Al siguiente día, cuando tenía pensado hablar tranquilamente con el Sr. Avellaneda, él ya no se encontraba en mi apartamento. Ni siquiera me di por enterada a la hora que se había ido.Tan pronto Santiago se marchó de mi apartamento, me metí al baño y me di una relajante ducha. El agua tibia me ayudó a disipar toda esa tensión que cargaba en mis hombros, pero sentía que la cabeza me explotaría en cualquier instante de tanto pensar.Las palabras de Wesley aún rondan en mi cabeza. No sé qué decisión tomar, aunque estoy muy segura de querer justicia.La venganza nunca ha traído nada bueno a una persona, más porque se sale aún más perjudicado de lo que ya nos encontramos, pero, ¿no es justicia suficiente? Quiero que ese hombre pague por todo el daño que le hizo, no solo a mi hermana, sino también a todas esas personas que han caído en sus manos. Y si debe pagar bajo nuestra propia mano, nunca me arrepentiría.A él no le tembló el corazón cuando asesinó a mi hermana sin compasión alguna. ¿
...Natalie...Luego de que Wesley me explicara un par de cosas sobre lo que debía cambiar de mi aspecto físico, me llevó con Tami, supongo yo que es su novia, pues en la posición tan comprometedora en la que los encontramos su guardaespaldas y yo, fue muy evidente. Me sentí tan culpable de que él me hubiera tocado de esa manera, aún sabiendo que tiene que guardar respeto por ella, que ni siquiera fui capaz de mirarla a la cara.Dejando mis pensamientos de lado, presté total atención a la mujer frente a mí. Una tremenda morena de cuerpo y cara divinos, de ojos tan negros como su cabello y un par de labios extremadamente rojos. Es una mujer muy bella, pero a simple vista se ve lo peligrosa que es.—Dame lo que tienes, palomita — dijo ella, haciendo tronar sus dedos y sonriendo ladeado.¿Palomita? ¿Por qué carajo me tiene que decir de esa forma? Me estaba empezando a fastidiar con su forma de dirigirse a mí.—¿Qué se supone que te tengo que dar? — no entendí, hasta que su puño derecho se
Han sido dos meses demasiado largos para mí, en los que no he dejado de entrenar y prepararme para el momento perfecto. Lo único que puedo tener en la mente es el día en el que le haga pagar a Royce Ford todo el sufrimiento que le causó a mi hermana, razón suficiente para no desfallecer nunca, así sienta agotamiento físico debido a todo los esfuerzos que he hecho durante este tiempo.Los golpes en el cuerpo son pan de cada día, no hay parte de mi piel que no se encuentre lastimada. Tami cada día me lleva más contra mi propio límite, pero me ha ayudado mucho esa extrema exigencia de su parte, pues es a esa fuerza que posee ella que he aprendido a borrar todo dolor de la mente y del cuerpo. Sentarme a llorar mientras ese maldito desgraciado sigue acabando con vidas inocentes, no hace parte de mis objetivos, más bien, es el empuje que necesito para poder continuar con mis planes.Tenemos una relación buena, aunque me sigue fastidiando con esa manera tan cínica y sarcástica cada que se di
WesleyQuién iba a pensar que una mujer tan chiquita y blanda pudiera tener semejante fuerza en sus manos. Natalie me sorprendió, no lo voy a negar en lo absoluto. El que bajó la guardia fui yo al haberla subestimado tanto. Me dejó someterla, para luego arremeter contra mí con todo su odio. Lo sentí, pude sentir ese odio que lleva por dentro en cada uno de los puños que me dio.—Hubiera dejado que te masacrara, después de todo te lo mereces por subestimar mi trabajo — Tami presionó el algodón en mi labio inferior y soltó a reír—. ¿A poco creías que iba a seguir siendo la misma chica blanda de hace dos meses?—No, por supuesto que no, pero me tomó por sorpresa su fuerza.—Deliciosa fuerza, ¿no?—Para qué negarlo, sí tiene un poder bien delicioso.—¿Hasta cuándo van a seguir soltando esos comentarios en doble sentido estando en mi presencia? — gruñó la mencionada, aún luciendo atontada por la descarga que recibió por parte de Tami.—¿Quieres un poquito más, palomita? No te imaginas lo b
En el vuelo hacia Las Vegas solo nos encontrábamos Natalie y yo, repasando el plan con gran detenimiento. Como no voy a poder estar con ella, cuidando y vigilando su espalda, le puse seguridad de sobra. Si algo llegase a salir mal, mis hombres sabrán qué hacer en el momento. Sé el riesgo que corre, por la misma razón que mi hermano la quiere a como dé lugar para sus asquerosos fines. NRoyce no tiene suficiente con haber acabado con la vida de una chica que lo único que hizo fue amarlo ciegamente, ahora también quiere acabar con la vida de una mujer ajena a todo. ¿Hasta dónde llegará la ambición de Royce? No solo se trata de Natalie mi afán en querer derrocarlo, sino de las cientos de niñas y mujeres que caen en sus manos creyendo en el mejor de los futuros. Hasta no ver la libertad de ellas, no tendré paz alguna en mi vida.—Ve a prepararte, no tardaremos mucho en llegar al aeropuerto.—Muy bien — se levantó de su lugar y se perdió en el interior del baño del jet.En algo sí debo dar
NatalieLas palabras de Wesley aún rondan mi cabeza. Es un gran gesto lo que está tratando de hacer, aunque tampoco voy a venerar su mal actuar con una buena acción. Hay muchas maneras de hacer un denuncio, ¿por qué aún no lo ha hecho si lo que quiere es acabar con la red de prostitución de su familia? Trato de entender, pues él mismo ha mencionado varias veces que Royce es un hombre con bastante poder en este pais.Lo que importa y lo que más vale, es que quiera salvar vidas inocentes. Después de todo, muchas mujeres caen en una red por la excesiva confianza que le dieron a una persona, sin saber realmente que ese es el verdadero rostro de la maldad.Tan pronto llegamos al aeropuerto, los hombres de seguridad que Wesley puso a mi disposición, me llevaron a un hotel muy cercano al casino. Me siento ansiosa de ver el rostro de ese hombre y aniquilar centímetro de su ser poco a poco. La vida es muy irónica y cruel, con Abigail habíamos soñado muchas veces conocer Las Vegas y disfrutar c
—Dejen pasar a las chicas — ordenó Royce sin dejar de mirarme.Tan pronto el hombre terminó de hablar, un total de diez mujeres entraron con diminutos vestidos. Pero quién llamó mi total atención fue una niña, estoy segura que no debe ser mayor de edad aún, se nota en los rasgos de su rostro y en la complexión de su cuerpo. Me quedé viéndola fijamente, solo para disimular las emociones que estaban adueñándose de mi interior. No puedo flaquear ahora, pero no puedo quitar está primera impresión tan aberrante de mis pensamientos.¡Son unas niñas! ¿Cómo es posible que jueguen de esa manera tan cruel con sus sueños e ilusiones? ¿Dónde está la humanidad? ¿Dónde carajos queda el sentir por el otro? Basta con mirar a detalle el rostro de cada una de ellas para saber de sobra que este es el lugar que menos quieren estar. Y que me miren con ojos de salvación lo hace todo más difícil, pues al ser la única mujer entre está manada de bastardos, soy la única que puede ponerse en sus zapatos y senti
En una mínima fracción de segundo me vi en el lugar de aquellas jovencitas, atravesando ese mismo dolor y miedo que muestran sus ojitos apagados. El corazón lo sentía cada vez más chiquito dentro de mi pecho, sentía que en cualquier momento estallaría en llanto junto a la pequeña niña que se encontraba recostada sobre el pecho de una chica un poco más grande que ella. No voy a dejar de preguntarme cómo es que estas niñas caen en manos de los criminales.—Perfecto. Nos vamos — di la orden, necesitaba salir de ese lugar cuanto antes.—¿A dónde nos vamos?—Hablaba con mis hombres. Vine exclusivamente por ellas, no por otra cosa.—Eres muy interesante — cerró la puerta del auto y volvió a poner el seguro—. Ya que estarás en el lugar de tu padre muy pronto, ¿por qué mejor no nos conocemos un poco más?—No me interesa conocer a nadie — sonreí ladeado, y se me quedó viendo fijamente sin parpadear.—Eres un hueso duro de roer, ¿eh? Me gusta, haces que sea mucho más interesante — negó con la c