El dueño de europa

EL DUEÑO DE EUROPA

CAPITULO XVII

El tren que transportaba la mercancía más preciosa para el tercer Reich serpenteaba como sibilina boa que tragaba los kilómetros con avidez, avanzando a través de la campiña francesa y alemana, con el vehemente deseo de llegar a la ansiada meta en Berlín, por tanto tiempo aplazada. Eduardo de Windsor y Wallis fumaban nerviosos y se miraban a menudo, sin dirigirse la palabra, entendiéndose con la sola mirada, ante unos anfitriones de extraño relieve como eran Charles Eugéne Bedaux y Oswald Mosley. El humo como señal omnipresente dejaba un rastro con olor a carbón y madera quemada que anunciaba las brasas en las que ardería toda Europa, como ofrenda a un dios inmisericorde, capaz de deleitarse tan solo con la idea de la destrucción del viejo orden. Wallis embutida en un abrigo beige, fumaba en su larga boquilla negra un delgado cigarrillo y sus ojos agrandados por el deseo impenitente de conocer a su más admirado icono social y político, le conferían un
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo