Ante las palabras de Dante, Byron soltó una suave risita y asintió.―Básicamente… ¿Nos vamos? ――Venga, guíanos ―dijo Dante acariciando la cabeza de Amara cuando esta se acercó a élTras sonreírle a la loba, Byron asintió y se echó a correr, para así, transformarse a media carrera.Al aparecer Bingen, el lobo no se detuvo, si no que aumentó su velocidad para sacarles un poco de ventaja.Y es que, el joven delta se sentía ansioso al tener que volver a aquel lugar, sobre todo, porque sabía como Anna se sentía al respecto.Sabía lo mucho que le aterraba ir a la cabaña y lo mal que se ponía, sobre todo, sabía que Anna aún tenía pesadillas con Lucien, lo cual, era algo que a él lo hacía sentir culpable, pues todo había sucedido bajo su vigilancia. Por lo que, apenas le dijeron que ella quería volver, no titubeó ni un segundo en aceptar acompañarla.Estaba convencido de que, si su joven alfa lograba superar aquel miedo, él también podría dejar aquel capítulo atrás.“¿Descansaste anoche? Mamá
Tras una larga y tensa carrera para Amara, el pequeño grupo finalmente llegó a su destino, por lo que, permitiéndole ir a su ritmo, Dante y Byron se quedaron unos pasos detrás de la loba, dejándola olfatear y recorrer el lugar con calma. ―Tranquila… Tú puedes ―le susurraba Ares cuando Amara se congelaba en algún lugar debido al miedo Ante las palabras de su hermano y sus suaves caricias, la loba poco a poco fue recorriendo el lugar, recordando, todos y cada uno de los momentos vividos en aquella fiesta, dejando para el final, la enorme y lujosa cabaña. ― ¿Lista? ―le preguntó Dante en voz baja cuando la loba se detuvo frente a la enorme puerta de entrada Cuando Amara asintió, Dante ayudó a Ares a bajar del lomo de la loba para que ella pudiese adoptar su forma humana. ―En este lugar… Se respira demasiada calma ―masculló la joven nada más aparecer ―Una aterradora…―susurró al mismo tiempo que dirigía su mirada hacia el lago Pese a que en ese momento la primavera apenas comenzaba a h
Si bien su compañera había hablado con determinación, Dante pudo notar que sus ojos estaban llenos de desesperación, lo cual, partió su corazón en dos.―Vale… ―dijo Dante asintiendo antes de apartarse de su camino para dejarla pasar―Anna… El que creo que no debería ir a ese lugar, es Ares…―dijo Byron cuando ella se acercó a él― ¡No voy a dejar que mi hermana vaya sola! ―exclamó el cachorro ―Prometí que me mantendría a su lado todo el tiempo ―agregó antes de correr junto a Anna para tomar su mano― ¿Lo prometiste? ―preguntó la joven con una pequeña sonrisa―Lo hizo ―intervino Dante ―El alfa tenía sus dudas con respecto a dejarlo venir, por lo que Ares, juró que no se despegaría de tu lado, que durante todo el tiempo que estuviésemos aquí, él te cuidaría en todo momento ―explicó con sus ojos clavados en el lobatoVer la decisión con la que el niño observaba a su hermana, le hizo algo de gracia, pues estaba convencido de que, si Ares fuese mayor, él tendría serios problemas, pues el lo
Sin dar tregua a su recorrido, Anna se acercó a la mesa de acero, la cual, ahora lucía vieja y algo oxidada.Decidida a dejar su pasado atrás, la joven estudió la mesa detenidamente.En ella, pudo ver las jeringas, el acónito, e incluso, el paño con el que Ella, había limpiado su espalda herida tras los brutales azotes que Lucien le había dado.―Aquí fue… ―susurró al encontrar una pequeña y apenas visible mancha de sangre en el borde.Justo en aquel lugar, Anna pudo verse así misma deslizándose por ese mismo borde hasta caer al piso, justo antes de que Lucien, se apresurara a colocarse encima de ella.Con total desagrado, observó como Lucien comenzaba a recorrer su cuerpo con sus manos antes de sujetarla por los brazos para, inmediatamente después, pasar su lengua lentamente por su cuello con toda la intención de morderla, por lo que, asustada, Anna cerró sus ojos fuertemente, sin embargo, al hacerlo, la imagen cambió completamente.Ahora, en lugar de Lucien, Dante era quien estaba en
Al ver la sonrisa que Anna les dedicaba a ambos, Dante asintió y le sonrió de vuelta su compañera, quien se apresuró a volver con ellos ―Gracias Byron ―le susurró Dante ― ¿Hablaste con mamá? ―le preguntó Anna a su guardián ―Sí, la Luna ha dicho que estarán todos aquí en un rato, y, además, me dijo que enviaría por los Rizzo y por la señora Alda ― ―Genial ―dijo Anna alegremente ― ¿Qué hay del alfa Basil y la Luna Catherine? ―le preguntó a Dante ―Yo hablaré con mi padre, no te preocupes ―dijo Dante tomándola de la cintura para acercarla a él ―Byron… ¿Pueden adelantarse por favor? ―le pidió al delta sin apartar los ojos de su compañera Entendiendo lo que Dante quería, el lobo se puso a Ares sobre los hombros y corrió directo a la cabaña mientras que jugaba con el cachorro durante el trayecto. ― ¿Qué sucede? ―le preguntó Anna con curiosidad ―Quería preguntarte, ¿qué fue lo que te hizo cambiar de opinión? ―le preguntó en un susurro al mismo tiempo que acariciaba su mejilla con suavi
―Lo lamento nena, no tengo mucho, la última vez que vine, fue la navidad del año antepasado ―dijo Dante tendiéndole una camisa blanca y unos pantalones cortos ―Espero te sirva…― ―Servirán ―dijo Anna sonriéndole ―Solo quiero cubrirme hasta que mamá llegue ― ―Vale… ―dijo Dante observando como Anna se aferraba a la ropa que acababa de entregarle ― ¿Puedo usar tu armario para vestirme? ― ―Claro, no tienes ni que preguntarme cariño ―respondió él mientras se sentaba en el borde de su cama ―Vale, ya vuelvo ―dijo ella sonriéndole Sin decir nada, Dante asintió y la siguió con la mirada todo el camino hasta su armario, donde la joven, se escabulló rápidamente, algo que le pareció adorable, pues ella, continuaba aferrándose a su ropa. “Se suponía que ibas a llegar con tu hermano y con tu beta” Ante la notable irritación de la voz de su padre a través del enlace, Dante rodó los ojos. “Lo lamento papá, pero te lo dije antes de salir de Gretza, quería estar con Anna, ya no podía más…” “Lo
Al notar que Anna estaba por alegar, Dante se apresuró a sujetar su rostro con ambas manos.―No te disculpes ―se apresuró a decir ―En ese entonces tú no sabías nada, así que creí que, lo más justo, era que decidieras por ti misma… Yo… No quería aprovecharme de nuestro vínculo, sobre todo, cuando noté que los sentimientos de mi hermano podían ser correspondidos ―masculló Dante acariciando sus mejillas con sus pulgares ―Aunque si te soy honesto, muchas veces me arrepentí de haber hecho las cosas así, en primer lugar, por no haber tomado en cuenta tu opinión, y, en segundo lugar, porque me aterraba la idea de que lo escogieras a él ―― ¿Y si lo hubiera hecho? ―preguntó Anna―Le hubiera pedido al alfa que cortara nuestro vínculo ―dijo Dante con un tono que provocó que Anna se sintiera culpable de tan solo haberlo preguntado ―Como no me habías reconocido, tú ni si quiera te hubieras enterado, y el alfa, como el licántropo que es, hubiera podido romper el vínculo fácilmente…―masculló el jov
Frustrado por las palabras del cachorro, Dante gruñó irritado antes de dejarse caer sobre su cama antes de cubrir sus ojos con una de sus manos.―Me dijo que venían en camino, no que ya estaban a punto de llegar ―Ante su frustración, Anna rio y se apresuró a levantarse de su regazo―Míralo por este lado cariño, hiciste bien en detener lo que estábamos haciendo, si nos hubieran descubierto, sí que habríamos dado mucho de qué hablar ――Lo sé, lo sé… ―gruñó Dante antes de enderezarse ―Bajaré yo primero, de hecho…. Me gustaría pedirte algo cariño…―masculló al mismo tiempo que recorría con su mirada el cuerpo de su compañera de pies a cabeza La sola imagen de ella parada frente a él, vestida con nada más que su ropa, estaba provocando que las ganas de retomar lo que estaban haciendo y de mandar al diablo a los demás, lo dominaran por completo.― ¿Qué cosa? ―preguntó Anna con curiosidad― ¿Podrías esperar a que la Luna traiga tu ropa? ―preguntó Dante algo inquieto― ¿Por qué? ―preguntó la