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CAPITULO 2 Confesión

Narra Anna

Al siguiente día me levante y fui al instituto, estaba parada en la entrada esperando que llegara Tyler mientras tenía la carta en mis manos, estaba nerviosa, quería salir corriendo, pero ya estaba decidido, le iba a dar la carta si o si, además, era el último año en el instituto así que tenía que confesarme ahora sino nunca lo haría.

Mientras esperaba jugaba con los dedos de mi mano, sentía que mis piernas temblaban, nunca me había sentido tan nerviosa como ahora, en ese momento observe una silueta muy familiar, era Tyler y venia caminando.

Entre más se acercaba, mi corazón latía más rápido que parecía que se salía de mi pecho, al estar lo suficientemente cerca me paré frente a él.

— Esto es para ti — le dije mientras le extendía la carta.

Él solo miro la carta y luego fijo su mirada en mí.

— No gracias, no me gustan las chicas tontas — respondió en un tono frio y luego se fue dejándome con la mano estirada.

Escuchar eso hizo que mi corazón se rompiera en mil pedazos, las lágrimas amenazaron con salir, sé que no soy la más inteligente y tengo malas notas, pero no era para que me fuera respondido así.

Observe la carta en mi mano por un momento mientras sentía que mi mundo se venía abajo, al escuchar que sonó la campana para ingresar a clases guarde rápidamente la carta en mi mochila y comencé a caminar hasta el salón de clases.

Mientras caminaba todos me observaban y murmuraban.

Genial, ahora todos saben que fui rechazada por Tyler, y todo porque escogí el mejor escenario para confesarme, la entrada donde todo mundo iba a observar.

Al llegar al salón fui a mi asiento, mientras dejaba la mochila a un lado Emma y Lisa se acercaron a mí, ellas eran mis mejores amigas.

— ¿Es verdad que te confesaste a Tyler? — preguntó Emma — sabes es el chisme que anda en todo el instituto —

— ¡Que! Es enserio, todo mundo ya sabe eso — pregunté sorprendida.

— Si, todos hablan de cómo te rechazo — dijo Lisa.

Mejor no puede ser, ahora no solo estoy con el corazón roto, sino que todos se burlan de cómo me rechazaron, quería que me tragara la tierra en ese instante, me sentía de lo peor.

En ese momento entro corriendo Tomás al salón hasta acercarse a mí.

— ¿Es verdad que te le confesaste al idiota de Tyler? —  preguntó sorprendido.

Al escucharlo solo asentí y agaché la cabeza, me sentía mal, estaba destrozada por todo lo que había pasado.

— ¿Por qué lo hiciste? Sabes hay muchos más hombres menos idiotas y groseros que él — dijo Tomás.

— ¿Qué? Como tu — expresó Emma en tono de burla mientras se reía.

— Si, acaso hay algún problema conmigo — preguntó Tomás.

— No, tranquilo, solo decía — respondió Emma riéndose.

— Ya, vallan a sus asientos, déjenme tranquila — les dije y puse mi cabeza sobre la mesa.

En esos momentos quería llorar, todas mis ilusiones estaban destrozadas, Tyler me ha gustado desde que ingrese aquí, sé todo sobre él, lo que hace, lo que le gusta, lo muy inteligente que es, él es mi crush, mi amor platónico que por lo que veo es solo eso, alguien imposible de alcanzar.

Lo que siento por él es solo una ilusión mía.

Al terminar las clases salí rápidamente para dirigirme a casa, no quería escuchar como los demás hablaban de mí, mucho menos encontrarme a Tyler, me sentía muy avergonzada, no quería verlo por ahora, trataba de evitarlo lo más que podía.

Sin embargo, para mi mala suerte en la salida me encuentro de frente con él.

— Ya te dije que no me gustan las chicas tontas — me dijo Tyler apenas me vio, en ese momento apareció Tomás.

— ¿Qué te pasa? No la trates así — le grito Tomás a Tyler — Que tengas un coeficiente intelectual más alto que nosotros no significa que nos tengas que tratar así —

— No voy a perder mi tiempo con ustedes — expresó Tyler antes de irse.

— Es un completo idiota, no entiendo porque te gusta alguien así — me dijo Tomás enojado.

— Mejor me voy a casa — indiqué y luego caminé hasta la parada de bus.

Quería llorar, pero trataba de ser fuerte, no iba a caer por esto.

Como era de costumbre, fui al restaurante de mi papá para hacerle compañía, al llegar ahí me senté en una de las mesas y me puse a hacer mis deberes, la verdad estaba deprimida solo rayaba la hoja sin prestar asunto en lo que tenía que hacer.

— ¿Esta difícil la tarea? — pregunta mi papá acercándose a mí.

— Sabes que la tarea no va conmigo — le dije riendo, la verdad que soy pésima en los estudios apenas paso el año raspando.

— Papá, si no encuentro la respuesta a la tarea ¿Debo rendirme? — pregunté.

— No, aunque estemos en el último lugar, nunca debemos rendirnos — respondió — podemos ser los últimos, pero nunca debemos darnos por vencido — dijo finalmente antes de irse.

Nunca debemos darnos por vencidos, me repetía esa frase en la cabeza, la verdad no lo preguntaba por la tarea sino por Tyler, él me rechazo, pero todos estos años he estado enamorada de él, no sabía si rendirme, y aunque quisiera no me dejaría de gustar de un día para otro.

Narra Tomás

Escuchar que le había escrito una carta al estúpido de Tyler me puso mal, y aún peor ver como la trataba diciéndole que no le gustaban las chicas tontas.

La verdad no toleraba a Tyler, no solo por su arrogancia y lo idiota que era, sino porque Anna siempre le ha gustado, ella siempre lo mira a él por eso nunca se ha fijado en mí y eso me duele, yo la quiero, me gusta mucho desde hace tiempo, los dos crecimos juntos por lo que ella me ve como un mejor amigo, sin embargo, yo no la veo como amiga sino con otros ojos, por ella he desarrollado sentimientos únicos y siempre estoy dispuesto a estar ahí para ella, para apoyarla y ayudarla en todo lo que necesite.

Desde que fue rechazada he visto que su cara refleja tristeza, a pesar de que finge una sonrisa cada vez que está con nosotros como si no le afectara lo que ha pasado estoy seguro de que en verdad está sufriendo.

En este momento estamos conversando todos juntos, Emma, Lisa e Ian, ríen debido a lo que están conversando, pero Anna no, su semblante refleja tristeza, eso me pone mal a mí también, mientras los chicos ríen y conversan yo solo me dedico a mirar a Anna, me lastima verla así, tengo que hacer algo para ayudarla a sentirse mejor y si fuera posible que se olvide del estúpido de Tyler.

— ¿Por qué no vamos a comer todos a la casa de Anna esta tarde? — dije tratando de animarla.

— Claro vengan a mi casa — responde Anna con su sonrisa en su rostro.

Me pone feliz verla sonriendo y no verla mal por alguien que no merece la pena.

— Si vamos — dijeron los chicos.

Después del instituto fuimos a la casa de Anna, el papá de ella me trataba muy bien, pues siempre que tengo tiempo libre voy a ayudarlo al restaurante, por lo que él dice que soy parte de la familia.

Al llevar fui a la cocina a ayudarle al papá de Anna.

—  Tomás, sabes que le pasa a Anna, la he visto un poco decaída en estos días, acaso ¿Alguien la está molestando? — preguntó el papá de Anna.

— No se preocupe, yo siempre la estoy cuidando — respondí.

— Esta bien, confío en ti — respondió el papá de Anna.

Y era verdad lo que había dicho, siempre la voy a proteger, ella me gusta mucho, y a pesar de que a Anna le guste alguien más, jamás me daré por vencido, siempre estaré ahí para ella hasta que se fije en mí.

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