Por la noche, Guadalupe llama a Camila y le cuenta que han logrado estabilizar a Ismael. No cabe duda que sus padres saben de lo que es capaz, lo que hace que Camila se pregunte si es posible que ella sea así con su futuro hijo.Pasan una semana entera investigando y arrestando personas. La fiscalía está saturada, por lo que tienen que intervenir dos fiscalías más. En total logran arrestar a más de doscientas personas, pero aún les faltan los responsables de los homicidios y del accidente de Ismael y Nicolás.Tras la mejoría de Ismael, Leonel y Camila lo van a visitar. Sigue aislado, pero Guadalupe está con él. Ella lleva un traje especial para no contagiarlo de ninguna enfermedad. Casi se ha vuelto su enfermera, ya que es la que le da la medicación y le hace masajes para que se recupere. El personal prefiere enseñarle a ella lo que hay que hacer para que Ismael no tenga contacto con tantas personas.—¿Así que ya no eres actriz? Ahora eres empleada sanitaria —bromea Leonel para molest
Camila quiere decirle que el bebé podría no ser suyo, para que se aleje un poco. Sin embargo, no puede. Él se ve tan contento que hacerlo sería romperle la ilusión, y no va a hacerle eso en ese momento.—No puedo creer que algo tan pequeño pueda ser tan maravilloso —indica Lisandro lleno de alegría—. Gracias, Cami.Por primera vez en un año y medio, la llama así. Extrañamente, hace que Camila se sonroje. Lisandro actúa muy distinto a lo que ha sido al estar en pareja con ella.—¿Por qué me agradeces? —pregunta ella tratando de conservar la calma.—Por permitirme ser padre. Sé que nuestra relación terminó mal y es probable que no quisieras tener nada que ver conmigo. Y este bebé nos une de por vida. Sé que debe ser muy difícil aceptar eso. Por eso te estoy agradecido —indica él con una gran sonrisa.Las cosas han sucedido como él lo describe. Y aunque ella ha querido tener al bebé solo por Leonel, en este momento no se siente tan mal al pensar que podría ser de Lisandro.—¿Ya le pusier
Camila va con Lisandro a buscar respuestas sobre el bebé que lleva en su vientre.—¿Tú sabías que Leonel estaba comprometido con Yohana? —pregunta Camila.—El abuelo de Leonel era un empresario que pensaba en el futuro. Por eso, cuando su hijo era chico hizo lo mismo. Así que, como el padre de Leonel se casó con Libet, él se enojó mucho. Y ahora pretendía hacer lo mismo con su nieto —explica Lisandro.—Pudiste contármelo, sabiendo que me habría enojado con él si lo hacías cuando estábamos en el hotel —indica Camila, confundida.—Me costó, pero cambié, Camila. No quiero que estés conmigo porque Leonel no es una opción, ni quiero que sufras por mis palabras. Me gustaría que si algún día decidieras volver a mí fuera porque lo deseas —reclama Lisandro.Camila recuerda lo que Leonel le dijo en su momento. Ellos son más parecidos de lo que ambos reconocen.—¿Por qué usas la limusina? —pregunta ella para cambiar de tema.—Porque ya trataron de asesinar a Nicolás y a Ismael. Este vehículo es
Lisandro está cenando con su exesposa cuando su teléfono empieza a sonar con insistencia. Ella lo mira con molestia.—Debe ser del trabajo —indica Lisandro, y ella pone los ojos en blanco.—Siempre es trabajo contigo. No creo que exista mujer que pueda con la clase de vida que llevas —espeta ella burlándose de él.—No me interesa estar con alguien si no entiende que mi trabajo es lo más importante para mí —responde él mientras pone su teléfono en silencio.—¿Cómo pudiste dejar que Clara se metiera con esa gente? —le pregunta para seguir molestándolo.—Clara es grande, y si vamos al caso, ese novio lo traía de Estados Unidos —indica y vuelve a dejar su teléfono para tomar un trago de whisky. Hace años que no se ven y siempre empiezan de la misma manera sus conversaciones. Reclamos sin sentido hasta terminar en la cama, donde ambos llegaban a un acuerdo.—Este caso puede poner en peligro a Clara, por lo que quiero que te la lleves. Por lo menos hasta que termine.—Siempre hay un caso pe
Lisandro y Camila viajan en silencio por la ciudad, sentados uno junto al otro en la lujosa limusina. Las luces de la ciudad destellan a través de las ventanas. La tensión entre ellos es palpable, una mezcla de recuerdos compartidos y heridas no cicatrizadas.Lisandro ha salvado a Camila de una situación peligrosa, y ahora, mientras el coche avanza suavemente por las calles iluminadas, ambos se encuentran perdidos en sus propios pensamientos. Camila mira por la ventana, intentando procesar todo lo que ha sucedido, mientras Lisandro observa el camino, su rostro serio y concentrado.El trayecto se alarga, pero finalmente llegan a su destino. La limusina se detiene frente a un edificio elegante, y Lisandro sale primero, ofreciendo su mano para ayudar a Camila a bajar. Agradecida, ella acepta el gesto y lo sigue hasta la entrada del edificio.Al cruzar el vestíbulo, Camila se da cuenta de algo. Observa los alrededores y, para su sorpresa, reconoce el lugar. Es el mismo edificio en el que
Una vez que Camila se queda dormida gracias a una medicación que el amigo de Lisandro le ha dado para que se relaje, este último vuelve a la sala.—¿Estás seguro de esto, amigo? —pregunta Roberto a Lisandro.—Lo mejor para ellos es esto. Nunca podría estar en paz si mi hijo termina en manos de esos desgraciados mientras trabajo —asegura Lisandro con pesar.—Entonces toma, aquí está el sobre con el resultado. Y la llave del departamento para que Camila se quede —indica Roberto y se va.Lisandro sabe que si Camila se entera se enojará con él por esto. Aun así, no hay necesidad de que lo sepa. Lo más importante para él es que ella y el bebé estén a salvo. Y al lado de Leonel, una vez que este caso se cierre, lo estarán.Lisandro va a despertar a Camila para que tenga la llave de su nuevo departamento y los resultados de las pruebas de paternidad. Se ve muy bella, dormida. Aun así, tiene que despertarla.—Cami. Levántate, por favor —pide él acariciando el rostro de la joven.Camila abre l
Camila se queda sin saber qué hacer. No tiene sus cosas como para empezar a trabajar. Supone que Lisandro lo ha hecho con esa intención, ya que la médica le ha dicho que debe descansar. Aun así, le escribe para recordarle que necesita su equipo.¿Por qué lo busca tanto ahora?Lisandro le responde diciéndole que por la tarde le llevará todo y que lo mejor es que lo espere con buena comida. Le recuerda que en el edificio llevan comida a domicilio. Ella va a responderle el mensaje y él la llama.—Sabes que aún tienes la cuenta a tu nombre. Puedes pedir una reimpresión de la tarjeta en recepción y comprar vajilla para la casa. Así no tendrás excusa para darme de comer esta noche —indica él con una sonrisa.—No puedo gastar tu dinero —responde ella incómoda.—Clara lo gasta sin problema. Pregúntale a ella cómo lo hace —pide Lisandro a modo de broma.—No es lo mismo. Ella es tu hija y yo no soy nada —dice Camila recordando los resultados del ADN.—Piensa en esto. Tal vez en poco tiempo deci
Camila vuelve al departamento y empieza a acomodar las cosas que ha comprado con la tarjeta de Lisandro. Le envía un mensaje diciéndole que no se preocupe por el monto y que le hará la transferencia cuando tenga sus cosas. En ese momento, golpean la puerta del departamento. Camila va a abrir y al mirar por la mirilla ve a Lisandro. Abre la puerta y él entra apurado.—¿Ella está aquí? —pregunta Lisandro.—¿Quién? —pregunta Camila desconcertada.Lisandro deja sobre una mesa en la entrada los archivos que Camila le había pedido y su computadora, y sigue inspeccionando el lugar.—¿A quién buscas? —pregunta Camila asustada.—A Lisa. ¿Vino a molestarte? —pregunta él. Camila sonríe.—No, para nada. ¿Esa mujer te asusta tanto? —pregunta Camila sorprendida.—No sabes lo terrible que es. Bueno, me alegro de que no viniera a molestarte. Si lo hace, solo avísame —pide él un poco más tranquilo.Lisa le había escrito, con solo ver a Camila se había dado cuenta de que ella había estado con Lisandro.