Scott entró a la cocina y Alice estaba sentada en la isla con una taza de té, mientras veía las noticias. Ya había transcurrido varios días desde el mitin de Thomas. Después que explotó la bomba de que era el verdadero asesino de Wallace, se desencadenó una serie de acusaciones en su contra, hasta denuncias de acoso a varias funcionarias del ayuntamiento. Supuestamente habían surgido nuevas pruebas sobre el incendio del club y habían decidido reabrir el caso. Scott sabía muy bien que era obra del sheriff. Ahora que Thomas había perdido total credibilidad era el momento perfecto de hacerlo pagar por sus crímenes. Thomas había desaparecido, ya la policía le estaba buscando, pero no encontraban ningún rastro que los pudiera llevar hasta él. Alexia tenía a toda la familia desquiciada por la situación. Sabía que estaba a punto de perder todo lo que tenían, ya que todas las propiedades de Thomas habían sido adquiridas con el dinero de los esquemas de corrupción, en los que estaba involucr
Scott estuvo toda la noche sin apartarse de Alice, con la cabeza tumbada sobre la cama y una mano sobre su vientre. No podía dejar de mirarla, estaba loco por verla con su pancita de embarazada. Alice hizo un movimiento con la mano que llamó su atención y sintió un nudo en la garganta, y cada uno de sus músculos se tensaron por la ansiedad. No era así como imaginaba ese momento en sus vidas. –Scott…–Alice susurró, tenía la garganta seca y Scott no tardó en darse cuenta. Se levantó con prisa y fue a por un vaso con agua. Regresó a su lado, la ayudó a incorporarse y le acercó un vaso. –¿Cómo te encuentras mi niña? –Scott habló despacio para intentar controlar los nervios y volvió a sentarse cuando Alice le entregó el vaso vacío. –Siento que todo me da vueltas, y también me siento un poco mareada. –Alice contestó con la voz un poco débil y Scott empezó a acariciar su mano. –Es normal mi amor, pero Sonia nos ha asegurado de que estás perfectamente bien y luego vendrá para explicarte
Alice estaba sentada en su cama observando a Scott, que estaba mirando por la ventana perdido en sus pensamientos. Sabía que lo único que deseaba era que ella y su bebé estuvieran tranquilos, pero verlo tan callado le quitaba por completo la paz. Se levantó de la cama aprovechando que estaba distraído y pasando un brazo a su alrededor para abrazarlo. Sintió como se tensaba, pero no tardó en volver a relajarse, y ella apoyó la cabeza en su espalda. –Deberías volver a la cama amor, ya sabes que necesitas descansar. – Scott murmuró acariciando el brazo de Alice que estaba alrededor de su torso. –Descansaremos cuando tú también lo hagas. Todo lo que te afecta a ti, me afecta a mí y todo lo transmito a nuestro bebé. –Alice contestó restregando su nariz en la camiseta de Scott para sentir su olor. –Lo que pasó con Alexia no es culpa tuya amor, y te aseguro que Thomas pagará por lo que hizo. –Alice intentó consolarlo. –¿Alguna novedad en la búsqueda? –Preguntó y lo vio negar. –Su retrato
Scott llegó a un enorme parque, rodeado de árboles que ya estaban totalmente sin hojas. Las farolas apenas alumbraban el lugar y debajo de uno de los árboles había unos columpios rojos. Scott levantó las solapas de su abrigo para protegerse del frío de la noche, llevó sus manos a la boca para calentarlas con su aliento, mientras observaba a su hermano que estaba sentado en uno de los columpios. Se acercó y se sentó en el columpio de al lado. Los dos eran hombres grandes, volver a sentarse en aquellos asientos era una tarea casi imposible. –¿Mis hijos están bien? –Thomas preguntó con la voz cortada y cansada. –Acaban de perder a su madre, preguntar si están bien es casi una broma de mal gusto. –Scott contestó con seriedad. –Fue un accidente, yo no quería matarla. –Susurró y Scott lo miró con fiereza. Estaba demacrado y parecía excesivamente cansado. – Estaba hablando por teléfono y cuando vi que eras tú perdí la cabeza. Empezamos a pelear y la amenacé con llevarme a los niños. –Thom
–¡Alice no puedes irte del hospital! No estás recuperada, por Dios Alice que te han disparado y estás embarazada. –Aaron reprochaba a su hermana se había determinado en salir para buscar a Scott. Se puso un jersey como pudo, mientras que Aaron y una enfermera intentaban impedirla. –Si me quedo aquí sin noticias será peor Aaron. Llamo al teléfono y nadie me contesta. No sé nada de él. Su madre dice que salió de su casa hace horas. –Alice hablaba entre jadeos, estaba muy débil y todo el estrés por la preocupación la estaba pasando factura. –Necesito saber que está bien, necesito verlo. –Murmuró sentándose en la cama con el apoyo de la enfermera. –Lo sé bombón, pero salir en este estado no te va a servir de nada. Sabes que las noticias malas llegan pronto, si algo hubiera pasado ya estaríamos más que enterados. –La consoló acariciando su mejilla con el pulgar. Aaron tenía razón, las noticias malas no tardan en llegar y Scott entró casi desesperado a la habitación al ver que la luz es
–Veo que ya lo tenéis muy claro. –En verdad aún no hablamos sobre el asunto, pero basta con verlo para saber que ya es más padre de esos niños, de lo que Thomas jamás pudo haber sido. –Vas a tener un bebé, no quiero parecer insistente, pero ¿crees que estarás preparada para cuidar a tres niños? – Aaron adoraba a su hermana, pero sabía que las cosas entre ella y Scott no eran tan simples. Tenían mucho que arreglar entre ellos. Solo quería estar seguro de que Alice sería feliz. –Estoy más preparada que una leona. Creo que la vida me está compensando la pérdida de mi hijo. Me ha regalado dos preciosos niños y este bebé. –Alice llevó una mano a su vientre. – Lucharé por cualquiera de los tres. –Pues tendré que buscar un departamento mayor para ejercer de tío cuando vengan a casa a dormir. –Afirmó y los mellizos compartieron una sonrisa cómplice. Alice y Aaron bajaron después de organizar todo el equipaje. Scott se había molestado en llenar el closet para ella, pero Alice se había ade
–¡JODER VÍKTOR!¡¡¿Prefiero que me mates con un disparo en la cara antes que matarme de susto?!! –Exclamó Scott, y Víktor se apartó de la ventana. –También me alegra verte Barbie. ¿Cómo van las cosas por aquí? –Víktor preguntó dejando unas carpetas sobre una mesita de descanso y abrazó a su amigo. –¿Cómo llevas la muerte de tu hermano? –preguntó colocando una mano sobre su hombro y mirándolo a los ojos. –Me gustaría decirte que no pienso en ello, pero ver como mi madre tenía que ir cada día para limpiar su tumba que era atacada día tras día, fue la cosa más dolorosa de mi vida. Tuvimos que trasladar su cuerpo a una tumba sin nombre, para que nadie más pueda dejar sobre ella, su porcentaje de odio. –Scott confesó. –Pero bueno, ahora dime ¿cómo está Marina? –Regresó a España. –Víktor habló y vio su amigo fruncir el ceño con incomprensión. –El imperio de los Oliveira fue completamente destruido por el hermano mayor de Marina. –¿Y que pasó con su padre? Era un hombre muy poderoso, según
–Tú padre era un hombre poderoso y todo esto contra Isaac acabaría con la reputación de los Johnson. –Víktor acusó y Alice salvo la distancia entre ellos de modo desafiante. –Adela Johnson, mi bisabuela fue congresista de este país, mi abuelo Elijah Johnson fue el primer gobernador negro de Georgia. Isaiah Johnson hubiera llegado a la Casa Blanca sin ningún esfuerzo, pero a mi padre nunca le ha importado el nombre o la reputación, solo quería… –Solo quería ayudar a las personas, por eso se hizo reverendo antes que político. –Scott terminó por Alice y le agarró la mano para apoyarla. –Así es, mí padre quería salvar vidas y permitir que…que mi hermano saliera impune de esto iría en contra de todos sus principios. –Alice habló con seguridad y los tres hombres no tuvieron más opción que bajar la cabeza. –Son crímenes de lesa humanidad. La influencia de esta persona llegó tan lejos que todo este informe llegó al Alto Comisionado de las Naciones Unidas, y de repente se pararon las invest