― ¿Sabes? Así no era como imaginé que usaríamos la última ―dijo Anna sentándose frente al tocador para quitarle el corcho a una pequeña botella de cristal―Yo tampoco cariño ―dijo Dante colocándose detrás de ella ―La verdad es que nada ha salido como lo esperábamos, aunque, al menos hemos conseguido privacidad ―masculló antes de besar su mejilla ―Félix se aseguró de que no tuviéramos vecinos pese a que trasladaron a algunos alfas, y eso, es algo que le voy a agradecer ―Ante sus palabras, Anna rio antes de beber el contenido de su botella de un solo trago, para acto seguido, secar sus labios con un pañuelo antes de tomar un labial que iba con su vestido. Dante, por su parte, tomó la gargantilla que Catherine le había regalado a Anna y la colocó delicadamente sobre su cuello.―Luces hermosa ―dijo antes de besar su sien, para después alejarse unos cuantos pasos para terminar de abotonar su chaleco―Gracias ―dijo Anna sonriéndole ―Tú también luces atractivo, y eso que no te has puesto el
Cuando ambos pasaron cerca de su mesa, Anna saludó discretamente a Mirabella, lo que le inyectó algo de seguridad a la joven, provocando que esta adoptara una postura más segura y que su sonrisa se mostrara más confiada.Sin entretenerse con nada, los cuatro lobos siguieron su camino hasta el jardín, donde, con cautela, subieron a la tarima, por lo que todos los alfas presentes se levantaron de sus lugares y se dirigieron a la puerta que separaba al salón del jardín.Cuando Anna y Dante llegaron, los alfas les cedieron el lugar al frente del grupo, lo que Anna la hizo negar con la cabeza, pues estaba convencida, que, aquello, sólo lo hacían para mostrarle sus respetos por ser quien era.“Sin duda, sólo nuestros amigos mantendrán el trato de siempre” ―gruñó Amara entre fastidiada y divertidaGracias a que Anna estaba al frente, fue capaz de ver como la Luna Lara y el alfa Dean avanzaban hasta un micrófono envueltos por los aplausos y los aullidos emocionados de su gente, sin embargo, c
Sintiendo que no cabía de felicidad, Félix se apresuró a tomar el lugar de su padre frente al micrófono, no sin antes apretar suavemente el brazo de su madre, quien había derramado algunas lágrimas debido a la emoción.―Gracias a todos por confiar en mí y apoyarme durante estos últimos días ―dijo Félix cuando todos guardaron silencio ―Sé que no será fácil volver a ponernos de pie, sin embargo, confío en que, si todos trabajamos juntos, lograremos recuperar algo del brillo que nos fue arrebatado, pues estoy convencido de que juntos, volveremos a ser una de las manadas más grandes de Idania, pues si en algo se caracteriza esta manada, es en que siempre hemos y siempre seremos, una manada fuerte y unida ―dijo elevando la voz, pues ante sus palabras, la gente aplaudía y vitoreaba emocionada ―Así que, para poder comenzar con mis planes, me gustaría presentarles a su nuevo beta, quien ha jurado guiarme cuando mi juicio esté nublado, y protegerlos si alguna vez me muestro incapaz de hacerlo
Era una tormentosa madrugada de verano en el bosque “Flor de Luna”, en el cual, no había parado de llover desde hace tres días.Debido a las altas temperaturas que azotaban al país en aquel caluroso verano, muchos consideraban esta tormenta una especie de bendición, sin embargo, en el pequeño pueblo escondido en lo más profundo de aquel bosque, aquella tormenta no era más que la manifestación de la terrible pérdida que habían sufrido tan solo un par de días atrás.Debido aquel evento, los guardianes de aquel hermoso lugar, iban y venían por todas las fronteras de su territorio, asegurándose, de que todo estuviera en orden y de que nada ni nadie amenazara la seguridad de la gente que ahí vivía, pues pronto, su única guía se marcharía para recuperar lo que se les había arrebatado.En la casa principal de aquel bello pueblo, ninguna habitación tenía las luces encendidas, la única excepción, era la pequeña oficina donde el líder de aquel lugar solía pasar horas trabajando.Notando esta ir
Tres meses antes de la partida de Alastor, un día antes del cumpleaños de Anna. Marzo comenzaba a llegar a su fin, por lo que, aquella mañana, era una mañana fresca y completamente soleada, por ende, en la manada Loto de Luna, los entrenamientos matutinos habían comenzado. Sí bien era sábado, el día en que los guerreros de esa manada descansaban, se había hecho un pequeño cambio por petición del alfa, quien pronto, realizaría un viaje de negocios. Como su viaje duraría bastante, su manada estaría desprotegida por algunos días, por lo que el alfa, quería que toda su gente estuviese preparada durante su ausencia. Y pese al mal humor que había estado cargando los últimos meses, todos los guerreros de aquella manada, aceptaron sin chistear el pequeño cambio, sobre todo, los más jóvenes, pues ahora podían entrenar con su joven alfa más a menudo. –¡Vamos! ¡Tú puedes hermanita! –gritaba emocionado un cachorro –¡Acaba con él! – –El joven Ares parece confiado ¿no crees, Ella? –le pr
Ante la pregunta de la joven gamma, todos dirigieron su mirada a su futura alfa, cuyo rostro, estaba completamente rojo, lo que arrancó algunas carcajadas.― ¿No es obvio? Estoy nerviosa ―masculló Anna ―Pese a que me lo han explicado una y otra vez, no logro entender como funciona eso de reconocer a mi compañero, ¿qué tal si me pasa lo mismo que a Gabrielle y se me bloquea el olfato? ―le preguntó a Pía, quien era la que iba a su lado― ¡Oye! Que aun estoy aquí hermanita ―dijo Gabrielle fingiendo molestia ―Gala se puso nerviosa, era mi primer clase de rastreo con el delta Byron ――Menos mal que serás una gamma y no una rastreadora ―dijo Asher colocándose a su lado―Ja-ja el simpático te dicen ―gruñó Gabrielle antes de empujarlo―Suficiente chicos, es hora de empezar ―dijo Byron alzando la voz ―Como será el último ejercicio del día, correrán una hora sin descansar, el que no pueda seguir el paso de Anna o de Gino, recibirá un castigo ――Pero delta, ¿qué hay de los que acabamos de recibi
La siguiente hora de carrera, pasó demasiado rápido para el gusto de la joven Anna, por lo que, al sentirse insatisfecha, optó por transformarse y dar un par de vueltas más por los campos de entrenamiento acompañada de su fiel guardián, Jared, quien le contó que Ares, había participado por primera vez en los entrenamientos para cachorros y que le había ido de maravilla.Sintiéndose llena de orgullo, la joven loba se prometió comprarle un postre a su hermano más tarde esa noche para felicitarlo.Cuando por fin Amara se sintió satisfecha de su paseo, ella y Jared volvieron a la casa de la manada, pues esa noche, ellos dos y Gabrielle, harían una pequeña presentación en el café Moore, donde Anna y Gabrielle, solían trabajar los fines de semana, a lo que, ocasionalmente, el joven Jared solía unirse de vez en cuando.―Chicos, ¿no están nerviosos? ―preguntó Gabrielle, quien revisaba unas partituras sentada en su piano―No, hemos hecho esto ya muchas veces Gaby ―dijo Anna, quien repasaba un
― ¡Anna! ―exclamó la joven gamma cuando su amiga, soltó una fuerte carcajada ante la broma de Jared―Lo lamento, pero Gaby, no huele a nada ―dijo Anna apresurándose a abrazarla―Si acaso, huele a café ―dijo Jared dirigiendo su mirada hacia Anna ― ¿Era eso lo que te llamó la atención? ――No, Jared, ¿de verdad no huele a algo más? ―preguntó la joven si soltar a su amiga―Lo siento jefa, solo huelo el café ―dijo Jared intentando percibir algo más en el ambiente―Te juro que, por un breve segundo olió a… ―dándose cuenta de que era imposible de que el aroma de Dante estuviese presente, Anna sacudió la cabeza ―No es nada, no importa ―masculló antes de comprobar su teléfono―Acaso… ¿Olió a Dante? ―le preguntó Gabrielle arqueando las cejas―Eso creí, pero… Él debe de estar volando justo ahora…―dijo Anna con un triste suspiro antes de guardar su teléfono ―En fin… ¿Cómo nos vemos Jared? ――Hermosas, estoy seguro de que brillarán como siempre ――Gracias Jared ―dijeron ambas chicas a la vez―Iré