Después de recordar mi vida pasada, comprendo que aunque no vendí mi país al enemigo, hice algo incorrecto que fue enamorarme de un demonio, pero, pienso que aunque merezca un castigo por incumplir las normas, no se justifica que yo no tenga un segundo en paz.
Por eso, me parece injusto que yo me encuentre en estos momentos en una situación parecida a la cena que supuestamente tendríamos con ellos el día de mi boda. Por eso, miro a Reymond implorando que se detenga.— Eso no está escrito aún. — dice Nate.— Nos marchamos de aquí. Así que, puedes quedarte a disfrutar de la comida. — digo levantándome de la silla.— Qué bueno que aún no se te vea el vientre abultado. — dice Nate y yo inmediatamente cubro mi vientre con ambas manos.— Aléjate de mi familia.— Tío, somos familia. Así que, si esSoy una mujer que no está de acuerdo con los gritos ni mucho menos con los malos tratos para llamar la atención, después de todo, esos comportamientos inapropiados, no son algo que se aprende siendo una diosa, pero, como lo ha dicho Reymond, he sido corrompida.En la tierra, aquí mismo, siendo una mujer lobo, es que comprendo que es fácil cumplir las normas cuando no hay un detonante o situación que nos haga dudar, por eso, cumplir con los principios, normas y leyes, es complicado de realizar, porque hay más tentaciones que situaciones que hagan más fácil cumplir con lo correcto.Eso es lo que me sucede ahora mismo, ya que, por mucho que menciono que no es bueno que uno trate mal a los demás, esos alfas no comprenderán de otra forma cuan molesta me encuentro por su actitud.— Elise…— ¡Estoy agotada de los dos! ¡Así que, ahora mismo deténganse
Nos marchamos del restaurante donde Reymond lanza una bomba de información que deja a todos atónitos y a Nate como el centro del caos. Pero, yo no me siento mal por ello, porque al final, lo que dijo Reymond es verdad.Sin embargo no creí que fuera necesario que dijera todo eso para divulgar lo cruel que es Nate, ya que, la vida misma se encargaría de esparcir eso por mucho que Nate niegue que lo hizo.— ¿Estás bien, Reymond?— Pensé que no te importaba lo que me sucediera. — dice Reymond con frialdad.— Eres mi esposo y padre de mi bebé, lógicamente debo preocuparme por ti. — digo de inmediato.— Al menos estás siendo sincera. — dice él mirándome levemente.— ¿Cómo sabes que lo soy?— No creo que seas capaz de hacerlo. Pueda que hayas mentido sobre las maldiciones, pero, no serias capaz de me
Horas despuésNo sé en qué momento me he dormido ni mucho menos, cuantas veces tuve sexo con el hombre del que debí alejarme en todo momento, porque sé que todo será peor si se enteran de que en vez de enfrentar el castigo por separado, ahora estamos casados y con un bebé en camino.Me muevo al sentir que no debería estar así de unida con Reymond, ya que, tener su mano en mi vientre y mi espada pegada a su pecho, podría mal acostumbrarme a algo que no debería.Pero, solo tomar la mano de Reymond para alejarla de mí, hace que sienta un desgaste de energía que dudo que sea fácil recuperar. Además, cuando creo que estoy logrando que se aleje de mí, él vuelve a colocar esta mientras se mueve levemente acomodándose mejor.— Duerme un poco más. — dice Reymond.— No puedo hacerlo, se supone que ayer recibiría
La vergüenza me invade porque sé lo que sería capaz de decir Reymond, por eso, cubro su boca con mis manos, mientras él me observa con una ceja levantada por mi reacción. Dándome a entender cuanto disfruta hacerme avergonzar.— No te preocupes, Elise, si he notado que tenemos visita. ¿Cómo va todo, señor Maximus? — dice Reymond tomando mis manos, para colocarla sobre una de sus piernas.— Bien, afortunadamente…Los dos comienzan a hablar de cosas triviales mientras yo me avergüenzo por lo que ha dicho Reymond con tanta naturalidad y que también, sea capaz de salir usando un pantalón para dormir.Pero, ¿Quién soy yo para decirle a Reymond lo que no debería hacer? Sobre todo, cuando a él le importa poco lo que pueda decirle. Así que, me dirijo al comedor donde de inmediato, nos sirven el desayuno a los tres.Reymond,
El señor Maximus se marcha y yo me quedo en la casa esperando que algo bueno suceda, aunque no he hecho algo para merecerlo. Porque es evidente que he perdido mi esencia cuando reencarné.Mi mente es un caos, porque no sé qué hacer, ya que, aunque comprendo que no es buena idea quedarme con Reymond cuando el castigo era no estar cerca de él, sé que si me marcho, todo empeorará porque Nate se hará cargo de mí.Mi error no fue aceptar la ayuda de Reymond, si no, involucrarme en lobos que desde un principio no parecían serios conmigo. Porque eso de ‘tener una relación en privado’, no era más que una estrategia para tenerme a su merced, mientras estaban con las mujeres que si merecían su entrega,Ahora que tengo un hombre que no me quiere como un entretenimiento, me enfrento a la difícil situación y es que es la persona menos apropiada para mí. Estam
Observo seriamente al hombre que no deja de sorprenderme, pero, lo que más debería sorprenderme soy yo por no haber notado desde antes todo lo que estaba sucediendo, si no que, tuve que verlo aquí sonriéndome para saber que es el causante de todo.— ¿Qué haces aquí, Reymond Perasi?— Prefiero que me llames Flameforge, ese apellido es más agradable. — dice Reymond mientras mi jefe lo saluda.— Hemos cumplido, jefe.— Muchas gracias, ya puede marcharse. — dice Reymond y el hombre sale huyendo de la oficina.La sonrisa radiante de Reymond, me causa malestar, sobre todo, porque se está burlando de mi ignorancia, ya que, por mucho que pensé que había algo extraño, no me imaginé que fuera por eso.— Realmente no dejas de sorprenderme, Reymond Perasi.— Eso es bueno, porque entonces no sentirás que el matrimonio
Confundida, observo a las chicas que parecen emocionadas por la respuesta que les puedo dar, por eso, no logro comprender si fue que escuché mal o si la mente de ellas está… mal. Porque solo una de esas explicaciones es que pueden justificar que ellas digan algo así.— ¿Eh?— ¡Claramente no hablamos de su sobrino, señora!— No deberías entonces mencionar el apellido del alfa. Ya que, además de nuestro líder alfa quien lleva el apellido es el alfa Nate Perasi. — dice la otra chica golpeando levemente a la chica que habló inicialmente.— Bueno, descartemos a Nate Perasi, ese hombre no me agrada es muy promiscuo. — dice la chica que hasta el momento se había mantenido en silencio.‘¿Qué rayos está sucediendo aquí? ¿Cómo se supone que debo responder a este encuentro donde es evidente que no tengo e
Soy consciente de lo que hago, por lo que, comprendo perfectamente la mirada cargada de desespero de Jay cuando las chicas comparten el auto con nosotros y sin tener vergüenza, le hacen a Jay al menos cinco preguntas por segundos.Aunque Jay ni siquiera se esfuerza en hablar, ellas no se dan por vencidas y por eso, escuchamos todas las historias que tienen por decir en tan poco tiempo.‘Deberían intentar ser raperas, porque realmente hablan muy rápido.’ Me digo mentalmente.Jay, se esfuerza por llegar rápido a nuestro destino y de inmediato, sale del auto como si este fuera a explotar en cualquier momento y no lo culpo, yo también siento que estas mujeres son capaces de causar el fin del mundo solo por hablar tanto en un espacio tan reducido.Mi escudo, respira profundo y abre la puerta para que salgamos, yo soy la última que lo hace, por lo que, vuelve a mirarme suplicante para que me detenga, pero, no puedo co