Al ver que Damon no se movía de su sitio, Reidar sacudió la cabeza e intentó avanzar nuevamente, aun que esta vez, lo hizo más despacio.Sin embargo, de poco le sirvió.Colérico, Damon gruñó y se lanzó contra él, por lo que a Reidar, no le quedó de otra más que intentar defenderse de los agresivos ataques de su oponente, el cual, lo mordía con saña.Reacio a atacar al compañero de su princesa, Reidar intentaba retroceder a la vez que le lanzaba gruñidos de advertencia en un intento por hacerlo reaccionar, sin embargo, Damon parecía decidido a acabar con él.Al darse cuenta de que no tenía opciones, Reidar comenzó a responder a su ataque, lo cual, sólo consiguió emocionar a Damon, por lo que ambos, se enfrascaron en una feroz batalla, una, en la que Damon ya contaba con una gran ventaja.Gracias a las dudas que Reidar había tenido antes, Damon había conseguido rasgar ligeramente su costado derecho.Si bien la herida no era profunda, esta no dejaba de sangrar, por lo que no pasó mucho t
Algo aturdida, Anna dirigió su mirada al jardín exterior de la mansión, justo cuando, Félix, volvió a anunciar su victoria.Uno a uno, los hombres de Paolo volvieron a su forma humana y se dejaron caer de rodillas colocando sus manos detrás de su cabeza, pues su alfa, había caído.―Lo derrotó… ―susurró Basil al colocarse junto a Anna y Damon ―Por fin ha terminado –―Vamos Giovanni, busquemos a tu madre ―dijo Guido corriendo en dirección a la mansión siendo seguido por el lobo de Giovanni―La Luna Fiorella se encuentra en un refugio que está bajo la cocina, lo más seguro, es que se encuentre junto a la Luna Lucía ―le informó Anna a Caden cuando este, volvió a su forma humana―Gracias Anna ―dijo Caden antes de echar a correr a la mansión― ¿Dónde está Catherine? ―le preguntó Basil con angustia ―No puedo enlazar con ella ―Preocupada por su tono, Anna la buscó con la mirada.Mientras recorría el jardín, la joven pudo ver como los hombres de Paolo, comenzaban a ser sometidos por algunos g
Habían pasado tres días desde la noche de la invasión de la manada Infierno Azul al territorio de Niebla Profunda. Los sobrevivientes, trabajaban arduamente junto a Félix y Dean para reconstruir su hogar, el cual, había sido completamente devastado por los hombres de Paolo, los cuales, al igual que su alfa, se encontraban encarcelados en la prisión del territorio esperando que su sentencia fuese ejecutada.Tras juzgar los crímenes de Paolo, el alfa Dean había dictado pena de muerte para el alfa y sus hombres, sin embargo, la ejecución y la sucesión de Félix se había retrasado debido a que Dean, aún se encontraba débil debido a la cantidad de personas que había perdido.Por lo que, los demás alfas, accedieron a permanecer en Niebla Profunda unos días más y ayudar en la reconstrucción del territorio.Como muestra de su buena fe, Guido y Caden llamaron a algunos miembros de su propia manada para que la reconstrucción de las casas fuera prioridad, pues, incluso con la ayuda de la antigua
Ante su tono angustiado, Dante la apretó con suavidad.―Félix me dijo que buscaría un lugar para los más pequeños, mientras que, para los más grandes, ha decidido convertir la casa de invitados en la nueva casa de la manada para poder visitarlos a menudo, incluso, él mismo los ayudará con sus estudios hasta que puedan ser independientes ――Y aunque tendrán un hogar, los cachorros no estarán solos, pues entre todos, cuidaremos de ellos y de su bienestar ―dijo la Luna Lara, quien caminaba en su dirección con el bebé que habían oído antes―Luna Lara ―la saludaron Anna y Dante con una inclinación de cabeza― ¿Se encuentra mejor? ―le preguntó Dante―La verdad es que aún no, sin embargo, ya me he cansado de estar en la cama, por Selene, aún soy la Luna de esta manada ―dijo con un fingido tono irritado, lo que hizo sonreír a Anna y a Dante ― ¿Se quedarán para la ceremonia de los caídos? ―preguntó arrullando al pequeño, el cual, comenzaba a calmarse―Espero que no le moleste… ―masculló Anna a
Divertidos por el comentario del joven alfa, Neilan y Gino rieron suavemente.―Vale, entonces, ¿cuántos hombres capturaron? ―le preguntó Dante al beta―Dieciséis hombres en total ―le informó Neilan ―Aunque al principio solo capturamos diez ― ― ¿Sólo diez? ¿Qué pasó con los otros seis? ―preguntó Dante extrañado―Al parecer, se entregaron ellos mismo al enterarse que el alfa Paolo había sido capturado ―intervino Gino― ¿Por qué? ――Ni idea, pero si me preguntas, creo que esos chicos parecían aliviados ―dijo Neilan encogiéndose de hombros―Si ese es el caso, entonces los encerraremos en las celdas de detención del primer piso ―dijo Félix saliendo del coliseo mientras se limpiaba las manos con un pañuelo que, en algún punto del día, debió haber sido de color blanco, sin embargo, en ese momento, estaba completamente lleno de sangre ―Además, si son los hombres de Alonzo, creo que lo mejor es mantenerlos separados ――Te salpicó en la cara ―dijo Dante señalándose su propia mejilla ―Supongo q
Ante las palabras de su amigo, Félix sonrió.―Lo dices porque tu compañera es prácticamente la reina licántropa ―dijo el joven enderezándose antes de colocarse frente a Dante― ¿Qué te puedo decir? Ni si quiera en mis sueños más locos me hubiera esperado algo así ――Pese a eso, ella es todo lo que siempre imaginaste ―dijo Félix sonriendo ―Me alegro por ti, por ambos, en realidad ―dijo antes de girarse para poder ver como un Audi de color negro con ventanas polarizadas, se detenía en la entrada cerca de ellos ―Vale, hora de trabajar ――Tranquilo, ya tendremos tiempo para hablar de otras cosas ―dijo Dante enderezándose al percibir el aroma de su compañera y de su padre―Supongo que sí ―dijo Félix avanzando un par de pasos con la mirada fija en el autoDel lado del copiloto, bajó un joven alto, de cabello castaño y bien peinado, cuyos ojos, eran de un color miel un poco oscuro.Tras dedicarle una rápida y profunda reverencia a Félix, el joven se apresuró a abrir la puerta del pasajero, s
Sintiendo pena por la chica, Anna se colocó frente a ella y tomó sus manos entre las suyas.―No Mirabella, no nos importa ―dijo dedicándole una cálida y amable sonrisa ― ¿Qué dices? ¿Nos sentamos juntas? ―Mirabella no estaba convencida de aceptar la oferta, pues sabía que aquel lugar estaba lleno de alfas, sin embargo, la sonrisa que Anna le dedicaba en ese momento, le brindó algo de seguridad, además, había algo en la joven que le daba mucha paz.Haciendo sus miedos a un lado, Mirabella asintió y permitió que Anna la guiara por el recinto.Sentir la calidez de la mano de Anna sobre la suya, llenó a Mirabella de paz.Algo le decía que, aquella joven, no le haría ningún daño, por lo que, tímidamente apretó su mano con suavidad.Tras entrar al coliseo, las dos se dirigieron inmediatamente al único pasillo que no tenía rejas, por lo que no tardaron en encontrar la famosa sala de juntas.Adelantándose a ellas, Neilan llamó a la puerta dos veces, y tras recibir el permiso de Félix, el bet
Al escuchar su nombre, Alonzo abrió los ojos completamente sorprendido y se apresuró a levantarse de su lugar para poder girarse hacia ella.―Disculpe mi falta de respeto, no era mi intención ―dijo dedicándole una profunda reverencia―No le des importancia, justo ahora, todos estamos en igualdad de condiciones ―dijo Anna antes de dirigirse a Basil ―Claro, excepto por el alfa Benedetti y su beta ―dijo sonriéndoles a ambos, sonrisa que ellos le devolvieron―Anna tiene razón ―dijo Basil ―Además, el tema que nos atañe es más importante que las formalidades, así que, ¿comenzamos? ――S-Sí… ―masculló Alonzo antes de tomar asiento nuevamente―Alonzo, me gustaría preguntarte una cosa ―intervino esta vez Dante ― ¿De verdad no vas a intervenir en la sentencia que se le ha dado a tu padre? ―Ante la mención de aquel hombre, Mirabella se estremeció, por lo que, antes de hablar, Alonzo soltó un suspiro y sujetó el hombro de su hermana con suavidad.―No, joven Dante, no apelaré a la sentencia de mi