Ante las palabras de Félix, Dante y Lysander intercambiaron miradas nerviosas.
― ¿Qué has dicho? ―preguntó Dante
Con un suspiro, Félix dejó su copa en la mesa, los observó un momento y después dirigió su mirada hacia Naoki y a su familia, quienes estaban charlando animadamente.
En la distancia, parecía que el pequeño le mostraba algo en el teléfono de Dava, quien parecía estar disfrutando la escena como la que más.
Después, Félix dirigió su mirada hacia la joven criada que los había estado atendiendo.
Ella charlaba animadamente con otra joven, mientras que ambas, se dirigían al interior de la mansión.
―Dije que Arcadia planea declararnos desprotegidos ―dijo Félix con amargura
― ¿Por qué? ―preguntó Dante con indignación
―No puedo decírselos aqu&iacut
Cuando Dante terminó su relato, todos en el despacho guardaron silencio y se sumergieron en sus pensamientos para poder procesar la información dicha.Por su parte, Lysander observaba atentamente la reacción de Félix, cuyos ojos, usualmente azules, en ese momento desprendían un llamativo color rojizo, lo que le indicaba que Fotios, arañaba la superficie.―No puedo creerlo ―dijo Félix en un débil susurro a la vez que colocaba sus manos detrás de su nuca y echaba su cabeza hacia atrás ―El alfa Alastor… El legítimo rey licántropo…――Dante, lo lamento, pero, eso quiere decir que tu compañera, ¿es la princesa perdida? ―preguntó Ángel, quien parecía completamente en shock―Sí, aun que no es fanática del título de princesa ―dijo Dante sonriendo― ¡Claro! ―exclamó Félix de repente, lo que los sobresaltó a todos, sobre todo a Lysander, quien dio un pequeño salto ― ¡Por eso la figura de Amara me resultaba tan familiar! ―dijo poniéndose de pie rápidamente para dirigirse a una estantería cercana
En Rónan, la capital de Idania, eran alrededor de las cinco, por lo que Anna y Gino paseaban tranquilamente por los alrededores de la mansión de Félix junto a Iris, quien les mostraba todos los pequeños comercios que estaban cerca de la mansión, donde la mayoría de los miembros de la manada, acudían para reabastecerse o para comerciar con algunos vendedores.Gracias a que el lugar era una zona concurrida, muchos transeúntes se detenían para saludar a Iris, sin embargo, al notar la presencia de Anna y Gino, cambiaban de opinión y le dedicaban una profunda reverencia a la joven invitada.―No son ciegos Anna ―dijo Gino riendo cuando la joven soltó un gruñido frustrado, cuando, una joven pareja, tras dedicarles una profunda reverencia, se apresuraron a marcharse ―Llevas el uniforme de una futura alfa ――Bueno sí, pero no es para tanto, sólo soy una joven, no muerdo ―gru
Ante la mención del nombre, Iris y Gino se giraron hacia Anna, quien estaba atrapada contra el árbol y la enorme figura de Zeth, quien se había inclinado para poder ver el rostro de la joven.―Hola, mi pequeña sobrina ―dijo Zeth con dulzura, provocando que Anna le temblara la quijada antes de lanzarse a los brazos del joven ―Que bueno es verte otra vez ―murmuró mientras acariciaba su espalda―Me alegro mucho de verte ―dijo Anna aferrándose a él ― ¿Qué haces aquí? ―preguntó separándose ligeramente de él―Es… Algo complicado de explicar ―le dijo Zeth antes de dirigir su mirada hacia Iris ―Disculpe, señorita, ¿podría llevarnos a un sitio privado? Y de preferencia, que sea de manera discreta ――P-Pero, pero… ――Mi nombre es Zeth Nicolaou, soy hijo del consejero real, Arioch Nicolaou, sin embargo, sobre todas las cosas, soy el tío de esta señorita ―dijo Zeth al tiempo que acariciaba la cabeza de Anna, quien le dedicó una sonrisa antes de olfatearlo
Tras un suspiro, Anna asintió, sin embargo, cuando estaba por hablar, sus ojos se nublaron ligeramente.―Bien, vale ―gruñó en voz alta ―Antes de empezar, podrías explicarme, ¿cómo hiciste para que ni Iris ni Gino te detectaran? Mi beta está algo inquieto con eso ――Ah, eso ―dijo Zeth frunciendo el ceño ―Bueno, verás, me encontraba recorriendo el perímetro cuando vi a una joven muy parecida a mi sobrina correr como loca en dirección a la mansión, donde, curiosamente, se encuentra el hombre que la ha estado buscando por casi dieciséis años ―explicó con tono severo―Cuando lo pones así… Suena estúpido ―dijo Anna agachando la cabeza―No sólo lo suena, fue estúpido Anna ―gruñó Zeth ―En cuanto a lo demás, cuando te vi esconderte detrás de aquel árbol, me apresuré a alcanzarte, pero al ver a tus dos guardianes, tuve que hacer alarde de mis entrenamientos ―dijo a la vez que dirigía su mirada hacia la ventana ―Verás, mi muy querida sobrina, dado a lo que hago, he decidido especializarme en el
Ante las palabras de Zeth, Anna palideció.― ¿E-Eliminarlos? ―balbuceó antes de ponerse de pie ― ¡Imposible! ¿Qué derecho tiene? ―preguntó indignada golpeando la mesa con ambas manos―Siéntate Anna, y por favor, escúchame atentamente ―pidió Zeth con calmaAnte la serenidad del joven, Anna inspiró profundamente antes de volver a su lugar.―Lo lamento… ―masculló―Está bien ―dijo Zeth con una pequeña sonrisa ―Escucha, no sé muy bien qué es lo que planea mi padre, sin embargo, me ha dejado en claro que pretende reestructurar el sistema político, por lo que, las familias reales van a desaparecer, así que, a partir del día en que se me nombre rey, estas no volverán a ser convocadas, por lo que ha emprendido una búsqueda para encontrar a las diez manadas más poderosas del mundo para que estas, sean las nuevas representantes de la comunidad ―dijo negando con la cabeza ―Por supuesto, ha comenzado su búsqueda por Eutora, y la verdad, es que ha dado con bastantes opciones, entre ellas está, obv
Durante varios minutos, Anna sollozó.Sin la guía de su padre, se sentía completamente perdida, por lo que, al enfrentarse a situaciones que estaban fuera de su conocimiento, dar cualquier paso la hacían sentir insegura, tal y como le había sucedido al decidir por Leo.Durante varios minutos, Anna estuvo sollozando, sin embargo, al sentir como Zeth se sentaba a su lado, ella se incorporó y permitió que el joven limpiara sus lágrimas antes de recargarse sobre su hombro.―Tranquila sobrinita, todo estará bien ―susurró Zeth al mismo tiempo que la abrazaba por los hombrosAl sentirse a salvo en los brazos del joven, Anna no pudo más y se permitió llorar abiertamente.Quería a toda su familia junta.Quería que su padre volviera a casa.Quería pasar tiempo con su tía Keren, a quien, justo en ese momento, entendía completamente.―Lo echo tanto de menos tío ―gimoteó Anna ―Sus consejos, sus ocurrencias, ¡por Selene! Incluso echo de menos sus regaños ―lloriqueó al mismo tiempo que buscaba refug
Ante el cambio de actitud de Zeth, Anna sintió un pinchazo en el estómago, por lo que su rostro palideció al instante, provocando que el lobo se sintiese culpable ante su broma.― ¡Lo lamento! ―exclamó riendo ―Ella está bien Anna, te lo he dicho ya, sin embargo, ha estado tan ocupada con lo que tu padre le encargó, que sólo la veo cuando sale a practicar con el violín ―― ¡Zeth! ―exclamó Anna indignada ― ¡No es el momento para bromas! ――Lo sé, lo lamento sobrina, pero el ambiente estaba demasiado tenso ―dijo Zeth al mismo tiempo que sacaba su teléfono de su bolsillo del pantalón ―Ella suele pasar el tiempo en el jardín, ya que, como no puede hablar con mucha gente, ella disfruta del bullicio que se cuela del exterior ―dijo tendiéndole el teléfono ―Tu tía tiene un gran talento que espero algún día, pueda compartirlo con el mundo ―― ¿Estás seguro de que no practica en el jardín para que puedas verla? ―preguntó Anna al notar que el video que Zeth le estaba mostrando había sido grabado
En un muy lujoso baño de un club nocturno, Anna se lavaba las manos distraídamente.Cumpliendo su promesa de llevarla a disfrutar del ambiente nocturno del que gozaba la capital de Idania, Félix los había llevado al mejor club de la ciudad, donde también celebrarían que, su manada, ya no corría peligro, pues Zeth, había logrado mediar entre él y Arioch, además de que ella, le había contado el plan de apoyo que había ideado junto con Zeth en caso de que el consejero volviese a insistirle con el tema de unirse a las Diez Reales.Tras enjuagarse sus manos, Anna tomó la toalla que una mujer le extendía para que se pudiese secarse, lo cual, ella agradeció con una pequeña sonrisa antes de volver al espejo, donde se retocó un poco el maquillaje antes de admirarse en él.Esa noche, llevaba un vestido que Iris le había prestado para esa ocasión, era de terciopelo negro, corto, de hombros descubiertos y algo ajustado.Su nueva amiga, había completado su apariencia colocándole una delgada gargan