En un muy lujoso baño de un club nocturno, Anna se lavaba las manos distraídamente.Cumpliendo su promesa de llevarla a disfrutar del ambiente nocturno del que gozaba la capital de Idania, Félix los había llevado al mejor club de la ciudad, donde también celebrarían que, su manada, ya no corría peligro, pues Zeth, había logrado mediar entre él y Arioch, además de que ella, le había contado el plan de apoyo que había ideado junto con Zeth en caso de que el consejero volviese a insistirle con el tema de unirse a las Diez Reales.Tras enjuagarse sus manos, Anna tomó la toalla que una mujer le extendía para que se pudiese secarse, lo cual, ella agradeció con una pequeña sonrisa antes de volver al espejo, donde se retocó un poco el maquillaje antes de admirarse en él.Esa noche, llevaba un vestido que Iris le había prestado para esa ocasión, era de terciopelo negro, corto, de hombros descubiertos y algo ajustado.Su nueva amiga, había completado su apariencia colocándole una delgada gargan
Ante su evidente emoción, el joven no tardó en devolverle la sonrisa, por lo que apresuró su paso y al estar lo suficientemente cerca, se apresuró a tomar una de las manos de la joven para llevarla a sus labios.―Buenas noches, señorita ―la saludó Armin con un tono sumamente formal, algo que hizo reír a Anna, mientras que, a Dante, lo hizo rodar los ojos―No me lo tomes a mal, pero ¿qué haces aquí? ―preguntó Dante apartando a Anna suavemente del alcance de Armin―Oh, venga ya, es sólo un saludo ―dijo Armin con una sonrisa pícara ―En cuanto a qué hago aquí, bueno, mis padres y Bernt se marcharon al territorio del alfa Dean hace un rato, mientras que nosotros preferimos quedarnos un poco más ―explicó antes de girarse a la pista― ¿Nosotros? ¿Vienes con alguien? ―preguntó Anna con curiosidad― ¿Será que se trata de tu pareja? ―preguntó Dante con algo de esperanzaAnte la pregunta del joven, Armin resopló divertido.―Quisieras ―dijo riendo ―No, vengo con el idiota de mi beta ―gruñó al ver
―Así es preciosa, lo sabemos todo, de hecho, si quieres saber lo que sé, tendrás que probarme ―dijo Armin guiñándole un ojo a Anna, algo que captó la atención de Lysander, quien repentinamente perdió el interés en su vaso vacío de vodka― ¿Por qué mejor no hablas claro? ―gruñó Dante irritado―Porque no sé que es lo que puedo decir, genio ―respondió Armin con tono burlónIgnorando el gruñido de Dante, Armin clavó sus ojos en los de Anna, en aquellos hermosos y brillantes ojos grises que lo habían cautivado desde hacía ya casi un año.Pese a que los segundos pasaban, él seguía siendo el centro de atención para ella, algo que, debía admitir, le estaba encantando. Por lo que, aprovechando la situación, se permitió observarla.La joven lucía hermosa con aquel vestido negro de terciopelo, aunque, a su parecer, aquel atuendo no era mucho de su estilo, además de que ella, no parecía cómoda con él, pues no paraba de acomodárselo o de cubrirse con el blazer de Dante.Ah, aquel maldito blazer.D
― ¡Armin! ―exclamó Anna al mismo tiempo que ella y un mesero se precipitaban al joven ― ¿Estás bien? ―preguntó preocupada al mismo tiempo que revisaba la mano de su amigo―Ah, perdona preciosa ―masculló Armin clavando sus ojos en ella ―Estoy bien, tranquila ―dijo sonriéndole mientras ella quitaba los pequeños trozos de cristal que se habían clavado en su mano ―Más importante ―dijo dirigiendo su mirada a Félix ― ¿Por qué no dijiste nada? ――Hasta donde tengo entendido, fuimos los primeros en recibir el llamado, por eso, es que no estaba muy seguro de a quien acudir, además, aún no sabía lo del señor Moretti ―dijo Félix observando como el mesero limpiaba los cristales rotos del piso―Lo lamento mucho ―se disculpó Armin con el mesero―Descuide, ¿usted se encuentra bien? ¿Desea que llame a alguien para que revisen su herida? ――No, no se preocupe, tengo toda la atención que necesito ―dijo Armin dirigiendo su mirada hacia Dante, quien soltó un gruñido y procedió a beberse su bebida de un s
―No sé si llegó a notarlo desde la distancia en la que se encontraba, pero, en los ojos del consejero, puede percibirse claramente un suave velo rojo que cubre su iris ―dijo Ángel ―Eso es indicador de las vidas que ha arrebatado ―dijo el beta negando con la cabeza ―Se supone que ese velo solo debería ser visible en los ojos de su lobo, sin embargo, que pueda verse también en su forma humana es algo alarmante ―― ¿Enserio es por eso? Yo asumí que su lobo podría ser una bestia ―dijo Anna inclinando la cabeza ligeramente ―Estuve por justificar su locura ―bromeó la joven―Si bien ese velo usualmente es indicador de que un alfa pudiese tener una bestia, si el alfa no es cruel, y no suele dejarse controlar por su lobo, el velo es apenas perceptible ―explicó Ángel dedicándole una rápida mirada a Félix, quien soltó una risita antes de beber ―Sin embargo, en el caso de los licántropos, la situación es diferente ―dijo el joven dirigiendo su mirada primero a Anna y después a Dante ―Sus lobos son
Ante las palabras de Félix, Armin detuvo el camino de su cigarrillo al cenicero que tenía delante, lo que provocó que algo de ceniza cayera sobre su pierna y le quemara ligeramente su pantalón.―Carajo ―gruñó el joven sacudiéndose rápidamente ― ¿Qué diablos acabas de decir Félix? ¡Un licántropo no puede hacerse! ¡Es imposible! ――Es posible ―dijo Félix regresando a su lugar― ¿¡Cómo!? ―preguntó Armin incrédulo―Bueno, ¿recuerdas aquel viaje que hice a Kránton el año pasado? ――Eh… Sí, mencionaste algo sobre tu abuelo involucrándose con un aquelarre ―dijo Armin antes de encender otro cigarrillo ―Debo dejar este condenado vicio ―gruñó al dejar la cajetilla sobre la mesa―Deberías, sólo tienes diecinueve, no deberías estar tan estresado ―bromeó Félix―No molestes ―gruñó Armin ―Venga, habla ――Vale, vale ―dijo Félix ―Verás, si bien mi abuelo siempre ha creído en la pureza de cada raza, siempre fue muy curioso, por lo que, apenas le cedió el título de alfa a mi padre, él se dedicó a viajar
Mientras que en Rónan los chicos disfrutaban de su noche libre, en Arcadia, a espaldas del sagrado palacio de Interlunio, en una zona completamente virgen y prohibida para los isleños, un lobo volvía a un pequeño campamento, en el cual, un joven colocaba una manta justo en el centro de un círculo.―El lugar es seguro Emmet, puedes proceder, los últimos guardias se acaban de marchar ―le dijo Byron a Emmet, nada más volver a su forma humana―Vale, gracias, Byron ―dijo Emmet poniéndose de cuclillas en la parte superior del círculo para comenzar a dibujar algunos símbolos en la arena― ¿Necesitas ayuda con algo? ――Sí, por favor, llama al alfa, es hora ―― ¿Sigue viendo el palacio? ――Parece que le trae buenos recuerdos ―dijo Emmet sonriéndole― ¿Crees que estemos viendo nuestro nuevo hogar? ――Es posible, sí ―― ¿En serio? ¿Gael ha visto algo? ―preguntó Byron algo ansioso―No, extrañamente, Gael no ha tenido visiones desde que salimos del territorio, creo que está un poco nervioso ―dijo
Sin saber que decir, Alastor observó con impotencia como su hermana, a la cual veía por primera vez en su vida, se deshacía en llanto ante su presencia.―Perdóname ―dijo en voz queda ―No era así como se suponía…―Al ver como Keren negaba con la cabeza, Alastor guardó silencio.―No te disculpes, yo… Yo ni si quiera debería estar aquí, pero no pude resistirme ―dijo Keren clavando su mirada en los ojos de su hermano―Quería verte, aunque fuese una sola vez ――Parece que seguir indicaciones es algo que en nuestra familia no se conoce ―dijo Alastor sonriéndole antes de colocar su fantasmagórica mano sobre la cabeza de Keren, quien sonrió débilmente ―Tranquila, confía en mí, llegaré al fondo de esto y todos podremos ser libres ――Confío en ti, hermano ―dijo Keren asintiendo antes de limpiar sus ojos con delicadeza―Keren, ¿por qué mamá adaptó este armario para ser una habitación? ―preguntó Alastor con curiosidad― ¿De verdad no sabes qué fue lo que pasó con papá? ――No, sólo lo que Nicholas