Cuando salimos de su habitación, abrazo muy fuerte a Javier. - Té extrañé tanto. Cómo les fue? -Javier me platica todo sobre su viaje mientras bajamos por el ascensor. Mi corazón rebosa de felicidad. Nunca me imaginé que ser padre se sintiera tan bien. Lo que antes era insignificante, ahora toma otro significado cuando estoy con él. Me siento exultante. Renté un auto para salir hoy. Quiero llevarlo a un lugar que siempre fue muy especial para mi. - A dónde vamos? -- Es una sorpresa. Lo único que te puedo decir es que es un sitio extraordinario -Tomo la autopista cuando confirmo que un auto nos sigue. Lo vi casi desde que salimos del hotel. Trato de no mostrarme nervioso para no asustar a Javier. Aún puede ser una coincidencia. Tomo la primera salida y el auto hace lo mismo. Ya no me queda ninguna duda. Giro la cabeza para ver si Javier está usando el cinturón de seguridad cuando el auto nos impacta por detrás. Javier grita asustado. Tomo con firmeza el volante y miro el espej
Tomo el teléfono y le marco a Megan, ella debe conocer a un buen abogado para ayudarnos. María está desconsolada. Finge estar bien por Javier pero la realidad es que está devastada. - Sí, estamos en el hospital. Están bien, por el momento la urgencia es arreglar lo de la niña. Ok. Gracias Megan -Ver a María me parte el alma. Javier se ha recuperado muy rápido y saldrá esta noche del hospital. Les ofrecí mi casa, no pueden llegar a una habitación de hotel sin calor de hogar. Julian, por otro lado, debe permanecer más tiempo internado. Sufrió heridas muy graves y deben descartar otras complicaciones. ***Doy vueltas como león enjaulado en la habitación. Javier duerme, ya recuperado de sus heridas. Andy nos ofreció su casa y acepté. Necesito rodearme de rostros amigos en estos momentos. Jorge no contesta mis llamadas. Aunque tampoco sé si sea prudente que lo haga. El timbre de la casa suena y me saca de mis pensamientos. Corro a abrir la puerta. El rostro amable de Megan me infunde
Los últimos meses han sido una montaña rusa de emociones. Javier salió del hospital y se recuperó rápidamente. Luz, Javier y yo nos independizamos y tratamos de recuperarnos en la casa que Megan me ayudó a conseguir. Ya estoy pensando en comprar una casa. Nuestra casa. A Julián le tomó más tiempo pero salió del hospital una semana después que Javier. También encontró casa y dejó la habitación del hotel en la que estaba. Javier se queda con él tres días a la semana y un fin de semana cada quince días. Aunque me pidió que lo intentáramos no pude hacerlo. Jorge, ahhhh Jorge estuvo un par de horas detenido por tratar de agredirme enfrente del juez. Obtuve la custodia completa de Luz y el divorcio ya está en trámite. Se fue del país tratando de que no procediera el divorcio y no lo he visto desde entonces. Me sirvo una copa de vino y me siento frente a la ventana abierta. El aire me pega de frente y me provoca un escalofrío. Luz duerme en su habitación. Extrañó durante mucho tiempo a
Reviso a Luz en su habitación y me preparo para dormir. No tengo sueño, sé que no debo beber antes de dormir pero realmente se me antojó. Dejo de respirar cuando escucho un ruido dentro de la casa. Aguzo el oído tratando de escuchar y no oigo nada. Me acuesto pero me incorporo rápidamente cuando escucho algo otra vez. Definitivamente hay alguien en mi casa. Tomo mi teléfono y me paso a la habitación de Luz por la puerta que comunica nuestros cuartos. Cuando nos mudamos de casa, mandé a hacer estas puertas, una que comunica también con la habitación de Javier. Mi habitación está en medio de ambas y puedo entrar a sus cuartos sin salir al pasillo y ellos pueden hacer lo mismo. La cierro muy bien y verifico que su puerta esté bien cerrada. Me pego a la puerta y trato de escuchar. Oigo ruidos. Si algo no entiendo de las películas de suspenso es por qué la gente va hacia donde están los ruidos. Yo me encierro muy bien en la habitación y llamo a emergencias. Bloqueo ambas puertas con las
Un par de brazos me alejan del cuerpo de Jorge. No puedo ver ni escuchar nada. Todo está tan borroso. Alguien me abraza pero no volteo a ver. No puedo dejar de mirar su rostro. Siento sus ojos clavados en mi. Alguien lo cubre con una sábana. Me jalan escaleras abajo. Me hacen preguntas. No puedo responder. Siento sus ojos sobre mi. Comienzo a llorar descontroladamente. No puedo más. Me derrumbo. Alguien me guía al sofá. Cubro mi rostro con las manos y sigo llorando. El ruido. No soporto el ruido. Cubro mis oídos. No puedo ver. Las lágrimas no lo permiten. Cubro mi rostro. Quiero gritar. No sale nada de mi boca. Quiero que salgan todos de mi casa. Quiero ir con él. Estar con él. Yo lo maté. Yo lo maté. Grito. Alguien me sujeta. Inmovilizan mi brazo. Siento un piquete y dejo de sentir. Todo se va apagando. Las luces. Los ruidos. La gente. Su mirada. Sus ojos. Sus ojos sobre mi. Todo se pone negro. Me recuestan en el sofá y los ojos de Jorge me persiguen. Me persiguen. Me pers…***Me d
Sentada frente a la ventana observo a la gente pasar. Los paisajes nocturnos siempre fueron mis favoritos. A mi lado, Javier le da un sorbo ruidoso a su limonada y Luz lo imita. Giro la cabeza para verlos. Mis pequeños. Sonrío cuando Javier me mira. Luz no se queda atrás y hace lo mismo. Un auto se detiene justo frente a la casa y mis suegros bajan con las manos llenas de platos de comida. Otro auto llega y Andy baja con un pastel, por un costado, Julián aparece con las manos llenas de viandas, de la nada, muchas personas comienzan a llegar, todas con comida, mucha comida. Me levanto sorprendida por la cantidad de gente que llega. Mucha que ni siquiera conozco. Personas que no había visto en mi vida llegan sonrientes a casa y me saludan con la mano. La casa se llena de extraños que llegan de todas partes. Apenas se puede caminar. La casa está abarrotada de gente por doquier que extienden su mano tratando de tocarme. Comienzo a sentir una opresión en el pecho. Busco con la mirada
Cuando María me dijo - sólo sácame de aquí - no pensé que todo fuera a ser tan difícil de ahí en adelante. Obviamente estaba completamente en shock. Cuando Andy nos abrió la puerta de su casa, María entró como autómata sin un rumbo ni una idea de qué hacer. Andy la guía a la habitación y la ayuda a acostarse. Mientras espero que Andy regrese me lavo con intensidad las manos, otra vez. No puedo quitarme este olor, este maldito olor a sangre. - Cómo estás? - Andy, esa amiga fiel y verdadera que puede ver el panorama completo, siempre con las preguntas precisas. - Lo, lo maté Andy. Asesiné a un hombre. Maté al esposo de María - tengo los nervios crispados. Me froto las sienes tratando de borrar todos los recuerdos de esta noche pero el sonido sordo del disparo y el aroma a sangre me persiguen con insistencia. - Fue un accidente Julián, no es tu culpa, solo te estabas defendiendo - Andy me abraza y hundo mi cabeza en el hueco de su hombro y su cuello, ella aprieta el abrazo y respira
Saber que fui incapaz de ver por mis hijos y su bienestar me dolió en el alma. Siempre critiqué a esas mujeres que se quejaban de no tener tiempo para estar con sus hijos o de estar deprimidas por quien sabe qué razón. Pero lo cierto es que uno juzga sin saber el infierno por el que están pasando o lo que las orilla a hacer o dejar de hacer ciertas cosas. Yo fui una de ellas. La depresión obnubiló todo mi ser y perdí de vista lo más importante de mi vida. Y no es que no pensara en ellos, no; es solo que pensaba que estaban bien, que yo era la que estaba mal y que era mejor encerrarme en mi misma antes que contagiarlos con mi forma de sentir en ese momento. No lo sé. Quizás solo lo estoy evadiendo y realmente nunca pensé en ellos. Hasta que Megan me dijo que Javier se fue porque yo era incapaz en ese momento de ver por ellos, me cayó finalmente el veinte de mi estado. Sí, me sigo deprimiendo a veces, sí, la culpa sigue visitándome ocasionalmente pero ya no, nunca más dejaré a mis hij