LUCIANA
La dichosa ceremonia había terminado concluyendo con el primer ganador que sería el empresario del año, nada más y nada menos que Erick.
Yo estaba feliz por su nuevo logro, pero aún me encontraba desconcertada por las cosas que me dijo ese hombre misterioso. Era extraño, pero aún así sus palabras me rodaban una y otra vez por mi cabeza.
Ahora ya estaba en mi cuarto de hotel, por fin. Después de ver a Erick pasearse con su asistente brazo, lo único que quería hacer era irme de ese sitio. Él no me vio hasta que pasó al frente y subió al escenario cuando dio un pequeño discurso de agradecimiento al ser premiado y condecorado.
Al principio su mirada fue un poco de confusión y se quedó en silencio por unos momentos, como si al verme le hubiese sorprendido. Pero después reaccionó para cambiar su semblante a uno serio y rígido, una forma que no había visto durante mucho tiempo.
<LUCIANASeguía distante con Erick, él en el mismo lugar sentado y yo plantada en el asiento que me acomode cuando me subí a este vehículo lujoso. Después de casi medio hora el chófer parqueo en la entrada del gran salón.Pero al igual que en la ceremonia de la que asistí ayer, habían camarógrafos por todos lados, corrían.. yendo y viniendo para aquí y para allá siguiendo a esa gente importante y bien vestida para capturar una imagen de ellos.Mis nervios volvieron hacer presencia, pero ahora eran más que anteriormente. En esta ocasión estaba más nerviosa por nosotros, era la primera vez que nos mostrábamos frente a la prensa como pareja, bueno si es que él fuera a confesarlo delante de todos.<
LUCIANAMe alejo a pasos apresurados, era lo mejor que podía hacer en este momento, alejarme de todo esto. Por el bien de mi estado emocional.Enterarme de que el hombre al que decía llamarse mi novio, a estado metiéndose en mi vida, vigilándome como un acosador. Rápidamente me fui en dirección a la puerta, abriéndome paso en medio del salón, iba de lado contrario a los demás que se dirigían al escenario.Pero por querer encontrar la salida con desesperación, no me di cuenta y choque con alguien. Al alzar la cabeza pude ver de quién se trataba, nada más que menos de quién huía. ERICKDurante días y meses trate de encontrar mi estabilidad emocional, dejando atrás mis temores de no decirle la verdad de las cosas, y no era porque no quisiera confesarlo, si no al contrario. No quería que saliera más lastimada de lo que ya había salido, ella solo necesitaba una vida tranquila y llena de dicha y felicidad.. algo que siempre estuve dispuesto a ofrecerle desde que la conocí.Y así es, no puedo decir si me enamore a primera vista, pero lo que si tenía seguro desde el principio, era ella. Conocerla y tenerla en mi vida. Desde que vi ese brillo en su mirada y esa sonrisa resplandeciente, fue como una luz, una que le había echo falta a mi vida y que debía quedarse para siempre, porque era lo que esperé por mucho tiempCapítulo 30|Verdades – Parte 2
ERICKLas cosas ya están marchando a la perfección, ya todo se había aclarado. Esa noche en la limusina todo el asunto arreglo, ella no perdió en la confianza en mí y yo puede ser más honesto. Los dos confesamos nuestros sentimientos y la razón de nuestros miedos.Era la primera persona en mucho tiempo con la que me abría y tenía confianza. Y por lo visto ella también me lo permitió cuando me dejo entrar en su vida y ser parte de ella.Conocer a sus hermanos era algo valioso e importante tanto para ella como para mí. Al igual como yo la presente ante mi familia.
LUCIANAEl viaje no fue tan largo y más mientras los dos íbamos muy concentrados en una fresca conversación que solíamos tener cuando pasábamos tiempo juntos.Me encantaba conversar con él, de lo que fuera y más cuando se trataba de cosas que tuviera que ver con nuestras familias, eso funcionaba para conocernos más y saber también nuestros intereses y gustos.Aunque llevaba más de un año que lo conocía, por el tiempo que estuvimos apartados parecía como si no hubiera sido así, era como si nos conociéramos de casi siempre y cuando nos encontrábamos juntos nos sentíamos cómodos el uno con el otro.
LUCIANAEl lugar era hermoso y agradable algo tranquilo y refrescante con la brisa del mar que nos recibía. Era un restaurante con vista a la playa, pero lo que me confundió fue ver que el sitio estaba casi solo, muy pocas personas merodeaban por allí.El lugar era pequeño pero muy bonito, estaba completamente solo. Al entrar vi que solo había algunos empleados en la zona. No era muy tarde y no comprendía porque un restaurante tan hermoso estaría desolado.Un joven vestido de mesero nos recibe y sin preguntar ni nada nos guía a una de las mesas que están junto al gran ventanal que muestra el hermoso mar.<
LUCIANA —Así que ese restaurante es tuyo —afirmé en vez de preguntar. Con lo que dejo dicho antes, podía entender que ese lugar le pertenecía, aunque no lo hubiera asegurado. Erick, asintió con la cabeza, antes de hablar. —En efecto. Conducía devuelta a la casa de playa, después de la hermosa propuesta que me hizo dimos un paseo por la costa hasta que los alrededores se volvieron más desérticos y el viento comenzaba a refrescar un poco más. Las charlas con Erick eran cada vez más joviales, dejando atrás el modo serio y dándole entrada a la comunicación. Eso era maravilloso, una de las mejores cosas para que una relación funcione, es la confianza y la comunicación. Y esos eran los primeros puntos con lo que estaba arrancando esta relación. Erick y yo habíamos pasado por muchas cosas, podía ser que esto no era el principio, era como una oportunidad, una que nos dimos por amor. Y por un lado esto era el comienzo de muchas cosas buenas, eso quería pensar. Estaba intentando ser la
LUCIANAAl día siguiente regresamos al hotel, después de una velada maravillosa y un desayuno romántico en la cama, tuvimos que volver a nuestra rutina. No quería que estos momentos hermosos se terminaran. Pero no había de otra forma, el deber nos llamaba.Al llegar Erick me abrió la puerta como siempre lo hacía. Entramos al hotel tomados de las manos, mi sonrisa resplandecía de alegría. En el vestíbulo nos encontramos con Sam, su amigo.—Qué bien que ya llegaron. Hola Luciana —me saluda con educación —Jefferson, esta aquí. Debemos resolver el asunto importante —se vuelve hacía Erick para decirle esas palabras.