Se han cuidado todos los detalles para esta presentación. Julian y yo nos preparamos para nuestros discursos. Javier está sentado en primera fila escuchando nuestros ensayos. Escucha a Julián con mucha atención mientras que mi discurso parece no atraerle mucho. Sin embargo, cuando los dos unimos nuestro discurso para mostrar la maqueta del proyecto, sus ojos se encienden de emoción. Hoy será un día algo pesado. Después del viaje, pasamos al hotel a dejar las maletas y enseguida regresamos al centro de convenciones para afinar detalles. Ahora que ya está todo listo decidimos regresar al hotel a descansar. Me da un poco de pesar que Javier pase el resto del día encerrado en un hotel pero estoy muerta, ha sido un día muy largo y lo único que me apetece es darme una ducha larga y dormir temprano. En el taxi, camino al hotel, Julián platica con Javier. Ciudad Gelped es una ciudad con un pasado histórico muy grande que se puede observar en su arquitectura. - Les parece si nos reunimos
La agenda del día es muy dinámica. La presentación se hará en el centro de convenciones de la ciudad y de ahí salimos a la ubicación de la construcción. Nunca me ha puesto nerviosa hablar en público, sin embargo esta vez siento nervios. Muchos nervios. Desayunamos con Julián en el hotel. Aún siento el contacto de su piel en mi piel, el aroma de su cuerpo en mi aliento y sus palabras se repiten una y otra vez en mi cabeza. Eres infiel cuando piensas en otra persona? Le eres infiel a tu esposo si no puedes dejar de pensar en otro hombre? Esos pensamientos me perturban mucho y no me dejan en paz. Nos reunimos con Julian en el lobby y de ahí partimos hacia la presentación. El discurso de Julián es muy aclamado por el público, como era de esperarse. Cuando es mi turno de hablar, hay un silencio sepulcral en la audiencia. Por un momento pienso que todo saldrá mal y que me abuchearán pero respiro profundo y comienzo a hablar. Veo en primera fila al único espectador que me interesa impr
El viaje fue en éxito en lo laboral. La presentación y entrega del proyecto Géminis mantuvo al estudio con un alto estatus, el estatus que hemos conservado ya por mucho tiempo. Recibí mails de casi todo el mundo felicitándonos por el éxito de la presentación. También fue un éxito con Javier. Desde ese viaje se ha interesado más por mi trabajo, y formamos un vínculo que antes no era tan fino, por decirlo de alguna manera. Jorge y Luz nos recibieron con los brazos abiertos. Los extrañé tanto. Ahhhhhhhh, me siento tan mal, tan hipócrita, lo cierto es que mis pensamientos estaban en otro lado, en otra persona durante mi viaje. Soy la peor esposa y la peor mamá. Nunca pensé en ellos ni siquiera para sopesar las consecuencias de lo que estaba haciendo. Yo estuve molesta sí, muy molesta con Julián. Todo el sábado estuvo tan insistente en nosotros. Las miradas, los roces, los besos furtivos. No fue mi imaginación, estaba convencida de que iba a pasar algo y me había hecho a la idea de carg
Mi vida es un completo caos. Casi no he visto a Julián las últimas dos semanas. En el trabajo apenas me dirige la palabra y todos los datos que necesita de mi, me los pide a través de Andy. Es muy complicado trabajar con alguien a quien no le interesa dirigirte la palabra. Y lo es mucho más cuando la persona te detesta por algo que no sabes qué es. Porque yo creo que Julián me detesta. En el viaje me hizo creer que quería estar conmigo y cuando lo logró simplemente perdió el interés. No sé cuál haya sido su objetivo para hacer eso. Tiene que odiarme mucho para lastimarme de esa manera, otra vez. Si quería probar algo, supongo que lo logró. Como siempre, fui una tonta. Aún con Javier ahí fui incapaz de resistirme a él. No sé porque diab!os lo sigo amando. El problema no es que haya regresado, el problema es que lo sigo amando y que a un gesto suyo caigo redondita. Y en casa las cosas no están mejor. Jorge no me dirige la palabra. Lleva dos semanas durmiendo en la habitación de inv
He preparado una cena especial para Jorge. Quiero hablar con él. Preparé su comida favorita. Me he puesto un vestido y arreglado para la ocasión. Duermo a los niños y me dispongo a esperarlo en la sala. Pasan una, dos y tres horas y Jorge no ha llegado. Comienzo a preocuparme pero no quiero hablarle a sus padres para no preocuparlos. Seguramente anda bebiendo. Muero de sueño y no resisto más. Me desmaquillo y pongo la pijama y me acuesto a dormir. Cuando suena mi alarma me levanto de prisa y voy a la habitación de huéspedes. Jorge no llegó. Tomo el teléfono y le marco una y otra vez. Anoche daba tono pero él no contestaba, ahora ni siquiera entra la llamada. No es la primera vez que pasa. Me obligo a no preocuparme y comienzo a preparar a los niños. Hoy tendré que llevarlos yo a los dos. Como las escuelas de Luz y Javier están en polos opuestos de la ciudad, llamo al trabajo para avisar que llegaré tarde. Me perderé la junta de la primera hora. Ni hablar. Cuando por fin llego
Las cosas en casa son un caos. Me hago cargo de los niños yo sola. Llevarlos a la escuela implica salir de casa más temprano y aún así llego tarde al trabajo. Aunque quisiera reponer el tiempo al salir, no lo hago. Debo regresar a casa lo antes posible por los niños y por Jorge. Estuvo una semana hospitalizado. Su recuperación fue muy pronta. Pero aún así, no puede caminar todavía. Me siento un poco abrumada. Creo que tomaré un permiso de varios días en el trabajo para darme a basto, de otro modo, me volveré loca. Lo siento mucho por el nuevo proyecto pero me siento sobrecargada y en este momento mi prioridad es mi familia. Jorge es muy demandante. Le sugerí contratar a alguien para ayudarlo mientras yo estoy en el trabajo pero no quiso. No quiere meter a una extraña a la casa. Y eso implica mucho trabajo para mi. Pero no me importa, prometí que si él salía bien de esta situación yo haría todo lo que esté en mi mano para que estemos bien. ***Ha pasado una semana desde que Jorge r
Llego por los niños a las 7:15. Es que la puntualidad de verdad no es lo mío. María me reta pues, si llevara a los dos niños, que es lo que ella cree, realmente no llegaría a tiempo. Pero me he puesto de acuerdo con Julián y él recogerá a Javier a una cuadra de su casa. No es que quiera estropear aún más la relación entre ellos dos pero realmente creo que Julian tiene el derecho de convivir con su hijo. Si él supiera la verdad, si hubiera sabido la verdad, estoy segura de que las cosas habrían sido muuuuuy diferentes. Y obviamente él no se enterará de la verdad por mi pero si está en mi mano que conozca a su hijo, que lo llegue a amar, como sé que sucederá, que me perdone María. Estoy a punto de tocar la puerta cuando escucho los gritos de Jorge. Me detengo en la puerta sin tocar, qué hombre tan desagradable. - Té dije que no quiero que nadie lleve a los niños. Lo tienes que hacer tú, María -- Y yo te dije que no me da tiempo, Jorge. Es Andy, ella los llevará por las mañanas y
- Cómo es Jorge con María ? - Andy me da la espalda y cierra la puerta de su oficina. - Cómo ha sido su matrimonio estos doce años? - - Uffffff, la parte resumida? Como todo matrimonio, con sus altas y sus bajas. -- Aunque María dice que han sido muy felices, eso no es del todo cierto. Jorge es alcohólico, sabes? -Muevo la cabeza de un lado a otro negando. - No lo sabía -- No tenías por qué. No es que anduvieras mucho por aquí. - Recompongo mi comentario. No tiene ningún sentido echar sal sobre la herida. - Y tampoco es que ella cuente esas cosas. Es muy reservada con su matrimonio. Jorge llegó en un momento… hummmm en que ella estaba muy vulnerable. Y lo aprovechó muuuuuy bien. -- Tú te habías ido hacia medio año aproximadamente. María se había mudado de casa. Ya se había “recuperado” de tu partida. Al menos en el aspecto físico. Ella te siguió amando durante mucho tiempo después, aunque estaba casada con Jorge. -- Y él lo sabía. Y no podía soportar el tener el recordatorio