estaban siendo perseguidos, él se había puesto de los nervios, por lo que, al tenerla finalmente entre sus brazos, su ansiedad por fin se iba desvaneciendo, dando a paso a una profunda calma. ― ¿Qué te sucede cariño? ―le preguntó Anna en un susurro cuando los dos se separaron ―Es sólo que estaba muy preocupado por ti ―dijo Dante antes de darle un pequeño pico en los labios, lo que a ella le arrancó un suspiro ―Iba a ir yo mismo a buscarte, pero mi padre me pidió que vigilara a Alonzo ―dijo guiándola al interior de la mansión ― ¿Por qué? ¿Acaso no confía en él? ―preguntó Anna mientras saludaba a Casio con un pequeño gesto de su mano libre ―No, no es eso cariño ―dijo Dante subiendo las escaleras ―Es solo que, al parecer, su lobo es algo dominante, por lo que le cuesta mantenerlo a raya ― ― ¿Dom
― ¿Sabes? Así no era como imaginé que usaríamos la última ―dijo Anna sentándose frente al tocador para quitarle el corcho a una pequeña botella de cristal―Yo tampoco cariño ―dijo Dante colocándose detrás de ella ―La verdad es que nada ha salido como lo esperábamos, aunque, al menos hemos conseguido privacidad ―masculló antes de besar su mejilla ―Félix se aseguró de que no tuviéramos vecinos pese a que trasladaron a algunos alfas, y eso, es algo que le voy a agradecer ―Ante sus palabras, Anna rio antes de beber el contenido de su botella de un solo trago, para acto seguido, secar sus labios con un pañuelo antes de tomar un labial que iba con su vestido. Dante, por su parte, tomó la gargantilla que Catherine le había regalado a Anna y la colocó delicadamente sobre su cuello.―Luces hermosa ―dijo antes de besar su sien, para después alejarse unos cuantos pasos para terminar de abotonar su chaleco―Gracias ―dijo Anna sonriéndole ―Tú también luces atractivo, y eso que no te has puesto el
Cuando ambos pasaron cerca de su mesa, Anna saludó discretamente a Mirabella, lo que le inyectó algo de seguridad a la joven, provocando que esta adoptara una postura más segura y que su sonrisa se mostrara más confiada.Sin entretenerse con nada, los cuatro lobos siguieron su camino hasta el jardín, donde, con cautela, subieron a la tarima, por lo que todos los alfas presentes se levantaron de sus lugares y se dirigieron a la puerta que separaba al salón del jardín.Cuando Anna y Dante llegaron, los alfas les cedieron el lugar al frente del grupo, lo que Anna la hizo negar con la cabeza, pues estaba convencida, que, aquello, sólo lo hacían para mostrarle sus respetos por ser quien era.“Sin duda, sólo nuestros amigos mantendrán el trato de siempre” ―gruñó Amara entre fastidiada y divertidaGracias a que Anna estaba al frente, fue capaz de ver como la Luna Lara y el alfa Dean avanzaban hasta un micrófono envueltos por los aplausos y los aullidos emocionados de su gente, sin embargo, c
Sintiendo que no cabía de felicidad, Félix se apresuró a tomar el lugar de su padre frente al micrófono, no sin antes apretar suavemente el brazo de su madre, quien había derramado algunas lágrimas debido a la emoción.―Gracias a todos por confiar en mí y apoyarme durante estos últimos días ―dijo Félix cuando todos guardaron silencio ―Sé que no será fácil volver a ponernos de pie, sin embargo, confío en que, si todos trabajamos juntos, lograremos recuperar algo del brillo que nos fue arrebatado, pues estoy convencido de que juntos, volveremos a ser una de las manadas más grandes de Idania, pues si en algo se caracteriza esta manada, es en que siempre hemos y siempre seremos, una manada fuerte y unida ―dijo elevando la voz, pues ante sus palabras, la gente aplaudía y vitoreaba emocionada ―Así que, para poder comenzar con mis planes, me gustaría presentarles a su nuevo beta, quien ha jurado guiarme cuando mi juicio esté nublado, y protegerlos si alguna vez me muestro incapaz de hacerlo
Era una tormentosa madrugada de verano en el bosque “Flor de Luna”, en el cual, no había parado de llover desde hace tres días.Debido a las altas temperaturas que azotaban al país en aquel caluroso verano, muchos consideraban esta tormenta una especie de bendición, sin embargo, en el pequeño pueblo escondido en lo más profundo de aquel bosque, aquella tormenta no era más que la manifestación de la terrible pérdida que habían sufrido tan solo un par de días atrás.Debido aquel evento, los guardianes de aquel hermoso lugar, iban y venían por todas las fronteras de su territorio, asegurándose, de que todo estuviera en orden y de que nada ni nadie amenazara la seguridad de la gente que ahí vivía, pues pronto, su única guía se marcharía para recuperar lo que se les había arrebatado.En la casa principal de aquel bello pueblo, ninguna habitación tenía las luces encendidas, la única excepción, era la pequeña oficina donde el líder de aquel lugar solía pasar horas trabajando.Notando esta ir
Tres meses antes de la partida de Alastor, un día antes del cumpleaños de Anna. Marzo comenzaba a llegar a su fin, por lo que, aquella mañana, era una mañana fresca y completamente soleada, por ende, en la manada Loto de Luna, los entrenamientos matutinos habían comenzado. Sí bien era sábado, el día en que los guerreros de esa manada descansaban, se había hecho un pequeño cambio por petición del alfa, quien pronto, realizaría un viaje de negocios. Como su viaje duraría bastante, su manada estaría desprotegida por algunos días, por lo que el alfa, quería que toda su gente estuviese preparada durante su ausencia. Y pese al mal humor que había estado cargando los últimos meses, todos los guerreros de aquella manada, aceptaron sin chistear el pequeño cambio, sobre todo, los más jóvenes, pues ahora podían entrenar con su joven alfa más a menudo. –¡Vamos! ¡Tú puedes hermanita! –gritaba emocionado un cachorro –¡Acaba con él! – –El joven Ares parece confiado ¿no crees, Ella? –le pr
Ante la pregunta de la joven gamma, todos dirigieron su mirada a su futura alfa, cuyo rostro, estaba completamente rojo, lo que arrancó algunas carcajadas.― ¿No es obvio? Estoy nerviosa ―masculló Anna ―Pese a que me lo han explicado una y otra vez, no logro entender como funciona eso de reconocer a mi compañero, ¿qué tal si me pasa lo mismo que a Gabrielle y se me bloquea el olfato? ―le preguntó a Pía, quien era la que iba a su lado― ¡Oye! Que aun estoy aquí hermanita ―dijo Gabrielle fingiendo molestia ―Gala se puso nerviosa, era mi primer clase de rastreo con el delta Byron ――Menos mal que serás una gamma y no una rastreadora ―dijo Asher colocándose a su lado―Ja-ja el simpático te dicen ―gruñó Gabrielle antes de empujarlo―Suficiente chicos, es hora de empezar ―dijo Byron alzando la voz ―Como será el último ejercicio del día, correrán una hora sin descansar, el que no pueda seguir el paso de Anna o de Gino, recibirá un castigo ――Pero delta, ¿qué hay de los que acabamos de recibi