Estimadas lectoras y lectores ¿A donde nos llevara este encuentro entre Ana y Alexis? ¿Será el hombre que sacara a Diego de su mente?
Luego de un largo baño, nuevamente ayudé a Ana a secar su cuerpo y su larga cabellera, ella fácilmente se hizo una coleta y buscó su ropa, al ver aquello, le dije:- Ven, tu ropa la mandé a la tintorería, pero te he comprado más…- ¿Cómo? – Respondió ella con sorpresa.- Sí, espero que Mateo haya atinado a tu talla.Tomé su mano y la llevé a mi vestidor, donde varias bolsas con lencería le aguardaban.- Estas las seleccioné yo, así que escoge lo que necesites para completar el atuendo de hoy, la otra parte de ropa la seleccionó Mateo y está en la sala.- ¿Te puedo preguntar algo?- ¿Sí, dime?- ¿Cuándo compraste esto?- Hoy, durante la madrugada.- Pero no están abiertas las tiendas de madrugada.- Bueno, para mí, sí.Veo una ligera duda en la mirada de Ana, pero ella no dice nada, veo que selecciona una bolsa con un poco de pena, sé que todo se le debe ver perfecto, cada prenda la seleccione pensando en ella, luego de un momento, para romper un poco con su nerviosismo, digo tranquilam
Cuando terminé la preparatoria, comencé a trabajar, mi madre no podía pagarme la universidad, así que, sin más remedio, comencé a trabajar en una tienda de regalos, la verdad, es que ¡Me encantaba trabajar ahí! ¡Era divertido! Me encantaba envolver regalos, ayudaba a los chicos a escribir cartas de amor y cosas así, siempre imaginaba que era yo quien los recibía, así que ponía gran esmero en mi trabajo, mi jefa realmente apreciaba mi trabajo, pero, aunque me gustaba, no pude quedarme ahí por mucho tiempo. - ¿Por qué? ¿Qué sucedió? - La tienda de regalos estaba en el centro de la comunidad donde vive mi madre, era un lugar visible, Joan comenzó a frecuentar el lugar, compraba regalos, llevaba a su novia de ese tiempo, al ser mi trabajo, no podía negarme a envolver los obsequios que compraba aquel chico. La verdad para mí hacerlo no me molestaba, lo que me molesto o me dio miedo fue que mi horario de salida era a las 9:00 pm, a esa hora podía irme fácilmente caminando a casa, pero el
--- Diego Sánchez ---Hoy planeaba pasar una excelente tarde a lado de Cassandra, a quien intentaba seducir, tratando de reconciliarme con ella después del desplante que le hice en el motel, mi humor estaba bien, solo pensaba en pasar la tarde juntos en el café y luego ir a otro lugar más privado, esta vez no le quedaría mal. Todo estaba bien, todo hasta que la vi, Isa estaba ahí, se veía hermosa, llevaba prisa, un hombre de traje ya bastante mayor que ella, pagó su cuenta y luego la ayudó a subirse a una elegante camioneta, sé perfecto que no se trataba de su jefe o algún compañero de trabajo, yo los conozco a todos.Cassandra me jala para entrar al café y dice:- ¡Este lugar es increíble! ¿Por qué no me habías traído aquí? – Dice emocionada.La verdad es que por mucho tiempo no pensé en traerla, este es el café favorito de Isa, pero luego de la metida de pata que cometí, creí conveniente traer a Cassandra aquí, sé que se enamoraría del lugar y no dudaría en perdonarme. Me siento como
Todo parecía tan correcto, tan fácil, en el preciso momento, en el que besé a Isa, no necesité nada más, ella era lo que me hacía falta, ella era la ficha que me hacía falta, no quería dejarla ir, no quería que la noche terminara.- Diego… Ya lo intentamos una vez y otra, luego otra más y no sé cuántas veces más, nunca ha funcionado.- Isa, éramos jóvenes e inmaduros, pero venos ahora, tú has cambiado, yo también cambié, ¡Te extraño, Isa!- Diego, no puedes aparecer en mi vida y esperar que las cosas van a ser como antes… No cuando…Sé que es lo que está a punto de decir, así que la interrumpo…- Isa, sé que fui un completo idiota, sé que cualquier cosa que diga en este momento, generará dudas, pero tú me interesas, yo quiero que tú y yo nos demos una oportunidad…- Diego, no es tan fácil, ¿cómo sabes que no tengo novio? ¿Cómo sé que no tienes novia?¡Demonios! Esa frase me caló, era como si ella pudiera ver a través de mi cuerpo, sé que actualmente estoy saliendo con Cassandra, pero n
--- Alexis Betancourt ---Eran las 4:50 am cuando me levante a fumar un cigarro en el balcón, no es que fuese un fumador asiduo, pero estos días me apetecía salir y sentarme a admirar la vista mientras fumaba. Pocas veces prestaba atención a la extraordinaria vista que tenía frente a mí y este fin de semana me he sentido a gusto con ello.De vez en cuando, volteaba a ver a la mujer que dormía en mi cama, era difícil explicar las emociones que me provocaba, le había observado en estos días y solo me hacía querer cuidarla, protegerla y no dejarla ir, el solo pensar que su vida no ha sido fácil, me estruja el corazón.Ahora bien, si me pongo a recordar los momentos de intimidad, siendo sincero, esos me vuelven loco, solo recordarla desnuda, esa mirada, su piel, su aroma, me hace querer poseerla cuantas veces tuviera oportunidad.Mientras estaba sentado en la silla veo las luces de la ciudad, tomo una bocanada al cigarro y dejo salir el humo sonriendo, apago el cigarrillo en el cenicero qu
--- Alexis Betancourt ---Tomamos un baño tranquilamente, cuando salimos, ayude a Ana a secarse su larga cabellera, hoy quise que saliéramos de casa, hay un lugar que me gustaría compartir con ella.- Te veo en la cocina, voy a calentar el desayuno, no tardes. – Le digo cuando salgo de la habitación.- ¡Sí! En un momento voy…- ¡Por cierto…! Tu ropa ya está en el guardarropa, ponte algo abrigador, hoy hace un poco de frío y quiero llevarte a un lugar, me gustaría mostrarte algo.Veo cómo Ana se queda sorprendida, me gusta ver esa mirada de sorpresa, me gusta ver la curiosidad que muestra.- ¿A dónde vamos a ir?- ¡Es una sorpresa! Te espero en la cocina para desayunar.Algo de la habitación y me dirijo a la cocina, caliento nuevamente nuestro desayuno, dejo que Ana se prepare. No le he dicho aún a dónde la llevaré, hoy quiero que salgamos de casa, debe ser aburrido para ella permanecer todo el fin de semana en este apartamento, así que hoy planeo que vayamos a un lugar que por años he
Veo el rostro de la mujer que tengo delante de mí, ella se muestra incrédula, aún no puede creer lo que acabo de decirle, por lo que solo me limito a sonreír y reafirmar lo dicho.- Ana, esta casa es tuya… ¡Acéptala por favor!- Alexis… ¿De verdad? ¡No! Nadie regala una casa como está a una completa extraña…Esas palabras me sacan de mis casillas, la volteo para tenerla de frente, la sujeto firmemente y digo:- Si fueras una delincuente te aseguro que ya hubieras asaltado mi casa, por favor, acéptala, es algo que quiero que tengas…- ¿Sabes cuál ridículo suena esto? Llevas una semana de conocerme y ya me estás regalando una casa, ¿Qué sigue? ¿Un auto?- De hecho… Sí… Tú puedes pedirme el auto que quieras y lo tendrás…- Alexis, no sé por qué siento que eso es una compensación, siento que algo vendrá después… Siendo sincera, no me gusta esta sensación.Esa sospecha me mata, ella es una buena mujer, le puedo y quiero dar todo, pero solo hay una cosa que no podré darle, bueno son dos cosa
Luego de unos minutos, la voz de Alexis me despierta, él me mira y sonríe, debo ser honesta, cada vez que sonríe, se le hacen algunas arrugas en su rostro, pero luce tan atractivo con esas líneas de expresión. De verdad, ahora que lo veo, me gustaría, realmente me gustaría por lo menos tener unos 5 años más, veo que no le molesta mi edad, a mí tampoco me molesta, pero me da miedo que él crea que soy demasiado joven para continuar.La voz de este hombre me saca de mis pensamientos… - Ana, ¡Quiero conocer tu casa!- ¿Cómo? ¿Dónde vivo? – Respondo con sorpresa, mi casa, en comparación a la suya, es una ratonera.- Me has dicho que tienes un apartamento que estás pagando, ¡Quiero conocerlo!- Pero no tiene nada de atractivo. – Respondo con un poco de pena.Para mí, ese es mi lugar seguro, es mi hogar, es el lugar donde soy feliz o donde lloro cuando así tengo la necesidad, sin embargo, el lugar no tiene ni una pisca que se pueda comparar con la casa de Alexis.- Eso solo yo lo puedo defin