CAPÍTULO 153: RABIAHazelEstoy atrapada en mi propia mente, en esta pesadilla interminable que no me deja escapar. Mi cuerpo no me pertenece, mi loba no responde, y la risa cruel de Lúa es lo único que puedo escuchar en este maldito lugar.—¿Por qué me haces esto? —susurro.Lúa está de pie frente a mí, con su sonrisa burlona, con ese brillo de satisfacción en los ojos que me enferma. Su forma se mezcla con la de Noire, como si ambas fueran una misma entidad, como si el odio de ambas se hubiera fusionado en una sola presencia destinada a atormentarme.—Sabes por qué —su voz es dulce, envenenada con falsa compasión—. Me quitaste todo, Hazel. Me quitaste mi magia, mi cuerpo, mi existencia. Me encerraste en el lobo y lo mataste. Me borraste de este mundo.Aprieto los dientes.—No tenía otra opción, tú querías mantener a Erik alejado de mí para siempre.—Y todo pudo haber quedado así si no te hubieras metido con las brujas —su sonrisa se ensancha, mostrando sus dientes perfectos—. Pero el
CAPÍTULO 154: NO HABRÁ NADA QUE SALVARErikLa rabia se enrosca en mi interior como una bestia encadenada, lista para desgarrar carne y hueso. Las brujas siempre quieren algo a cambio. Siempre hay un precio, un trato oculto en sus palabras. No hay una sola parte de mí que confíe en Serena, pero si esto significa salvar a Hazel, entonces lo haré.Su sonrisa autosuficiente me enferma. La observo con una intensidad que haría temblar a cualquiera, pero ella mantiene la compostura. Quizás porque cree que tiene el control. Qué estúpida.—¿Qué clase de pacto de sangre quieres hacer? —gruño de forma cortante.Serena se encoge de hombros con fingida indiferencia.—Nada complicado. Solo quiero tu protección. Una promesa de sangre que me asegure que ni tú ni tu manada van a matarme a mí o a mis hermanas.Mis ojos se entrecierran.—¿Eso es todo? —mi tono es puro escepticismo—. ¿No hay trucos?No hay tratos fáciles con las brujas. Nunca. Lo que dice parece simple, pero el instinto me dice que hay
CAPÍTULO 155: PERDISTEHazelEl sudor me resbala por la frente y un hilo de sangre caliente serpentea desde mi nariz hasta mi boca, dejando un sabor metálico y amargo en mi lengua. Cada músculo de mi cuerpo arde, pero me obligo a mantenerme firme. Siento que llevo una eternidad luchando contra ella, atrapada en este vacío sin tiempo ni lógica. Aquí no hay un antes ni un después, solo el presente, solo esta pelea de vida o muerte donde la que caiga primero desaparecerá para siempre.Lúa me observa con una sonrisa torcida, su pecho sube y baja con esfuerzo, pero sus ojos siguen brillando con esa maldita soberbia que me da ganas de arrancarle la cara.—¿Vamos, Hazel? ¿Eso es todo lo que tienes? —provoca con su tono burlón.Está herida. Su sangre mancha el suelo bajo nosotras, su cuerpo tiembla del cansancio, pero sigue en pie, sigue retándome. Ahora que ha perdido el control de mi mente, su poder se ha reducido a la mitad, y aun así, sigue siendo jodidamente poderosa.Gruño con los colmi
CAPÍTULO 156: LA RESPUESTA CORRECTAErikSubo las escaleras de la fábrica como un rayo. Mi corazón martillea en mi pecho con una fuerza casi insoportable. No me detengo ni un segundo, no permito que nada ni nadie se interponga entre Hazel y yo. Las brujas me siguen de cerca, pero sus pasos quedan atrás mientras avanzo con una urgencia primitiva. Algo dentro de mí grita que me apresure, que el tiempo se está agotando.Empujo la puerta con tanta fuerza que casi la arranco de las bisagras. Mi mirada recorre la habitación en un instante, pero no la veo de inmediato. Rodrigo, Rosie y el doctor Wolf están inclinados sobre su cuerpo, cubriéndola con sus cuerpos como si pudieran protegerla de algo que ya la ha alcanzado.—¿Cómo está? —gruño, mi voz se siente grave y cargada de una amenaza que no pretendo ocultar.Los tres se hacen a un lado, y entonces la veo.El aire abandona mis pulmones.Hazel yace en la cama, su cuerpo se ve frágil y herido. Hay hilos de sangre en su nariz y boca, su piel
CAPÍTULO 157: UNA ALTERNATIVAErik—No es necesario elegir —habla de pronto el doctor Wolf.Todos, incluidas las brujas, voltean a mirarlo.—¿Qué quiere decir, doctor? —pregunto con el ceño fruncido, impaciente por una respuesta.—Estuve investigando. Cuando vi que sus síntomas parecían de envenenamiento, revisé un par de libros antiguos que tengo en casa. El acónito se extrae de una flor, es un proceso delicado, y aunque es mortal para nosotros, existió un lobo que se atrevió a experimentar con él.—Vaya al punto, doctor Wolf, no tenemos tiempo —interviene mi hermana con impaciencia.—No sé si sea cierto, es solo una teoría, pero según este registro, de la misma planta se puede extraer un antídoto. La raíz del acónito, en vez de su flor, puede prepararse para contrarrestar sus efectos en un licántropo.El silencio cae sobre la habitación. Nadie se había atrevido a plantear algo semejante. A nadie se le habría ocurrido que, de la misma planta que nos debilita y nos mata, pudiera salir
CAPÍTULO 158: LA LOBA DESPIERTAHazelAbro los ojos con lentitud, como si estuviese regresando de la muerte, y tal vez, así es.Tengo frescos los sueños, o recuerdos; no sé bien cómo llamarlos, de lo que sucedió con Lúa. Y aun siento el agotamiento en mi cuerpo y el dolor de las heridas como si la pelea hubiese sido en la realidad.Mi vista demora un par de segundos en aclararse y lo primero que enfocan mis ojos es a Erik.Está casi sobre mí, sostiene mi mano con tanta fuerza que creo que no se ha dado cuenta, y aunque su rostro parece serio, sé que está realmente preocupado por mí.No tengo idea de cuánto tiempo estuve inconsciente, ni qué pasó durante ese tiempo, pero sea lo que sea, me alegra saber que él sigue a mi lado.—Erik… —susurro. Mi voz sale rasposa y gruesa, mi boca se siente seca y con un sabor amargo que quiero quitar de inmediato.—¡Hazel! —exclama y me sostiene entre sus brazos con fuerza.—Auch —le digo y rápidamente me suelta, pero sostiene mis mejillas entre sus ma
CAPÍTULO 159: TE NECESITOErikHazel y yo dormimos juntos toda la noche. No pasó nada más que un par de caricias suaves, íntimas, cargadas de un deseo que apenas contuvimos. No es que mi lobo no estuviera muriéndose de ganas de hacerla completamente mía—porque lo estaba, tanto como yo—, pero preferí dejarla descansar. Su cuerpo aún se recupera, y aunque su fortaleza es innegable, no quiero apresurarla.Además, el temor sigue latente en mi pecho. Nuestro hijo crece en su vientre, y aunque la amenaza del veneno de acónito parece haberse disipado, no sé si su don podría volver a afectarla de alguna manera. Serena me dejó suficiente antídoto, por si lo necesitara de nuevo, pero aun así, no dejo de preocuparme.Cuando los primeros rayos del sol se filtran por la ventana, sigo en la cama con Hazel a mi lado. Su respiración es tranquila y su cuerpo está relajado. La observo en silencio, grabando en mi mente cada detalle de su rostro, como si necesitara reafirmarme que realmente está aquí, vi
CAPÍTULO 160: ESTÁ LISTO, ALFAHazelEntregarme a él. Eso era todo lo que necesitaba para sentirme completa otra vez. Erik es mi refugio, mi hogar, mi todo. En sus brazos, el mundo entero se desvanece y solo existimos él y yo, piel contra piel y nuestros corazones latiendo al unísono.Mi cuerpo ya no duele, mi mente ya no es un caos. Ahora lo sé con certeza: Erik me ama con locura, con todo su ser. Y yo a él.Quisiera quedarme así, atrapada en este instante, envuelta en su calor, escuchando su respiración pausada mientras sus dedos dibujan círculos distraídos en mi espalda. Es un deseo simple, casi inocente, pero también imposible.Pocos minutos después de que el clímax nos dejó enredados entre las sábanas, un golpe en la puerta rompe la tranquilidad.—¿Hazel? ¿Hermano? —La voz de Rosie atraviesa la barrera de metal con claridad.Me sobresalto y Erik suelta una risa baja y ronca, divertido por mi reacción.—¿Qué quieres, fastidiosa? —responde con su típico tono burlón.—Ya sé lo que e