—No creo que una cafetería sea adecuada para lo que voy a decirte. —Puntualicé cuando ya veía el letrero Anne Marie’s Café en el cristal.
Bella conducía alegremente dejándose llevar por Sleep Walk de Deftones, pensaba por dónde empezar y trataba de fijarme en las personas que caminaban de un lado a otro o ver el cielo que llevaba a las nubes con soplidos intermitentes.
—Tal vez solo quiero venir aquí para gozar de sus delicias. Anda, no alzaré la voz ni haré un sonido de sorpresa o indignación. Promesa de hada Nephilim. —Dijo alzando la mano mientras mantenía la mano en el volante y aparcaba.
Suspiré y esbocé una sonrisa en respuesta.
—Lo has hecho bien —dijo Cedric al culminar el primer entrenamiento, sentía los ojos pesados y para relajarme me dio una extraña flor color magenta que al olerla se me despejó la mente, su olor era una mezcla de almizcle, jengibre y miel.Esa noche tuve un sueño en el que no veía el rostro de Daniell pero me decía que tuviera cuidado. A veces me sentía caer y él era solo humo y no podía sostenerme, le gritaba su nombre y él me decía “prepárate para lo que viene”.Desperté con Bella dándose cuenta de que estaba llorando, ella me decía que solo había sido un sueño, como mamá o Josh lo hacían cada noche, había dejado
El camino a donde iba era sinuoso, las copas de los árboles espesos. Los rayos del sol apenas lograban penetrar por las agujas de los pinos que silbaban por el viento, todo el lugar era verde y pacífico, más adelante había una luz que podría describir como celestial. «Daniell» es lo que mi corazón decía.Vestía como para un funeral y llevaba un ramo de rosas rojas, pero estaba descalza, caminé siguiendo aquella luz, quería pertenecer a ella, por más que caminé hasta que me sangraron los pies, no pude alcanzarla. Después, toda luz se convirtió en una oscuridad sofocante. Miré a todos lados esperando encontrar a un ángel o a un demonio, era más probable la segunda, hojarasca era fría y húmeda, no quería toparme con algo desagradable.
— ¿En qué estabas pensando? —Preguntó mientras dejaba sentarme en la hierba. Y yo no tenía nada qué responder ¿por qué las personas evitaban que hiciera algo estúpido? ¿Por qué tuvo que aparecer él? Por otra parte, quería gritarle por haber llegado.—No debiste hacer eso —solté abruptamente.— ¿Qué? ¿Acaso no valoras tu vida? —Increpó estupefacto, viéndome como si se preguntara: “¿por qué hace esto? Encima me reclama por salvarle la vida”.— ¿Por qué tuviste que salvarme! —Exclamé sin tomar en cuenta lo que había dicho, so
— ¡Un Vampiro Diurno! —Exclamó Bella cuando terminamos.Las hadas tenían la capacidad de hurgar los recuerdos y a través de ellos investigar a otras personas sin la necesidad de buscarlas. No sabía realmente cómo funcionaba, pero ella necesitó de una taza de agua para que mi sangre pudiera mostrar la imagen de Jase y lo que ocultaba. Ciertamente el agua dijo que era un vampiro especial nacido de la sangre de mortales y que estaba protegido por su capacidad de caminar bajo el sol mediante símbolos y señales que solo Bella podía entender. Sin embargo, después, el agua quedó oscura como una señal de que no revelaría quién lo protegía.Después, un archivo escaneado llegó al teléfono de Bella, era un E-mail de
— ¡Jean! —Chillé indignada, arrebaté su mano de las de Jase y le jalé por la cazadora para llevarlo hacia dentro dejando a su víctima inconsciente, no podía hacer esto, por más que el fuera un vampiro, él no tenía el derecho de hacerle olvidar algo que él quería. Estaba enfadándome con Jean— ¡No tienes derecho a hacerle esto a las personas!Pobre Jase, seguía estando quieto mientras yo le veía desde el rincón donde tenía a Jean a escondidas.—Pero…—No quiero oír nada. Vete —mascullé, no quería escuchar una explicación.Jase se encontraba mirando al suelo y para cuando me
Finalmente, la media luna en lo alto, las canciones de los chicos y el carisma de Jase, había hecho de aquella noche una muy emotiva y divertida con las anécdotas que cada uno contó.Pasada la media noche, sin poder dormir, vi una silueta pasar por nuestra tienda, me fijé en Bella que estaba profundamente dormida, instintivamente me calcé las botas y abrí la tienda evitando hacer mucho ruido. Sin embargo, al salir, la melodía nocturna se conformaba por grillos y algunas ranas que croaban a lo lejos, aquella silueta había desaparecido por completo y solo pude apreciar las estrellas del oscuro cielo y la luna que era invadida constantemente por nubes.El Monte Rainer se reflejaba en las aguas en calma del lago, mientras me acercaba, recordé el hada Saedeen que había hablado
Fueron unos largos minutos el que se tomó para ducharse, arreglarse como para una fiesta, pues ella decía que no quería un embalsamiento y tampoco todo lo que ofrecía los servicios funerarios. Bastaba con el ataúd y todo lo que ella había especificado.—Puff. Fue un baño delicioso —entró diciendo ella con una bata blanca y su cabello envuelto por una toalla, se sentó frente al tocador y me miró desde el espejo que la veía, ella ya no se iba a sentar así— ¿Quieres ayudarme o seguirás viéndome de esa manera?Memoricé toda su habitación, sus muebles, el orden de sus peluches, la forma en que tenía todos sus productos de belleza.Me apresuré a ayudarle musitando una disculpa, tomé la secadora y cepillé su cabello como si se tratara de una hermana menor a la que perdería.Estar
El día era soleado, no corría ni una sola nube en el cielo de Aberdeen.—No imaginamos lo triste y doloroso que es la partida de un ser querido si no la experimentamos en carne propia, nos aferramos a la vida de algunos que nos es imposible dejarlos partir. Pero tampoco podemos atentar contra la naturaleza, nosotros no somos dueños de nuestra existencia, la vida se nos es otorgada por Dios y solo por Dios se nos es arrebatada. Sin embargo, él nos espera al otro lado, en un reino de leche y miel con los brazos abiertos para recibirnos y ser parte su glorioso reino. Isabella Jones ha sido llamada para disfrutar de ella, joven ha muerto pero su alma rebozará de energía y descansará en la eternidad… que el Señor de las Alturas te guarde en su Santa Gloria. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen —terminó de recitar el sacerdote Mel; era un señor como d