He preparado una cena especial para Jorge. Quiero hablar con él. Preparé su comida favorita. Me he puesto un vestido y arreglado para la ocasión. Duermo a los niños y me dispongo a esperarlo en la sala. Pasan una, dos y tres horas y Jorge no ha llegado. Comienzo a preocuparme pero no quiero hablarle a sus padres para no preocuparlos. Seguramente anda bebiendo. Muero de sueño y no resisto más. Me desmaquillo y pongo la pijama y me acuesto a dormir. Cuando suena mi alarma me levanto de prisa y voy a la habitación de huéspedes. Jorge no llegó. Tomo el teléfono y le marco una y otra vez. Anoche daba tono pero él no contestaba, ahora ni siquiera entra la llamada. No es la primera vez que pasa. Me obligo a no preocuparme y comienzo a preparar a los niños. Hoy tendré que llevarlos yo a los dos. Como las escuelas de Luz y Javier están en polos opuestos de la ciudad, llamo al trabajo para avisar que llegaré tarde. Me perderé la junta de la primera hora. Ni hablar. Cuando por fin llego
Las cosas en casa son un caos. Me hago cargo de los niños yo sola. Llevarlos a la escuela implica salir de casa más temprano y aún así llego tarde al trabajo. Aunque quisiera reponer el tiempo al salir, no lo hago. Debo regresar a casa lo antes posible por los niños y por Jorge. Estuvo una semana hospitalizado. Su recuperación fue muy pronta. Pero aún así, no puede caminar todavía. Me siento un poco abrumada. Creo que tomaré un permiso de varios días en el trabajo para darme a basto, de otro modo, me volveré loca. Lo siento mucho por el nuevo proyecto pero me siento sobrecargada y en este momento mi prioridad es mi familia. Jorge es muy demandante. Le sugerí contratar a alguien para ayudarlo mientras yo estoy en el trabajo pero no quiso. No quiere meter a una extraña a la casa. Y eso implica mucho trabajo para mi. Pero no me importa, prometí que si él salía bien de esta situación yo haría todo lo que esté en mi mano para que estemos bien. ***Ha pasado una semana desde que Jorge r
Llego por los niños a las 7:15. Es que la puntualidad de verdad no es lo mío. María me reta pues, si llevara a los dos niños, que es lo que ella cree, realmente no llegaría a tiempo. Pero me he puesto de acuerdo con Julián y él recogerá a Javier a una cuadra de su casa. No es que quiera estropear aún más la relación entre ellos dos pero realmente creo que Julian tiene el derecho de convivir con su hijo. Si él supiera la verdad, si hubiera sabido la verdad, estoy segura de que las cosas habrían sido muuuuuy diferentes. Y obviamente él no se enterará de la verdad por mi pero si está en mi mano que conozca a su hijo, que lo llegue a amar, como sé que sucederá, que me perdone María. Estoy a punto de tocar la puerta cuando escucho los gritos de Jorge. Me detengo en la puerta sin tocar, qué hombre tan desagradable. - Té dije que no quiero que nadie lleve a los niños. Lo tienes que hacer tú, María -- Y yo te dije que no me da tiempo, Jorge. Es Andy, ella los llevará por las mañanas y
- Cómo es Jorge con María ? - Andy me da la espalda y cierra la puerta de su oficina. - Cómo ha sido su matrimonio estos doce años? - - Uffffff, la parte resumida? Como todo matrimonio, con sus altas y sus bajas. -- Aunque María dice que han sido muy felices, eso no es del todo cierto. Jorge es alcohólico, sabes? -Muevo la cabeza de un lado a otro negando. - No lo sabía -- No tenías por qué. No es que anduvieras mucho por aquí. - Recompongo mi comentario. No tiene ningún sentido echar sal sobre la herida. - Y tampoco es que ella cuente esas cosas. Es muy reservada con su matrimonio. Jorge llegó en un momento… hummmm en que ella estaba muy vulnerable. Y lo aprovechó muuuuuy bien. -- Tú te habías ido hacia medio año aproximadamente. María se había mudado de casa. Ya se había “recuperado” de tu partida. Al menos en el aspecto físico. Ella te siguió amando durante mucho tiempo después, aunque estaba casada con Jorge. -- Y él lo sabía. Y no podía soportar el tener el recordatorio
Después de la plática con Andy, ha aumentado aún más mi preocupación por Javier. No puedo olvidar su carita triste al decirme lo de su papá.Es un niño muy sensible que sufre por la relación con su padre. Cómo puede un padre no querer a sus hijos por igual? Cómo puede preferir visiblemente más a uno. Eso no debería ser. Y aunque yo no tengo hijos, sé que si los tuviera, los amaría por igual. Veo a María tranquila pero según lo que me dijo Andy, su vida está muy lejos de ser un mar de tranquilidad. Por más que he intentado acercarme a ella, no me da la oportunidad. Me evita de todas las maneras posibles y yo tampoco quiero imponer mi presencia. Esta semana entregamos la licitación para el museo. Se hizo un trabajo soberbio, debo decirlo y ella fue parte fundamental. Del eslogan, que fue completamente su idea, partió todo el diseño. “La historia nos sobrevive” Hoy es la última junta previa a la entrega. Se ajustaron todos los detalles y se envió todo por correo. Cuando Megan le di
Aunque me gustaría pasar más tiempo con Javier, debo decir que aprovecho al máximo mis momentos con él. A él también le encanta mi compañía. Me lo ha dicho. Todos los días pasamos a Alessandross por un muffin de arándanos para él y una galleta con chispas de algarrobo para mi. Nos las comemos en el auto antes de que entre a la escuela mientras nos hacemos la pregunta del día. Tenemos una dinámica en la que él puede hacerme una pregunta personal y yo debo responder con total honestidad. Y yo, de igual manera puedo preguntarle algo. Es un niño muy curioso. Siempre me está preguntando sobre arquitectura. - Ya casi cumple años tu mamá. Están planeando algo en casa? - me adelanto a preguntarle. . - Mamá no celebra su cumpleaños. Nunca. Lo pasamos como cualquier otro día. Solo acepta un abrazo y una felicitación y es como un día normal. No ahonda más en el tema y me sorprende con una pregunta demasiado personal antes de que pueda pedirle que me explique. - Por qué no te has casado? -
María corre de un lado a otro para que los niños estén listos cuando llegue Andy. La observo desde el sillón. Por qué nunca pudo amarme como yo a ella? Por qué si estábamos tan bien, tuvo que regresar ese mald!to a estropearlo todo. Estábamos bien. Estábamos muy bien. No tiene caso continuar en esta postura. Ella ya ni siquiera me mira. Ha caído en una espiral de costumbre. Se está hartando. Lo mejor es llevar la fiesta en paz. Si ella está decidida a que la perdone, lo mejor será que ella crea que lo logró. - El próximo mes debo regresar al trabajo. - digo en voz alta para que me escuche. María voltea con una mirada de incredulidad. - Qué dijiste amor? -- Que ya voy a regresar al trabajo. Quiero, quiero que estemos bien María, quiero que nuevamente seamos la familia feliz que siempre hemos sido. -María corre hacia mi y me besa. La tomo de la cintura y la siento en mis piernas. - Gracias amor. Puedes confiar en mi. Vamos a estar bien. Te lo prometo. -La beso con pasión desbor
Han sido unos días extraordinarios. Jorge y yo estamos recuperando nuestro matrimonio. Parece que él ha recuperado la confianza en mi. Otra vez comenzamos a hacer actividades en familia que hacia mucho tiempo no teníamos. Desayunamos mientras llega Andy por los niños. Son las últimas veces. En dos semanas Jorge regresa a trabajar y retomaremos nuestra rutina de llevar cada quien a un niño. Le estoy preparando una sorpresa a todos. Voy a adelantar mis vacaciones en el trabajo para que salgamos de viaje antes de que Jorge regrese a laborar. Cuando Andy llega mira a Jorge con recelo, como siempre. Y a mi apenas me mira. Llega tan apurada que solo recoge a los niños y sale de prisa. Eso nos deja media hora a Jorge y a mi para estar solos. Y como pronto regresaremos a la rutina de antes, la aprovechamos para amarnos. No hemos dejado de hacerlo desde que nos reconciliamos. Extrañaba tanto esta vida. - Me pregunto cómo lo hace - Jorge mira mi cuerpo desnudo cuando me levanto por mi ropa