Ante las palabras de Zeth, Anna palideció.― ¿E-Eliminarlos? ―balbuceó antes de ponerse de pie ― ¡Imposible! ¿Qué derecho tiene? ―preguntó indignada golpeando la mesa con ambas manos―Siéntate Anna, y por favor, escúchame atentamente ―pidió Zeth con calmaAnte la serenidad del joven, Anna inspiró profundamente antes de volver a su lugar.―Lo lamento… ―masculló―Está bien ―dijo Zeth con una pequeña sonrisa ―Escucha, no sé muy bien qué es lo que planea mi padre, sin embargo, me ha dejado en claro que pretende reestructurar el sistema político, por lo que, las familias reales van a desaparecer, así que, a partir del día en que se me nombre rey, estas no volverán a ser convocadas, por lo que ha emprendido una búsqueda para encontrar a las diez manadas más poderosas del mundo para que estas, sean las nuevas representantes de la comunidad ―dijo negando con la cabeza ―Por supuesto, ha comenzado su búsqueda por Eutora, y la verdad, es que ha dado con bastantes opciones, entre ellas está, obv
Durante varios minutos, Anna sollozó.Sin la guía de su padre, se sentía completamente perdida, por lo que, al enfrentarse a situaciones que estaban fuera de su conocimiento, dar cualquier paso la hacían sentir insegura, tal y como le había sucedido al decidir por Leo.Durante varios minutos, Anna estuvo sollozando, sin embargo, al sentir como Zeth se sentaba a su lado, ella se incorporó y permitió que el joven limpiara sus lágrimas antes de recargarse sobre su hombro.―Tranquila sobrinita, todo estará bien ―susurró Zeth al mismo tiempo que la abrazaba por los hombrosAl sentirse a salvo en los brazos del joven, Anna no pudo más y se permitió llorar abiertamente.Quería a toda su familia junta.Quería que su padre volviera a casa.Quería pasar tiempo con su tía Keren, a quien, justo en ese momento, entendía completamente.―Lo echo tanto de menos tío ―gimoteó Anna ―Sus consejos, sus ocurrencias, ¡por Selene! Incluso echo de menos sus regaños ―lloriqueó al mismo tiempo que buscaba refug
Ante el cambio de actitud de Zeth, Anna sintió un pinchazo en el estómago, por lo que su rostro palideció al instante, provocando que el lobo se sintiese culpable ante su broma.― ¡Lo lamento! ―exclamó riendo ―Ella está bien Anna, te lo he dicho ya, sin embargo, ha estado tan ocupada con lo que tu padre le encargó, que sólo la veo cuando sale a practicar con el violín ―― ¡Zeth! ―exclamó Anna indignada ― ¡No es el momento para bromas! ――Lo sé, lo lamento sobrina, pero el ambiente estaba demasiado tenso ―dijo Zeth al mismo tiempo que sacaba su teléfono de su bolsillo del pantalón ―Ella suele pasar el tiempo en el jardín, ya que, como no puede hablar con mucha gente, ella disfruta del bullicio que se cuela del exterior ―dijo tendiéndole el teléfono ―Tu tía tiene un gran talento que espero algún día, pueda compartirlo con el mundo ―― ¿Estás seguro de que no practica en el jardín para que puedas verla? ―preguntó Anna al notar que el video que Zeth le estaba mostrando había sido grabado
En un muy lujoso baño de un club nocturno, Anna se lavaba las manos distraídamente.Cumpliendo su promesa de llevarla a disfrutar del ambiente nocturno del que gozaba la capital de Idania, Félix los había llevado al mejor club de la ciudad, donde también celebrarían que, su manada, ya no corría peligro, pues Zeth, había logrado mediar entre él y Arioch, además de que ella, le había contado el plan de apoyo que había ideado junto con Zeth en caso de que el consejero volviese a insistirle con el tema de unirse a las Diez Reales.Tras enjuagarse sus manos, Anna tomó la toalla que una mujer le extendía para que se pudiese secarse, lo cual, ella agradeció con una pequeña sonrisa antes de volver al espejo, donde se retocó un poco el maquillaje antes de admirarse en él.Esa noche, llevaba un vestido que Iris le había prestado para esa ocasión, era de terciopelo negro, corto, de hombros descubiertos y algo ajustado.Su nueva amiga, había completado su apariencia colocándole una delgada gargan
Ante su evidente emoción, el joven no tardó en devolverle la sonrisa, por lo que apresuró su paso y al estar lo suficientemente cerca, se apresuró a tomar una de las manos de la joven para llevarla a sus labios.―Buenas noches, señorita ―la saludó Armin con un tono sumamente formal, algo que hizo reír a Anna, mientras que, a Dante, lo hizo rodar los ojos―No me lo tomes a mal, pero ¿qué haces aquí? ―preguntó Dante apartando a Anna suavemente del alcance de Armin―Oh, venga ya, es sólo un saludo ―dijo Armin con una sonrisa pícara ―En cuanto a qué hago aquí, bueno, mis padres y Bernt se marcharon al territorio del alfa Dean hace un rato, mientras que nosotros preferimos quedarnos un poco más ―explicó antes de girarse a la pista― ¿Nosotros? ¿Vienes con alguien? ―preguntó Anna con curiosidad― ¿Será que se trata de tu pareja? ―preguntó Dante con algo de esperanzaAnte la pregunta del joven, Armin resopló divertido.―Quisieras ―dijo riendo ―No, vengo con el idiota de mi beta ―gruñó al ver
―Así es preciosa, lo sabemos todo, de hecho, si quieres saber lo que sé, tendrás que probarme ―dijo Armin guiñándole un ojo a Anna, algo que captó la atención de Lysander, quien repentinamente perdió el interés en su vaso vacío de vodka― ¿Por qué mejor no hablas claro? ―gruñó Dante irritado―Porque no sé que es lo que puedo decir, genio ―respondió Armin con tono burlónIgnorando el gruñido de Dante, Armin clavó sus ojos en los de Anna, en aquellos hermosos y brillantes ojos grises que lo habían cautivado desde hacía ya casi un año.Pese a que los segundos pasaban, él seguía siendo el centro de atención para ella, algo que, debía admitir, le estaba encantando. Por lo que, aprovechando la situación, se permitió observarla.La joven lucía hermosa con aquel vestido negro de terciopelo, aunque, a su parecer, aquel atuendo no era mucho de su estilo, además de que ella, no parecía cómoda con él, pues no paraba de acomodárselo o de cubrirse con el blazer de Dante.Ah, aquel maldito blazer.D
― ¡Armin! ―exclamó Anna al mismo tiempo que ella y un mesero se precipitaban al joven ― ¿Estás bien? ―preguntó preocupada al mismo tiempo que revisaba la mano de su amigo―Ah, perdona preciosa ―masculló Armin clavando sus ojos en ella ―Estoy bien, tranquila ―dijo sonriéndole mientras ella quitaba los pequeños trozos de cristal que se habían clavado en su mano ―Más importante ―dijo dirigiendo su mirada a Félix ― ¿Por qué no dijiste nada? ――Hasta donde tengo entendido, fuimos los primeros en recibir el llamado, por eso, es que no estaba muy seguro de a quien acudir, además, aún no sabía lo del señor Moretti ―dijo Félix observando como el mesero limpiaba los cristales rotos del piso―Lo lamento mucho ―se disculpó Armin con el mesero―Descuide, ¿usted se encuentra bien? ¿Desea que llame a alguien para que revisen su herida? ――No, no se preocupe, tengo toda la atención que necesito ―dijo Armin dirigiendo su mirada hacia Dante, quien soltó un gruñido y procedió a beberse su bebida de un s
―No sé si llegó a notarlo desde la distancia en la que se encontraba, pero, en los ojos del consejero, puede percibirse claramente un suave velo rojo que cubre su iris ―dijo Ángel ―Eso es indicador de las vidas que ha arrebatado ―dijo el beta negando con la cabeza ―Se supone que ese velo solo debería ser visible en los ojos de su lobo, sin embargo, que pueda verse también en su forma humana es algo alarmante ―― ¿Enserio es por eso? Yo asumí que su lobo podría ser una bestia ―dijo Anna inclinando la cabeza ligeramente ―Estuve por justificar su locura ―bromeó la joven―Si bien ese velo usualmente es indicador de que un alfa pudiese tener una bestia, si el alfa no es cruel, y no suele dejarse controlar por su lobo, el velo es apenas perceptible ―explicó Ángel dedicándole una rápida mirada a Félix, quien soltó una risita antes de beber ―Sin embargo, en el caso de los licántropos, la situación es diferente ―dijo el joven dirigiendo su mirada primero a Anna y después a Dante ―Sus lobos son