Capítulo 7 La noche había caído rápidamente y Amara se encontraba sentada en el balcón de su habitación contemplando el vasto cielo estrellado. Mientras cepillada su larga cabellera rubia la conversación que había tenido con su prima Dara aún resonaba en su mente, llenándola de esperanzas y sueños completamente renovados. Le había prometido a ella no dejarse pisotear por nadie y después de esa promesa, se sentía más fuerte que nunca. Mientras miraba las estrellas una sensación de anhelo la invadía, un deseo de amor y aceptación que parecía tan lejano la hacía sentirse inquieta. Sin embargo, de repente un auto inesperado se acercó a su casa, rompiendo la tranquilidad de la noche. Haciendo que Amara frunciera el ceño, intrigada por la visita. Nunca nadie visitaba su hogar a esas horas a excepción de Cedric, el amigo de su tío Julián, pero él no me mira en un auto como ese. Así que sin pensarlo dos veces se levantó de inmediato y corrió escaleras abajo, sintiendo que su corazón latía
Capítulo 8 Mientras Luciano entraba a la casa de Amara, no podía evitar que sus pensamientos se deslizasen hacia lo más superficial. A pesar de la calidez del abrazo entre Emiliano y su hija, además de la evidente conexión que compartían, Luciano no podía dejar de pensar que Amara no encajaba en su idea de belleza. Su figura era más voluminosa de lo que él consideraba atractivo y sus grandes lentes acentuaban una apariencia que, ante sus ojos, no era la de una mujer que llamara la atención. Sin embargo, sabía que no podía expresar esos pensamientos en voz alta, ya que Emiliano no lo perdonaría jamás. Amara era su hija ante todo y la defendería de críticas como esa.Mientras se adentraban en la casa humilde la atmósfera era una muy acogedora, tanto que ni siquiera en su propia mansión Luciano había sentido eso. No obstante, la familia de Amara los recibió con sonrisas y abrazos como si a él lo conocieron de toda la vida. Luciano se sintió un poco abrumado por la calidez del ambiente,
Capítulo 9La mañana llegó con un bullicio que sacudió a Luciano de su sueño profundo. Se despertó sobresaltado y confundido por los ruidos extraños que provenían de afuera de su habitación. Durante un momento no pudo recordar dónde estaba realmente, hasta que a su memoria llegó el viaje que había hecho con Emiliano para visitar a su hija. Fue ahí que con un suspiro resignado se levantó de la cama con pesar, sintiendo que el día apenas comenzaba y tendría mucho tiempo para observarlo todo.Después de tomar un rápido baño Luciano se vistió cómodamente y decidió bajar las escaleras para averiguar qué estaba sucediendo. Al llegar al primer piso, se encontró con una escena bastante animada, ya que la familia de Amara se movía de un lado a otro realizando diversas tareas del hogar. La abuela Teresa a quien había conocido anoche estaba en el patio alimentando a unos pollos, mientras que otros miembros de la familia se ocupaban de preparar al parecer el desayuno.Luciano se sintió un poco
Capítulo 10Después del desayuno Amara se sentó junto a su padre, sintiendo la calidez de su mano acariciando la suya. Esto era un gesto simple ante los ojos de cualquiera, pero para ellos era algo lleno de amor y aprecio. Habían estado platicando sobre las cosas que habían hecho en el tiempo que no se habían visto, compartiendo risas y recuerdos que parecían fluir con naturalidad. Luciano, sentado un poco apartado de ellos observaba la escena en silencio, analizando cada palabra y gesto buscando algo que pudiera parecer fuera de lugar. Sin embargo, a medida que la conversación avanzaba Emiliano se volvió más serio, haciendo que su hija le prestara total atención.– Amara, cariño, me gustaría que le enseñaras la propiedad a Luciano – dijo, rompiendo el ambiente ligeramente – Quiero quedarme a solas con tu abuela por un momento, ya que necesito hablarle de algunas cosas importantes y es una conversación solo entre nosotros.Amara sintió un nudo en el estómago al escuchar la petición d
Capítulo 11Mientras Amara y Luciano seguían explorandoel viñedo, mientras que en la casa, Emiliano se sentó junto a la abuela Teresa en un rincón tranquilo. La luz del sol entraba a raudales por la ventana, iluminando el rostro de Teresa que mostraba una mezcla de preocupación y curiosidad por lo que este estaba a punto de decirle. Había notado algo extraño en Emiliano desde su llegada tan repentina y no pudo evitar preguntarle lo que había callado desde anoche.– Emiliano ¿Hay algo importante que quieras decirme? – inquirió Teresa con su voz suave, pero firme – Te veo diferente a comparación de la última vez que estuviste aquí, es como si llevaras un peso sobre tus hombros que no quieres contarle a nadie.Emiliano tomó un profundo respiro antes de comenzar a hablar, sintiendo que el momento de soltarlo todo había llegado. Teresa había perdonado sus errores del pasado cuando abandonó a su hija embarazada y con el paso de los años después de la muerte de esta, ambos habían construid
Capítulo 12Mientras Luciano y Amara terminaban su recorrido por el viñedo comenzando a caer la tarde, una idea brillante cruzó la mente de Amara. La verdad es que platicar con él era muy entretenido y no quería que todo acabara al regresar a la casa.– Oye Luciano ¿Te gustaría ir a la playa un rato conmigo? – preguntó sintiendo que sería una buena manera de relajarse y disfrutar de lo que queda de día – Conozco un lugar que siempre está solitario, así que no tendrás que preocuparte por que alguien nos vea juntos.– Claro, suena genial, pero no me preocupa que nos vean. Me encantaría ver la playa de este lugar porque he escuchado que son preciosas – respondió sintiendo que la idea no sonaba nada mal.Después de cambiar por un rato por fin llegaron a la playa y Luciano se quedó maravillado por la belleza del lugar. La arena dorada se extendía ante ellos y el sonido de las olas rompiendo suavemente en la orilla era como una melodía tranquilizadora. – Es impresionante este lugar – dijo
Capítulo 13Amara y Luciano estaban a punto de irse de ese lugar, sintiendo que el día en la playa había sido un éxito y querían echarlo a perder con la llegada de aquellas personas. Sin embargo, antes de que Amara pudiera dar un paso más lejos de ellos, una figura familiar se interpuso en su camino. Se trataba de Marcia Pinares, una chica que siempre había sido una espina en su costado, conocida por sus burlas hacia su persona y comentarios crueles que la lastimaban demasiado.– ¿Pero miren nada más a quién tenemos aquí? – comenzó a decir Marcia con una sonrisa burlona en su rostro. – Vaya, Amara, veo que has traído a un hombre apuesto y muy sexy contigo ¿Acaso este bello hombre es ciego? Me parece a mí que alguien tan apuesto como él no debería estar acompañado de alguien tan horrible como tú. Podrías causarle al pobre una muy mala reputación.Las risas de sus amigos presentes resonaron a su alrededor después de que aquella chica había dicho eso y Amara sintió que el mundo se desmor
Capítulo 14Cuando Luciano encontró a Amara en un rincón apartado del jardín, un lugar que nunca había visto antes. Le dio la impresión de que ese era también su pequeño refugio, un lugar lleno de flores de colores vibrantes, uvas y un aire de tranquilidad que contrastaba a lo lejos con el bullicio de la playa. En el centro como ya lo había dicho, había un barril bastante grande de madera desgastado por el tiempo. Sin embargo, la belleza del lugar lo sorprendió demasiado, pero su atención se centró en la tristeza que emanaba de Amara. Ella había sido la más afectada de los dos.– Amara – dijo suavemente, acercándose a ella ¿Te encuentras bien?Al escuchar eso ella de inmediato levantó la vista para tratar de responderle, peor sus ojos aún llenos de lágrimas las hacían sentirse vulnerable. No quería que nadie la viera de esa manera, pero Luciano ya lo había hecho.– No, no estoy bien – respondió con su voz temblando – No puedo creer que Marcia haya hecho esto sin que yo le haya hecho