Victoria:
No puedo creer lo que me ha propuesto Franco y mucho menos que lo haya aceptado. Siendo sincera no fue solo por el dinero que lo hago. Creo que me siento muy sola, y esta es una manera de tener una familia, aunque sea alquilada.– Bien, quería comprobar que no te molesta mi cercanía¿Cómo podría molestarme su cercanía?, me estaba abrazando el hombre por el que cualquier mujer pagaría y a mí me pagarán por hacerlo. Él era perfecto, pero yo no podía perder el foco, era un trabajo, tenía que aceptarlo como tal y hacerlo lo mejor posible. Morí de vergüenza en el estudio con el abogado, sentí que me vendía y cuando dijo “Victoria Avalos, de ahora en más nombrada como La Novia Alquilada…”, quise que la tierra me tragara. Sentí que me vendía literalmente. Aunque estar con FrancoNarrador:El resto del día Victoria había sido una autómata, obedeciendo sin ninguna objeción lo indicado por Franco. Solo le retumbaban las palabras anteriormente dichas por él “Te prometí que voy a respetarte y haré hasta lo imposible por cumplirlo, pero tienes que saber que me muero por besarte”Estuvieron en el banco para abrirle una cuenta que ella manejara y le hizo el primer depósito según lo acordado, también tramitaron una tarjeta de crédito para esa cuenta y derivados de las tarjetas de Franco, para que ella se manejara con el dinero del joven y no con el propio.Desfiló durante horas con diferentes vestidos y zapatos. El eligió cuidadosamente cada uno de ellos. Ella solo obedeció. Casi no habló en todo el día.Llegaron a la casa a prepararse para la cena con la matriarca de la familia.Victor
Franco:¡Por Dios!, esa mujer me vuelve loco. Es por demás hermosa, fresca y en suma inteligente. ¡Maldita la hora que firmé un papel que dice que no puedo tocarla! Ahora mismo la hubiera tirado sobre la cama para pasarle las manos por todo ese hermoso cuerpo, y mis labios por toda su piel, por las partes que conozco y he visto, pero sobre todo por las que aún me oculta. Si supiera las veces que ha sido mía. La veces que en mi mente y en mis sueños le he hecho el amor de mil y una forma, de maneras que jamás he tenido sexo con nadie. Ella no tiene idea de que suda sensualidad y me pone de cabeza. Y ahora se viene para la mansión, ya no puedo elegir cuando verla, sino que la veré todo el tiempo y no puedo ignorarla o todo el plan se viene a pique.Traté de no seguir pensando es eso y le llevé la sudadera o no tendría que ponerse al salir de la ducha. Me
Narrador:La noche había pasado sin más sobresaltos. Franco se había levantado temprano a correr como todas las mañana. Victoria lo vio al asomarse a la ventana. Su corazón se agitó de tal forma que parecía que le saldrá del pecho. Temblaba de miedo, pues seguro Franco estaría muy enojado con ella por lo sucedido la noche anterior. Y, como si fuera una niña pequeña, se volvió a meter en la cama y se tapó hasta la cabeza.– Franco, querido, me encanta que podamos desayunar juntos, hace tanto no lo hacemos –– Abuela, es que tengo que esperar por Victoria, debemos ir a ver unos materiales para la casa y casi con seguridad tengamos que ir a levantar su coche –– Mi niño – dijo su abuela acariciándole el brazo – estoy tan feliz por ti, Victoria es una criatura adorable. Seguro te har&aacut
Narrador:– ¿Dónde estabas anoche?– Por ahí –– Luciano, esa no es manera de responderle a tu abuela – el joven se acercó a la anciana y la abrazó– Perdona, abuela, tenía planes– Era importante, tu hermano trajo a su novia.– ¿A Victoria?– Exacto, ¿de dónde la conoces tú? – Luciano lo medió unos segundos– Fui a buscar a Franco a la casa vieja y la vi allí– Es hermosa– Si, mucho– Bueno esta noche volverá y se quedará con nosotros aquí– ¿En la mansión?– Sí, en una habitación de huéspedes. Es que no puede quedarse en esa casa mugrienta– ¿y que dijo Franco?– No le gustó mucho al principio, pero creo que Victori
Narrador:Franco y Victoria ya se preparaban para ir a la mansión.– ¿Esto es todo?– Si, Franco, recuerda que vine sin nada, todo esto es lo que me has comprado tú– Cierto, ya te comprarás tus propias cosas –– ¿Me voy así o mejor me baño y me cambio de ropa?, pregunto, es que quiero darle una buena impresión a tu hermano– Mi hermano es un imbécil y lo sabes. Yo que tú no tendrías muchas expectativas respecto a él, pues puede ser muy desagradable cuando se lo propone – Franco hizo una pausa, se rascó la nuca – retiro el “se lo propone”, siempre es un imbécil, creo que es natural en él– &iqu
Victoria: Me depositó en la cama con suma delicadeza– ¿Estás mejor?– No lo sé, Franco– ¡Oh por Dios!, estás temblando – me abrazó con fuerza.Sentir sus musculosos brazos alrededor de mi cuerpo estrechándome contra el suyo y haciendo que su perfume me embriagara por completo, era la gloria, pues ese hombre cada vez me tenía más cuativada.– Gracias –– ¿Por qué, tesoro? – besó mi frente– Por no dejar que me cayera – hundí mi cara en su pecho, me estrechó más aún– Jamás dejaré que te suceda nada malo, lo prometí, ¿recuerdas?Solo moví mi cabeza de forma afirmativa, pero sin despegarla de su cuerpo, no podía, no quería que me soltara– Ahora, trata de dormir, mañana hablaremos– ¿Puedes quedarte conmigo?– Vic, no es conveniente. Descansa, si necesitas algo me mandas un mensaje – y salió de la habitación sin siquiera volver a mirarme Franco: Creo que Victoria sufre de ataques de pánico, pero de una forma muy extraña, pues ella reacciona muy bien a las situaciones, pero luego se d
Narrador:La noche había sido una pesadilla para ambos, pues ninguno había pegado un ojo en toda ella. Victoria sintiéndose humillada y a la vez arrepentida de haberse lanzado. Franco con unos deseos locos de hacer de Victoria su amante, pero teniendo que guardar la compostura por el bien de ambos, sobre todo el de ella, ya que no la amaba, solo la deseaba y no quería que sufriera, si ella lo odiaba era mejor, nunca comprendería que velaba por su bien.– Buenos días, Franco. ¿Qué tal durmieron tú y tu novia perfecta– Luciano, dime ya lo que quieres, no te andes con rodeos, ambos sabemos que no das puntada sin hilo– Por supuesto hermano que quiero algo, bueno, en realidad varias cosas.– Suéltalo ya que no estoy de humor– Bueno, parece que el señor todo rectitud está de malas hoy, que pasó, ¿
Narrador:Victoria pasó la noche tranquila, Franco no se separó de ella ni un minuto. Al llegar la mañana despertó y pudo verlo en el sillón a su lado vencido por el sueño. Lo observó largo rato, le gustaba verlo así, tan frágil, tan humano.– Uff, me quedé dormido – dijo desperezándose por completo– Así parece – ella veía que él estaba cumpliendo su promesa de cuidarla, así que le sonrió – gracias por quedarte conmigo– Te dije que te cuidaría– Sí, lo noté. ¿Te dijeron que tenía?– Nada de gravedad, pero debes cuidarte de estresarte, parece que eso hace que te desmayes.– Bien, entonces cuida tú de no estresarme – rió– Veo que estás mejor, te dejo tu ropa aquí para que te vay