LUCIANA
El viaje no fue tan largo y más mientras los dos íbamos muy concentrados en una fresca conversación que solíamos tener cuando pasábamos tiempo juntos.
Me encantaba conversar con él, de lo que fuera y más cuando se trataba de cosas que tuviera que ver con nuestras familias, eso funcionaba para conocernos más y saber también nuestros intereses y gustos.
Aunque llevaba más de un año que lo conocía, por el tiempo que estuvimos apartados parecía como si no hubiera sido así, era como si nos conociéramos de casi siempre y cuando nos encontrábamos juntos nos sentíamos cómodos el uno con el otro.
LUCIANAEl lugar era hermoso y agradable algo tranquilo y refrescante con la brisa del mar que nos recibía. Era un restaurante con vista a la playa, pero lo que me confundió fue ver que el sitio estaba casi solo, muy pocas personas merodeaban por allí.El lugar era pequeño pero muy bonito, estaba completamente solo. Al entrar vi que solo había algunos empleados en la zona. No era muy tarde y no comprendía porque un restaurante tan hermoso estaría desolado.Un joven vestido de mesero nos recibe y sin preguntar ni nada nos guía a una de las mesas que están junto al gran ventanal que muestra el hermoso mar.<
LUCIANA —Así que ese restaurante es tuyo —afirmé en vez de preguntar. Con lo que dejo dicho antes, podía entender que ese lugar le pertenecía, aunque no lo hubiera asegurado. Erick, asintió con la cabeza, antes de hablar. —En efecto. Conducía devuelta a la casa de playa, después de la hermosa propuesta que me hizo dimos un paseo por la costa hasta que los alrededores se volvieron más desérticos y el viento comenzaba a refrescar un poco más. Las charlas con Erick eran cada vez más joviales, dejando atrás el modo serio y dándole entrada a la comunicación. Eso era maravilloso, una de las mejores cosas para que una relación funcione, es la confianza y la comunicación. Y esos eran los primeros puntos con lo que estaba arrancando esta relación. Erick y yo habíamos pasado por muchas cosas, podía ser que esto no era el principio, era como una oportunidad, una que nos dimos por amor. Y por un lado esto era el comienzo de muchas cosas buenas, eso quería pensar. Estaba intentando ser la
LUCIANAAl día siguiente regresamos al hotel, después de una velada maravillosa y un desayuno romántico en la cama, tuvimos que volver a nuestra rutina. No quería que estos momentos hermosos se terminaran. Pero no había de otra forma, el deber nos llamaba.Al llegar Erick me abrió la puerta como siempre lo hacía. Entramos al hotel tomados de las manos, mi sonrisa resplandecía de alegría. En el vestíbulo nos encontramos con Sam, su amigo.—Qué bien que ya llegaron. Hola Luciana —me saluda con educación —Jefferson, esta aquí. Debemos resolver el asunto importante —se vuelve hacía Erick para decirle esas palabras.
LUCIANATrago saliva con sentimiento y el dolor en mi pecho se instala con fuerza, dejo el portarretrato de la fotografía de mu pequeña hermana sobre mi regazo y cierro los ojos. El sollozo se escapa de mis labios sin poder evitarlo.Esto me consumía. El no saber nada de ella, el pensar que pudiera estar en peligro y aterrada de miedo, esto era devastador tanto como para mi familia como para mí. Mateo de había quedado dormido acurrucado en mis brazos, el llanto y el cansancio lo venció y cayó rendido. Mi pequeño hombrecito estaba deprimido y se sentía solo, por esa razón fue que me quedé esta noche en casa de Olivia.
ERICKUna vez que regrese al hotel, me dieron la noticia de que Luci se había marchado junto con su jefe. Por unos segundos los celos hicieron presencia, pero después los dejé a un lado recordando que ella no era ese tipo de mujer que te deja y se iba con otro hombre.Durante años viví con esa sombra, creyendo que todas las mujeres podían ser igual que Silvia, y que pagaban con la misma moneda como lo hizo ella. Pero cuando conocí a mi Bonita, todo pensamiento negativo se borró de mi cabeza, o más bien los oculte.Seguía pensando de la misma forma, pero con ella era diferente. No podía verla de esa manera, ni mucho menos pensar así. Con el tiempo descubrí que no todas las mujeres eran igual, ya
LUCIANA El timbre de la puerta me hizo salir de mis pensamientos, pero no me moví de mi lugar. Minutos después escuché unos pasos acercarse en el pasillo y enseguida unos golpes suaves en la puerta de mi alcoba. Rara vez Rebe tocaba, pero en estos momentos sabía como me sentía y lo único que quería era estar sola. Antes de responder la puerta ya se había abierto, seguía sin moverme y solo escuché los sonidos. Unos pasos suaves se acercaron y sentí como el borde del lado de mi cama se hundía. —Rebe, no tengo ánimos de nada. Solo quiero estar a solas.. Un aroma familiar llego a mis fosas nasales, ese que se acostumbró a mi olfato y que me encantaba oler todo el tiempo. No era mi amiga, era Erick. Intente moverme, ya que estaba de espaldas hacía él. Pero su pecho firme y su brazo que rodeó mi cintura me detuvieron. —¿Ni siquiera a mi me quieres ver? —No sabía que eras tú.. —Permíteme estar a tu lado. Prometo no decir nada, solo abrazarte. Su cercanía era como una cura para t
LUCIANA—Aún no entiendo como es que me deje arrastrar a este viaje.Llevábamos minutos de camino hacia algún lugar en Los Ángeles, ¿qué hacíamos aquí? No tengo la menor idea, solo se que me deje llevar cuando Rebecca y mis hermanos se pusieron contentos cuándo Erick los invito. Me giré en el asiento delantero del Mercedes que alquiló para el viaje en tierra, me subí las gafas de sol a la cabeza para poder ver a Erick con claridad.Él me miró de reojo, sus ojos ocultos tras las Ray Ban oscuras.
DOS AÑOS DESPUÉS —¡Oh por Dios!, ¡oh por Dios! —grito feliz sabiendo del baño con una prueba de embarazo en mi mano. —¿Es positivo? —inquiere Rebecca, estaba esperando afuera de la habitación. Mi amiga me acompañó a comparar los test después de mis sospechas por los síntomas que había presentado durante casi un mes. Aún no le decía nada a Erick, ya que quería estar muy segura. Después de que nos casamos decidimos tomar un tiempo para disfrutar de nuestro matrimonio, en ese momento no estaban en nuestros planes ser padres. Pero al pasar un año intenté quedar embarazada y nunca lo lograba, comencé a preocuparme, pero mi ginecólogo me dijo que era normal porque muchas mujeres pasaban por ese problema cuando solo pensaban en concebir. Y hoy era de uno de mis días más felices porque me había hecho seis pruebas caseras y todas daban positivo, eso quería decir que está embarazada, de todas maneras iba a sacar una cita con mi ginecólogo para hacerme unas pruebas más seguras y por fin po