En su habitación Marina daba rienda suelta a sus lágrimas,un hondo suspiro salió de su pecho.Desde que le dieron de alta a Gilbert la vida en la mansión se hacía insostenible,su mal carácter lo amargaba todo a su alrededor.La joven trataba de hacer el bien sin mirar o tomar en cuenta los reproches del caballero,trataba de pensar en la alegría de que pronto sería madre.Debía ser fuerte y seguir como si nada pasaba en la mansión,pero esa tarde en cuestión se dejó ganar por la melancolía y se derrumbó.Las duras palabras de Gilbert eran susurros acusadores en su mente,cerraba los ojos y todo lo que podía oír era:“Por tu culpa”.A veces se cuestionaba amar a un hombre como Macallister y ese día más que los anteriores,ella lo amaba y lo odiaba al mismo tiempo,cuando lo miraba recorrer la planta baja de la casa en su silla de ruedas a control remoto sentía pena por él.Los ojos le ardían de tanto llorar,estaba hinchada y su nariz muy roja como la de un pasado,no sintió cuando fue que se
Marina Johnson.El carácter de Gilbert cada vez era peor,el personal de servicio no lo toleraba,ese mes ya habíamos cambiado de enfermera por octava vez.Gema que tenía el deber de estar siempre a su lado,desaparecía a menudo sin dejar rastro.Esa mañana la hermosa terapeuta de nombre Amelia llegó más temprano.La chica no tardó mucho minutos con Gilbert,bajaba las escaleras con los ojos enrojecidos.-Señorita,Amelia.¿Sucede algo?-.No pude evitar preguntar.-Señora,Marina.Su cuñado es huraño y maleducado,si no me apresuró a salir de la habitación….Traté de pedir disculpas,pero ella estalló en llanto y no quedó más remedio darle su cheque de liquidación.Subí de prisa a la habitación de Gilbert y observé los pedazos de un jarrón en el piso.-¡Muy bonito!,otra que sale corriendo de tu presencia.-No tienes una puta idea de como me siento,Marina-.Su mirada de animal herido me estudió.-Entiendo tu impotencia por estar en esa silla de ruedas,más te aclaro que el mundo no tiene la culpa.
A tempranas horas de la mañana Marina se despertó,tenía que ir a la oficina,pero antes pasaría por el ginecólogo. Luego de desayunar se fue en su lamborghini,cerca del consultorio médico quedaba un departamento propiedad de la familia de Ethan.Al estacionar su Auto vio pasar el deportivo de Ethan en dirección a ese departamento.Esa mañana el ginecólogo había suspendido todas las consultas,así que Marina pensó en llamar a su esposo para indagar si todavía estaba allí.Sacó el celular y antes de que pudiera marcar el número de Ethan,sintió el ruido de un motor,era el auto de Gema.Sintió tanta curiosidad que estacionó su auto a las afueras del condominio.En efecto, miró los vehiculos de su hermana y su cuñado,se apresuró a entrar al edificio y su sorpresa fue tan grande que se detuvo en seco.Miró a la joven pareja darse un beso en la boca y entrar tomados de la mano.Ninguno de los dos pareció percatarse de la presencia de Marina,que no terminaba de recuperarse de la sorpresa.La
Marina Johnson.—¡Marina,algo le ocurre a mi bebé!,¡no reacciona! -- .Los gritos de mi hermana me hicieron entrar en pánico.Traté de mantener la calma,me di cuenta de que Nathan respiraba y su pulso era débil,lo tomé en mis brazos y le ordené al chófer que nos llevara a la clínica.La noticia de la enfermedad del pequeño Nathan irrumpió en la familia como un vendaval despiadado, sacudiendo los cimientos de nuestras vidas. Gilbert y Gema estaban devastados al ver a su hijo, tan frágil y débil, luchando por mantenerse con vida. El hospital se convirtió en su segunda casa, donde cada máquina, cada monitor, era testigo silencioso de la carrera contra el tiempo que libraba el bebé.Los médicos emitieron un pronóstico sombrío: el niño necesitaba una transfusión de sangre urgente para sobrevivir. La angustia envolvía a la familia mientras esperaban ansiosamente encontrar una solución.Todos estábamos dispuestos a hacer lo que fuera necesario para salvar al pequeño.En medio de la desespe
—¿Cómo fuiste capaz de engañarme de ese modo?-.El grito de Marina previno a su esposo que se quedó paralizado en el umbral de la puerta de su habitación.Ethan apenas y le sostenía la mirada no tenía argumentos para defender su traición,era la primera vez que veía a Marina tan enojada.—¡Déjame explicarte!,todo tiene una razón….—¿Qué me vas a decir?,me usaste para estar cerca de Gema y del hijo de ambos,no sé quién es más descarado si mi hermana o tú.-Le recriminó con rabia— ¿Cuándo me lo dirías?El hombre enmudeció por varios segundos antes de responder:¿Me negarás la oportunidad de defenderme?Marina negó con la cabeza,su mirada lanzaba chispas.—Yo pensé que tú eras diferente y me sentía orgullosa de tener un hombre cómo tú a mi lado,hasta llegué a sentir culpa por no corresponder a tus sentimientos.Ethan permaneció inmóvil sin saber si retirarse o intentar convencer a Marina de que lo oyera.Para mí no es fácil esta situación— .Dijo intentando dar su versión. — No me vengas
Marina Johnson.—¿Cómo fuiste capaz,Gilbert? Ethan entró a nuestra sala hecho un polvorín,su mirada lanzaba chispas,era notable que estaba a punto de perder los estribos,todos en la sala nos quedamos impactados sin poder entender el motivo de su furia.—¡Macallister esto es por Gema! —. El golpe lo derribó al piso.—¿Estás loco? —. Gilbert algo aturdido por el golpe se mostró sorprendido.—¡Párate cobarde!,¿por qué le pagaste a Michel para que simulara ser mi amante.¡No lo niegues!,me la encontré por casualidad luego de años y me lo contó todo.Las acusaciones de Ethan resonaron en el ambiente.— ¡Ya entiendo!,merezco ese golpe y muchos más,aquí estoy para que desahogues tu furia,es más no me voy a defender porque reconozco que hice daño.-Expresó Gilbert con una tranquilidad que me congeló.Las vidas de Gilbert, Gema e Ethan estaban entrelazadas por un pasado turbio y oscuro que se vio revelado ese día.Mi hermana,ilusionada y enamorada, había sido la novia de Ethan,a escondidas de m
Marina Johnson.—¿No entiendes lo importante que es para mi que me perdones? Gilbert, con una expresión de arrepentimiento en su rostro, se acercó a mí con paso vacilante, buscando redimirse por los errores del pasado.—¡No te atrevas a tocarme! -- Mis ojos ardían ante las lágrimas contenidas.—Marina, te ruego que me perdones por mis acciones. Estaba cegado por la sed de venganza hacia tu familia, pero ahora soy un hombre cambiado. Te amo con todo mi ser y deseo un futuro juntos, dejando atrás las sombras del pasado.Con los ojos entrecerrados y el corazón lleno de dudas, confronté a Gilbert con valentía: —¿Cómo puedo confiar en tus palabras, Gilbert? Tu sed de venganza hizo estragos en mi familia, ¿cómo puedo estar segura de que has cambiado verdaderamente?Mis palabras colmaron el aire con tensión y Gilbert luchaba por demostrar la sinceridad de sus sentimientos. —Comprendo tus dudas, mi amor, pero te juro que estoy dispuesto a demostrarte que he cambiado, que mi amor por ti es
Marina Johnson — Te deseo lo mejor en tu vida,Gema.-Agregó mientras empuñaba el bolígrafo.Ella no dijo nada, en el fondo no estaba feliz,se negaba a dejarlo ir.Ese día tan esperado había llegado. Gilbert se encontraba sereno,con la mirada perdida en el horizonte. Sabía que había tomado una decisión que cambiaría sus vida para siempre, pero estaba seguro que era lo correcto. A pesar de la infidelidad de Gema, había optado por negociar el divorcio de la manera más civilizada posible. Gema había dado mucha lucha durante todo el proceso de divorcio, tratando de obtener la mayor parte de las propiedades en común. Pero finalmente, se encontraba frente a la realidad de que debía firmar los papeles y dejar atrás aquella vida que compartió con Gilbert.Mientras tanto,a escasos metros de la oficina del juzgado Ethan y yo nos despedimos en buenos términos. Habíamos decidido separarnos por mutuo acuerdo, alegando diferencias irreconciliables. A pesar de todo, nos miramos a los ojos y supimos