Decidí no perder mi dignidad rogándole, eso era lo que él quería así que mejor decidí marcarle a una de mis amigas y decirle si podía quedarme en su casa. Henna aceptó y pronto pedí un taxi a su casa. Al llegar me preguntó que porqué decidí quedarme con ella, omití los detalles ya que sabía que si le contaba no me iba a dejar en paz.
Platicamos un poco de otras cosas, pronto nos quedamos dormidas. Al despertar temprano me aseguré de que Jason ya estuviera en la casa, al confirmarlo volví y al entrar lo primero que vi fue a Ian desayunando en bóxer.
—Buenos días ¿cómo amaneciste? ¿dormiste bien?
Sentía como la tripa se me retorcía y la bilis se me derramaba, pero sabía que si le hacía saber que estaba furiosa sería darle el mero gusto.
—Buenos días, muy bien que amanecí y también dormí de maravilla — Dije sonriente.
—¿Ah sí? ¿El pasto es cómodo? ¿Te comieron los gusanos?
—No, fíjate que, a diferencia de ti, tengo una amplia variedad de amigos que me pueden ayudar cuando esté en un caso como en el que tú me pusiste ayer.
—Que bien, es bueno saberlo.
Me quedé sin saber que decirle y al parecer él también porque solo nos quedamos viéndonos fijamente. Sentí incomodidad por un momento y mejor me fui para mi habitación. Puse a cargar el celular y volví a dormir otro rato.
***
Al levantarme me puse en la esquina de la cama, miré mi celular y seguía sin una señal de Jack, me sentía fatal al respecto. Me bañé y bajé a la sala.
—¿Y Jason?
—Se fue hace una hora. —Ian se preparaba para salir. Yo de igual forma estaba lista, pero no sabía a donde, mis amigas no estaban y de Jack no sabía nada.
—¿Vas a salir? —Pregunté.
—Así es —Levantó unas llaves —Pero estoy preparado así que ni te lo pienses.
—Ya basta con eso, no quiero vivir a la una y una y menos sabiendo que estás en mi casa, no quiero vivir con miedo de no saber que será lo que me harás después.
Ian no parecía muy confiado en lo que le decía, siento que pensaba que en cualquier momento podría hacerle algo.
—¿Hablas de una tregua?
—Llámale como quieras, no me prestaré para tus jueguitos.
—Mmm ok, tomaré tu alza de bandera blanca como derrota ¿tienes algo que hacer?
—No
—¿Quieres salir? —Mi cara se tornó despectiva al parecer porque pronto continuó— Para platicar.
—Ni en tus sueños sería para otra cosa — Dije saliendo de la casa, sin pensarlo mucho acepté estaba en un círculo de no saber que hacer y en este caso hasta pasar unas horas con Ian sonaban más atractivas que no hacer nada.
Luego de unos minutos llegamos a un parque que estaba cerca de la casa, podíamos andar en patines o bicicletas.
—¿Rentamos unas bicis?
—No, prefiero solo sentarme debajo de un árbol.
—Bueno cómo quieras.
—Tenía mucho de no venir a este parque, años en realidad. —Dijo poniéndose cómodo recargado en el tronco de un árbol.
—Ha cambiado mucho, antes también venía seguido con Jason para correr.
—Debo decir que me sorprende mucho que hayas aceptado ir a algún sitio conmigo.
—No tenía otra opción, estaba aburrida y no tenía que hacer.
—No que te sobraban amigos.
—Tienes razón, me largo —Dije levantándome del césped.
—Ya espera, estamos en tregua, siéntate.
—¿Qué tenías que hacer ahorita?
—Nada.
—Te vi que ya ibas a salida, ibas a algún lado.
—Pues solo iría por ahí.
—¿Con una chica?
—Así es
—¿Y la dejaste plantada?
—No, si le avisé que no iría.
—Eso es dejar plantada, tal vez ya estaba en camino o arreglada.
—No tanto así, como sea ¿porque me preguntas esto? A ver yo te voy a preguntar de tu vida íntima a ver si te gusta.
—Yo no juego con las personas, no me incomodaría hablar de ello.
—¿Cuántos novios has tenido?
—Solo uno.
—No te creo
—Llevo con Jack toda mi vida, ¿a qué edad querías que tuviera otro novio? ¿a los 4?
—No, pero…
—Pero nada, vamos a las bicis, me estoy pudriendo del calor aquí, en las bicis al menos pega el aire en la cara.
—Ve tú, yo aquí te espero.
—A M A R G A D O —Dije mientras me levantaba. Fui hasta las bicis y pedí que me rentaran una por media hora. Pasé repetidas ocasiones por donde estaba Ian, él solo estaba tirado viendo hacia la nada y a veces volteaba a mirarme. A veces pensaba que no podía ser tan malo como imaginaba, pero a veces hacía o decía unas cosas que me hacía cambiar de opinión inmediatamente.
Fui hasta donde estaba él en el árbol y comencé a dar vueltas alrededor de él.
—Anda súbete a dar una vuelta, el aire está rico y ya está nublado.
—Ya te dije que no 50 veces.
—¡Vamos! —Me paré y me bajé de la bici, ofreciéndosela.
—No
—Culo si no —Dije en tono retador. A Ian se le formó una sonrisa, había dado en el clavo.
—No soy culo.
—No te veo meneando la melena con el aire.
—Melena — Soltó una carcajada —¿Quién dice esa palabra?
—Yo, no me cambies el tema, dale.
—No subiré.
—¿Por qué no?
—No me gusta andar en bici.
—¿Por? Nada te cuesta darte una vueltita, una vez que lo hagas ya no te molestaré, sabes que puedo ser muy joda.
—Puedes insistir toda la vida, quedarte sin saliva, llorar y suplicar, no lo haré.
—Dame un motivo razonable.
—Solo no me gusta ¿Qué no es válido?
—No… al menos que —Una sonrisa se formó en mi rostro ante la idea —¡No sabes andar en bici! —Dije afirmándolo, tiré una carcajada que se pudo escuchar en todo el parque.
—Claro que no es eso —Su rostro cambió por completo.
—No puedo creerlo, Ian, el gran Ian que se cree que con todas puede no sabe andar en bici —Me limpié una lágrima que se me había salido por la risa. —Ahora sí que me has dejado impactada.
—¿Quieres callarte? —Lo miré por un momento y no pude evitar reírme de nuevo al ver que su cara estaba roja cómo un tomate.
—Anda ya, deja pedir que me cambien la bici por una doble y yo te paseo.
—Ni lo pienses
—Claro que sí, vuelvo en 2 minutos —Me fui riéndome, sabía en el fondo que jamás se subiría a una bici doble, pero igual la cambié para molestarlo. Al volver lo vi parado sacudiéndose la ropa.
—Me largo.
—Que llorón saliste.
—¿Te quedas?
—Sí
—Bueno —Lo vi alejase unos cuantos metros para luego volverse hacia mí de nuevo.
—¿No tienes hambre?
—Si me vas a invitar a comer si tengo.
—Vámonos ya de aquí —Dijo haciéndome una seña.
Oportunidades de oro que no podía dejar pasar, dejé la bici, tomé mis cosas y nos fuimos.
***
No sé en qué momento pasaron las horas, la noche nos alcanzó y ya veníamos de regreso a la casa. Debo admitir que la pasé bastante bien, la compañía de Ian no era para nada cómo lo imaginaba, por un momento olvidé el tipo de persona que era.
—Hyemi, ¿realmente te aborrezco tanto? —Preguntó de repente.
—Sí, a veces.
—¿De verdad?
—Así es, es decir hoy la pasé bien y me caíste hasta bien, pero no puedo evitar seguir pensando que eres un imbécil… la mayoría del tiempo.
—¿Te doy asco?
—¿A qué vienen tus preguntas?
—Solo dime ¿te doy asco? Te escuché el otro día, con tus amigas, todo lo que dijiste sobre mí.
—Bueno asco como tal no, pero todo lo que dije realmente lo pienso, puedes llegar a ser detestable, por ejemplo, ayer te odié. Y sí, tal vez fui un poco dura con mis palabras o como lo quieras llamar. Pero en efecto serías la última persona del mundo con quien tuviera algo.
—Ok
—Mi intención no es hacerte sentir mal, tú preguntaste y yo solo soy sincera.
—No te preocupes, no eres la primera que me dice algo así.
El celular de él comenzó a sonar, miró la pantalla y luego lo bloqueó.—¿No piensas contestar?—No es importante —Dijo mientras no quitaba la vista del camino.—¿Una chica?—No exactamenteEl celular comenzó a sonar de nuevo y él hizo lo mismo de bloquear la pantalla. Logré ver el nombre de Theo. Creo que no mentía cuando le pregunté si se trataba de una chica. Así siguió sonando 4 o 5 veces más. Cuando por fin llegamos yo entré a la casa. Me llegó un mensaje de Jason confirmándome de nuevo que no pasaría la noche aquí. Le dije que estaba bien y que no se preocupar por mí.Vi
—¿Qué estás haciendo aquí? — Dije en un susurro, alterada, histérica.—Vine a terminar lo que comenzamos— Dijo con toda la seguridad del mundo mientas estiraba las sabanas de mi cama y descubría mi cuerpo.—Aléjate Ian— advertí.—¿O si no qué?—O si no grito y a Jason no le gustara que estés aquí ¿verdad? — Dije triunfante.—Eres como las típicas zorras calienta braguetas— pude notar molestia en su voz.—Primera y última vez que me hablas así estúpido— Levanté mi mano para darle una cachetada, pero él reaccionó más r&aacu
Vi caminar a Ian hacia la entrada, que para ser sincera se veía muy bien, es decir a pesar de ser una fiesta muy sencilla, fueron demasiadas personas importantes del trabajo de la señora por lo cual todos íbamos de vestido largo o de vestir, y esa ropa le sienta muy bien.—¿Quién es el chico? — preguntó Thony sacándome de mi pensamiento al ver que todas mirábamos como Ian caminaba con su cara de "sé que todos me miran".—Nadie— contesté restando importancia.—Es el chico que se quiere dar a mi amiga.
—¿Que putas te pasa? — Le grité mientras lo empujaba. Sus labios apenas rosaron los míos, pero no planeaba cometer otro error y mucho menos ser su plato de segunda mesa de nuevo. Lo que más me sorprendió es que no opuso resistencia y se hizo para atrás.Lo miré por unos segundos y vi como sus ojos se clavaban en mí.—¿Estas drogado o algo por el estilo? — Fue lo único que pudo salir de mi boca.El suspiró, y dejó caer la cabeza hacia atrás. —Esto es una mierda, no tiene caso, larguémonos de aquí.—¿Es una mierda? claro que es una mierda, ¿cómo te atreves a besarme después de haber follado con Lara? sabrá dios donde estuvo tu boca, quiero que te quede claro, conmigo no vas a hacer lo que te de la puta gana, conmigo no.Él simplemente miró al suelo, me quedé
Al despertar poco a poco noté la luz del sol entrando por mi ventana, tomé una almohada y la puse en mi cara. Recuerdos de la noche anterior pasaron por mi mente, la fiesta de la mamá de Jack, Hanna llorando, Ian con Lara, ¿Ian y Jack?... oh dios, caigo en cuenta de que en realidad no recuerdo casi nada después de los tragos de ayer. Por más que intento mis recuerdos son sumamente borrosos, lo último que recuerdo es que Ian me dio un electrolito y más de eso no hay nada en mi mente... Quité la almohada de mi cara y abrí los ojos poco a poco adecuando mi retina a la luz, me doy cuenta de que estoy en mi habitación, rápido me siento en la cama, cosa de la que me arrepentí en el instante, siento mil latidas en mi cabeza, parece que me va a explotar o algo así, me recosté de nuevo despacio, algo que fue en vano ya que fue peor para mí, siento como si el techo diera vueltas, si
—Continúa Ian— dije esperando una respuesta.—Creo que esto no me corresponde decírtelo ¿por qué no le preguntas mejor a él?—Eso ya lo hice y negó que lo que yo vi fuera verdad.—¿Ah sí? Bueno eso ya es problema de ustedes ¿no crees?—Dime por favor, Ian, necesito saber que está pasando entre ustedes, primero comienza a comportarse extraño, después pasa eso ayer y hoy me niega que haya sido verdad cuando tú me estás diciendo que si sucedió algo.—Problema de borrachos ya sabes.—Tú no estabas borracho.—Pero él sí.Supe que no lograría sacarle información —Como sea, no te voy a rogar— después me fui a mi habitación.Narra IanVi a Hyemi salir de la habitaci&
NarraHyemi.No podía creer lo que mis oídos estaban escuchando, me quedé paralizada viendo como Jack me miraba con la servilleta en su nariz.—¿Qué estás diciendo? — pregunté teniendo la esperanza de que lo que escuché fuera un error.—Que se tiró a otra— dijo Ian sin quitarle la mirada a Jack.Puse mi mirada en él para verlo, vi su rostro, sabía que lo disfrutaba ¿Esto era un tipo de venganza hacia mí? Lo único que pude hacer fue gritarle que se largara, que esto era cosa de Jack y mía, él no tenía nada que estar haciendo aquí.—¿Qué? ¿me estás corriendo? por si lo no sabes, si no fuera por mí, que yo vi cómo se tiraba a la puta en el baño de hombres, este imbécil te seguiría poniendo los cuernos.
Abrí los ojos y vi la cara de Ian frente a mí, estaba acostado a lado mío de frente, estábamos tapados con la sabana que yo le di y me tenía abrazada por la cintura ¿en qué momento se puso aquí? me le quedé viendo por unos minutos, Ian era un chico muy guapo y sexy, eso era indiscutible, pero seguía siendo un cabrón.De repente escuché unas llaves que intentaban abrir la puerta, abrí los ojos de par en par y empujé a Ian como pude, este cayó al suelo y como si me hubieran aventado una cucaracha voladora subí a tropezones las escaleras, apenas di vuelta en el pasillo cuando vi como Jason entraba por la puerta e Ian se levantaba sin saber que había pasado exactamente, estaba sobándose el codo y mirando a