Me despierta el sonido de mi móvil, me refriego los ojos para despertar y veo que es Eric.
—Hola, cariño. Buenos días —contesto adormilada.
—Hola, preciosa. ¿Te desperté?
—Sí, pero no te preocupes. Según veo ya son las 8:30, así que está bien. ¿Cómo estás?
—Bien, con harto que hacer por estos lados, pero puedo delegar mis labores.
—Sería maravilloso, ahora sí que te necesito conmigo.
—No te preocupes. Me las arreglo por aquí y parto hacia Newport lo antes posible.
—Debes viajar a Portland y luego hasta aquí, porque no hay vuelos directos a Newport.
—Entiendo, así lo haré. Me alegro de que hayan podido localizar a John. Ojalá lo atrapen pronto.
—Lo mismo deseo yo. Ahora solo debo esperar que me llame. No sé si ya sabe que lo han localizado y que estoy aquí o solo cree que sigo en Raleigh.
—Esperemos que no. ¿Qué harás hoy?
—De momento, no lo sé, creo que solo me quedaré aquí. No voy a ir con el bo
Pasan las horas y nada de noticias de nadie. No paro de mirar el reloj de mi celular o el de pared. Miro las manecillas del reloj y es como si quisiera tener los poderes telepáticos de Matilda para poder hacer que se muevan más rápido.Por la hora que es y calculando los tiempos, Eric ya debería de estar aquí o bien de camino, hoy como nunca estoy impaciente por verlo. Solo espero que no le haya pasado nada. Ya es tardísimo y nada de noticias. Creo que lo mejor será dormir y esperar a mañana y tal vez tener noticias de mi novio.Apago la televisión y me acomodo para dormirme.No sé qué hora es, pero tengo que contestar el teléfono ya que suena como loco.—¿Hola? —digo mientras bostezo.—Cariño, perdona la hora, recién llegué a Newport, necesito me digas el nombre de tu hotel para que el taxi pueda llevarme hasta
Miramos por todo el lugar y lo estamos. Se ven policías por todas partes. Todos los policías presentes lo apuntan con sus armas.—Suelte a la niña y baje el arma.No dice nada ni menos hace algo por algunos minutos los que se me hacen eternos. El silencio que hay, además de las miradas indiscretas de los bañistas que aún quedan hace que todo sea incómodo y sin tener claridad sobre qué va a suceder.—Suelte el arma, John Brown —repite el teniente Williams. No me había percatado de su presencia hasta que habló.—¡Jamás! Aléjense o la mato —dice sin dejar de apuntarme, pero vuelve a disparar hacia el cielo para demostrar que habla muy en serio.Se gira intentando buscar una salida, mas no ve ninguna. No sabe qué hacer, se le nota. De pronto dispara y lo veo huir con mi niña, cuando caigo al suelo con un fuerte dolor en
Llego al hotel y voy directo a la habitación, no me detengo a hablar en la recepción. Estoy por acostarme cuando me llega un mensaje de Carol al celular de Grace.«Logramos conseguir un avión. Voy con Mark, dejamos a Hannah con los abuelos.»«Estupendo. Que tengan un buen vuelo.»«¿Hay noticias de mi hermana?»«Lograron extraer la bala, pero se mantiene delicada dentro de su gravedad. La bala logro perforar su riñón. Ahora está en la Unidad de Cuidados Intensivos.»«Rezaré porque se recupere.»«También yo. Apenas sepa de algo te aviso.»«Sí, por favor, te lo pido.»Nos despedimos, dejo el celular en la mesa de noche y voy al baño por una ducha, con la intención de que el agua me quite el cansancio y m
Llegamos directo al mismo sector de urgencias y consulto por Grace a la enfermera. Revisa en la computadora hasta encontrar su archivo médico. —La señorita está reaccionando bien a los cuidados postoperatorios, pero aún se encuentra en estado grave, debido a la bala que perforó su riñón izquierdo. —¿Podemos pasar a verla? Es mi hermana —pregunta Carol. —Lo siento, señorita. Debido a su estado, no es posible. —¿Hay algún médico al que podamos consultar? Viajamos desde la costa este para estar con ella —agrega Mark. —Voy a llamar al médico, un momento. —Se lo agradecería mucho, señorita —dice Carol casi con desespero. La enfermera hace llamada vía altoparlante al médico de turno, que llega en menos de dos minutos a donde estamos. —Buenos días, doctor —saluda Carol. —Buen días, jóvenes. Soy el doctor Lincoln. ¿En qué les puedo ayudar? —Anoche trajeron a mi novia de urgencia por herida de bala en el abdomen,
Una semana después... Los días pasan lento y Grace sigue en la misma situación. A diario desde su partida informo a Carol y Mark sobre su estado. El tener a Amanda con ellos mientras su hermana se repone es lo único que la reconforta, lo malo es que cada tanto, pregunta por su madre y la pobre ya no sabe que decirle. Por mi parte, ha sido difícil estar tantos días sin mi hijo, lo bueno es que cuento con la familia de su madre y todos comprenden la situación, incluyendo a mi pequeño. Estoy llegando al hotel de regreso, estoy cansado y lo único que deseo es meterme en la cama y dormir, pero como hoy es viernes le prometí a mi hijo que le haría una videollamada para saludarlo. En el transcurso de estos días pude también recuperar mi teléfono así que más que contento también por eso. Tenía muchas llamadas perdidas del trabajo, además de alguna de la directora del jardín de infantes. Tuve que seguir delegando el mando en mi socio, lo bueno
Suena la alarma de mi teléfono y me despierto con el ánimo en el cielo como antes no me había sucedido. Me levanto y elijo ropa de mi bolso para ponerme luego de la ducha.Vestido y arreglado, bajo al comedor a tomar desayuno. Saludo a los camareros y me siento en una de las mesas cercanas a la ventana. Pido mi desayuno y mientras este llega, le envío mensaje a Jacky para contarle las novedades y para pedirle que le cuente a Sean más tarde. Se pone muy contenta y me comenta además que le encantaría conocerla, lo que me pone muy feliz.Después de unos treinta minutos termino, miro el reloj del celular y veo que tengo tiempo de sobra aún. Dejo la mesa y vuelvo a mi habitación a terminar de prepararme para ir a ver a mi novia, como tanto he deseado desde que la enfermera me llamó anoche.Cuando estoy listo, salgo a la calle para buscar algún taxi que me lleve al hospital. Pasa uno a
GracePor fin he despertado. Según me dijeron el médico y las enfermeras pasé una semana en cuidados intensivos por la gravedad del disparo de John y que pasó a llevar un riñón, por suerte no necesité —de momento— una donación de órgano. Lo único que deseo en este minuto es ver a Eric y a mi pequeña, pero me dijeron que lo mejor era esperar hasta mañana para no sobresaltarme y que pueda hacerme daño.Estar en esta habitación de hospital, me trae malos recuerdos de cuando Carol y yo vinimos a visitar a nuestros padres. Fue muy duro verlos y no poder hacer nada por ellos. Desde ese día, trato de no volver a pisar uno, pero ahora no tuve más remedio.Estoy deseando que sea mañana para poder fin ver a mi familia. El que aquí no sepan decirme nada me está exasperando, necesito saber si están bien y si pu
Acabamos de llegar a casa, y estoy agotada. El viaje se sintió demasiado largo, sin mencionar que tuve algunas molestias por las suturas de la cirugía, lo bueno es que tuve a mi enfermero —no graduado— personal junto a mí todo el tiempo. Es tarde y aunque me muero de ganas de ver a mi princesa, sé que lo mejor es esperar hasta mañana.—¿Deseas algo de comer, preciosa?—Solo algo ligero, siento el estómago revuelto con tanto viaje.—Te entiendo. No te preocupes, te prepararé algo liviano y nos vamos a la cama. ¿De acuerdo?—Déjame ayudarte, no quiero sentirme como una inútil.—Por ningún motivo, Grace. Debes cuidarte. Ve a la sala y recuéstate en el sofá, puedes mirar algo en la televisión. No tardo, lo prometo.Intento poner carita tierna para convencerlo de colaborar en la preparación, per