WesleyQuién iba a pensar que una mujer tan chiquita y blanda pudiera tener semejante fuerza en sus manos. Natalie me sorprendió, no lo voy a negar en lo absoluto. El que bajó la guardia fui yo al haberla subestimado tanto. Me dejó someterla, para luego arremeter contra mí con todo su odio. Lo sentí, pude sentir ese odio que lleva por dentro en cada uno de los puños que me dio.—Hubiera dejado que te masacrara, después de todo te lo mereces por subestimar mi trabajo — Tami presionó el algodón en mi labio inferior y soltó a reír—. ¿A poco creías que iba a seguir siendo la misma chica blanda de hace dos meses?—No, por supuesto que no, pero me tomó por sorpresa su fuerza.—Deliciosa fuerza, ¿no?—Para qué negarlo, sí tiene un poder bien delicioso.—¿Hasta cuándo van a seguir soltando esos comentarios en doble sentido estando en mi presencia? — gruñó la mencionada, aún luciendo atontada por la descarga que recibió por parte de Tami.—¿Quieres un poquito más, palomita? No te imaginas lo b
En el vuelo hacia Las Vegas solo nos encontrábamos Natalie y yo, repasando el plan con gran detenimiento. Como no voy a poder estar con ella, cuidando y vigilando su espalda, le puse seguridad de sobra. Si algo llegase a salir mal, mis hombres sabrán qué hacer en el momento. Sé el riesgo que corre, por la misma razón que mi hermano la quiere a como dé lugar para sus asquerosos fines. NRoyce no tiene suficiente con haber acabado con la vida de una chica que lo único que hizo fue amarlo ciegamente, ahora también quiere acabar con la vida de una mujer ajena a todo. ¿Hasta dónde llegará la ambición de Royce? No solo se trata de Natalie mi afán en querer derrocarlo, sino de las cientos de niñas y mujeres que caen en sus manos creyendo en el mejor de los futuros. Hasta no ver la libertad de ellas, no tendré paz alguna en mi vida.—Ve a prepararte, no tardaremos mucho en llegar al aeropuerto.—Muy bien — se levantó de su lugar y se perdió en el interior del baño del jet.En algo sí debo dar
NatalieLas palabras de Wesley aún rondan mi cabeza. Es un gran gesto lo que está tratando de hacer, aunque tampoco voy a venerar su mal actuar con una buena acción. Hay muchas maneras de hacer un denuncio, ¿por qué aún no lo ha hecho si lo que quiere es acabar con la red de prostitución de su familia? Trato de entender, pues él mismo ha mencionado varias veces que Royce es un hombre con bastante poder en este pais.Lo que importa y lo que más vale, es que quiera salvar vidas inocentes. Después de todo, muchas mujeres caen en una red por la excesiva confianza que le dieron a una persona, sin saber realmente que ese es el verdadero rostro de la maldad.Tan pronto llegamos al aeropuerto, los hombres de seguridad que Wesley puso a mi disposición, me llevaron a un hotel muy cercano al casino. Me siento ansiosa de ver el rostro de ese hombre y aniquilar centímetro de su ser poco a poco. La vida es muy irónica y cruel, con Abigail habíamos soñado muchas veces conocer Las Vegas y disfrutar c
—Dejen pasar a las chicas — ordenó Royce sin dejar de mirarme.Tan pronto el hombre terminó de hablar, un total de diez mujeres entraron con diminutos vestidos. Pero quién llamó mi total atención fue una niña, estoy segura que no debe ser mayor de edad aún, se nota en los rasgos de su rostro y en la complexión de su cuerpo. Me quedé viéndola fijamente, solo para disimular las emociones que estaban adueñándose de mi interior. No puedo flaquear ahora, pero no puedo quitar está primera impresión tan aberrante de mis pensamientos.¡Son unas niñas! ¿Cómo es posible que jueguen de esa manera tan cruel con sus sueños e ilusiones? ¿Dónde está la humanidad? ¿Dónde carajos queda el sentir por el otro? Basta con mirar a detalle el rostro de cada una de ellas para saber de sobra que este es el lugar que menos quieren estar. Y que me miren con ojos de salvación lo hace todo más difícil, pues al ser la única mujer entre está manada de bastardos, soy la única que puede ponerse en sus zapatos y senti
En una mínima fracción de segundo me vi en el lugar de aquellas jovencitas, atravesando ese mismo dolor y miedo que muestran sus ojitos apagados. El corazón lo sentía cada vez más chiquito dentro de mi pecho, sentía que en cualquier momento estallaría en llanto junto a la pequeña niña que se encontraba recostada sobre el pecho de una chica un poco más grande que ella. No voy a dejar de preguntarme cómo es que estas niñas caen en manos de los criminales.—Perfecto. Nos vamos — di la orden, necesitaba salir de ese lugar cuanto antes.—¿A dónde nos vamos?—Hablaba con mis hombres. Vine exclusivamente por ellas, no por otra cosa.—Eres muy interesante — cerró la puerta del auto y volvió a poner el seguro—. Ya que estarás en el lugar de tu padre muy pronto, ¿por qué mejor no nos conocemos un poco más?—No me interesa conocer a nadie — sonreí ladeado, y se me quedó viendo fijamente sin parpadear.—Eres un hueso duro de roer, ¿eh? Me gusta, haces que sea mucho más interesante — negó con la c
Por un momento nos quedamos en silencio y mirándonos a los ojos. Hasta tuve la sensación de que el espacio entre nuestros labios cada segundo que pasaba se hacía más corto. Su aliento acariciaba el mío, y su colonia varonil me embriagó.—Lo dejaste fascinado — susurró, sin dejar de mirar mis labios—. Intrigado, tal vez un poco idiotizado por tus hermosos encantos.—Esa era la idea, ¿no?—Sí, ese es el plan.El roce de nuestros labios me antojó de sobremanera, pero la voz de Tami a mi espalda nos hizo separar.—¿Interrumpo?—No — soltamos bruscamente al mismo tiempo, y ella sonrió.—Necesitamos hablar, Wes.—En un momento estoy contigo.—No, te necesito ahora mismo.Se miraron fijamente y Wesley resopló, al final cediendo a Tami. Me dedicó una mirada rápida antes de marcharse con ella por un pasillo mientras yo intentaba volver en mí y respirar adecuadamente. ¿Qué demonios pensábamos hacer? Esos acercamientos son peligrosos y no se pueden repetir nunca más.La noche fue larga, no pude
Luego de largos minutos en los que no me decidía qué ponerme, porque paradójicamente Tami solo empacó ropa demasiado reveladora para mi gusto, salí en un pantalón corto ajustado a mis muslos y mi trasero y una blusa de tirantes para tener el dichoso entrenamiento. Esa mujer hace todo a propósito para verme siempre con poca ropa, o de plano para ponerme en posiciones incómodas frente a Wesley. Es un grano en el culo, siempre fastidioso y poco agradable.El entrenamiento comenzó con un calentamiento rutinario para estirar los músculos. Nunca había entrenado con Wesley, por lo que ver su torso desnudo y lleno de tatuajes estaba siendo una de las mejores torturas de mi vida. Sus definidos músculos son una gran delicia de contemplar. No creí que fuese tan atractivo.—Nunca lo dudé — me dije para mí misma, estirando los brazos hacia abajo hasta tocar la punta de mis zapatos con la yema de mis dedos.—Maldición, eso es mucho poder — lo escuché decir y lo miré por encima de mí hombro confundi
WesleyEs lamentable tener que estar una vez más para limpiar los desastres de Royce. No puedo dejar de sentirme culpable por todo lo que pasa frente a mis narices y no hago nada para evitar. Si bien logramos sacar a diez de ellas sanas y salvas, no es lo mismo que verlas a todas libres de este infierno.Los cuerpos de las chicas aún seguían tendidos en el pasillo, cada una reventada a balazos. No hay lugar de sus cuerpos dónde no haya un agujero y se aprecie la sangre brotar de este. Esta situación me está preocupando de más. Royce perdió aún más la cordura luego de haber asesinado a Abigail, por lo que empiezo a creer que ella sí era importante para él.Despejé el rostro de una de las chicas y fue inevitable no sentir esa punzada amarga en el pecho. Anoche le prometí a Sasha sacarla de este infierno, pero no tenía ni idea que la muerte era su única salida. ¿Por qué no esperó unos días más como le había dicho? Me pregunté, viendo su rostro bañado en sangre. Una bala atravesó por comp